Ⅰ

Cuando pasamos pruebas y tribulaciones,

somos bendecidos por Dios.

Dios dice que cuánto más dura la senda que caminamos,

más demostramos nuestro amor.

Caminamos la senda predestinada por Dios.

Seguir al Cristo de los últimos días es la mayor bendición.

Dios ha ordenado que sigamos a Cristo,

pasemos por pruebas y tribulaciones.

Si amamos a Dios de verdad,

nos someteremos a Su soberanía y Sus planes.

Ⅱ

Sufro el dolor de las pruebas y tribulaciones;

siento el juicio de las palabras de Dios,

pero me consuelan,

y he visto Su amor y Sus bendiciones.

Disfruto Su presencia, tengo gozo y paz.

Tengo confianza por las palabras de Dios,

así permanezco firme en mi testimonio.

Dios ha ordenado que sigamos a Cristo,

pasemos por pruebas y tribulaciones.

Si amamos a Dios de verdad,

nos someteremos a Su soberanía y Sus planes.

Ⅲ

En momentos de peligro,

cuando me enfrento a la muerte con calma,

veo la mano de Dios; Él siempre conmigo está.

Las palabras de Dios son mi fuerza,

me han mantenido fiel hasta hoy.

Cristo es tan hermoso, Él es mi Dios.

Dios sufre tanto para que el hombre sea salvado.

Por ser humano debo vivir por Dios.

Amarlo y dar testimonio de Él,

es el camino que debo tomar.

Al tratar de amar a Dios,

vale la pena soportar cualquier dificultad.

Me encuentro cara a cara con Dios al seguir a Cristo.

Cristo es la verdad y el Dios práctico.

Siempre amaré a Dios y daré testimonio de Él.

Dios ha ordenado que sigamos a Cristo,

pasemos por pruebas y tribulaciones.

Si amamos a Dios de verdad,

nos someteremos a Su soberanía y Sus planes.