Ⅰ

Al conocer la obra de Dios, vives sufrimiento.

Esa es la intención de Dios.

Verás que todo lo que hizo es para salvar a la humanidad.

Así se encarna Su amor.

Si consideras el punto de vista

de la sabiduría que Su obra contiene;

si piensas en los pasos y patrones de Su obra,

si adoptas la perspectiva de su duración,

la organización o el plan de Dios, todo irradia Su amor.

Dios no trata al hombre de forma superficial.

Con planes precisos, los guía paso a paso.

El cuándo, dónde y el porqué,

Su forma de hablar, el tono de Su voz,

el esfuerzo invertido, todo es prueba de Su amor.

No hay límites para el amor de Dios.

Ⅱ

Los padres aman a sus hijos,

y hacen todo lo posible para que no se desvíen.

Cuando descubren sus debilidades, se inquietan,

y si hablan suavemente, los hijos no escucharán ni cambiarán.

Si les hablan con mayor dureza,

herirán la autoestima de sus hijos.

Simplemente les preocupa que sus hijos no puedan soportarlo.

El amor es el motor, y hacen un enorme esfuerzo.

Dios no trata al hombre de forma superficial.

Con planes precisos, los guía paso a paso.

El cuándo, dónde y el porqué,

Su forma de hablar, el tono de Su voz,

el esfuerzo invertido, todo es prueba de Su amor.

No hay límites para el amor de Dios.

Ⅲ

Ustedes son hijos e hijas,

seguramente han experimentado el amor de sus padres.

El amor no es solo ternura, ni simple consideración,

el castigo estricto lo es mucho más.

Todo lo que Dios hace por la humanidad,

lo hace por amor, y con solo esta condición.

Por eso Él hace todo lo que puede

para darle a la humanidad corrupta salvación, salvación.

Dios no trata al hombre de forma superficial.

Con planes precisos, los guía paso a paso.

El cuándo, dónde y el porqué,

Su forma de hablar, el tono de Su voz,

el esfuerzo invertido, todo es prueba de Su amor.

No hay límites para el amor de Dios.

Adaptado de La Palabra, Vol. III. Discursos de Cristo de los últimos días. ¿Conoces el amor de Dios por la humanidad?