149 Daré la bienvenida a tu rostro sonriente mientras apareces ante mí
1 Una voz familiar me llama una y otra vez, despertando mi espíritu, despertándome de la larga noche. A través de la bruma veo Tu rostro sonriente. Nunca soñé que vería el rostro de Dios. Soy humanidad corrupta, carente de honor; sin embargo, el Rey más glorioso y digno viene hacia mí. Tus palabras me atraen, mi corazón está ebrio de alegría. Vivir frente a Ti todos los días es dulzura y dicha.
2 En silencio delante de Ti, escucho Tus palabras. Tus palabras son cálidas y fuertes. El amor en Tu juicio y castigo ha despertado mi corazón. Veo que Tus palabras son la verdad, ¡tan preciosas! Tu amor, tan sincero y hermoso, llena mi corazón y aviva mi amor. Hay tanto que amar en Ti y todo está grabado en mi corazón. Ofrecerte mi corazón y mi amor es mi deseo.
3 ¿Dónde estás ahora, mi querido? Mientras anhelo Tu amor, la noche de insomnio es larga. Me amas, entonces ¿por qué te escondes de mí? Mi corazón se inquieta cuando no puedo ver Tu rostro. En tribulaciones y pruebas, te llamo y miro hacia Ti. Tus palabras guiándome, es como ver Tu rostro. Amándote con todo mi corazón, siguiendo Tus pasos de cerca, me fortalezco en la fe. Vivir según Tu palabra me hace sentir tranquilo y a gusto. Tu palabra es la verdad y ha tomado posesión de mi corazón. Vivir por Tu palabra es la mayor felicidad. Deseo amarte y dar testimonio de Ti y seguirte toda mi vida. Luego, hecho mi testimonio, daré la bienvenida a Tu rostro sonriente mientras apareces ante mí.