Ⅰ

Cristo de los últimos días trae la vida,

el duradero y eterno camino de la verdad,

donde todos obtienen vida,

donde el hombre conocerá y será aprobado por Dios.

Si tú no buscas el camino de la vida

que provee Cristo de los últimos días,

Jesús nunca te aprobará ni al cielo entrarás,

pues eres un prisionero de la historia.

Los dominados por las reglas y la historia,

no obtendrán vida, ni el camino de la vida eterna.

Solo tendrán el agua turbia a la que se aferraron por siglos,

en vez del agua viva que fluye del trono.

Cristo de los últimos días trae la vida,

el duradero y eterno camino de la verdad,

donde todos obtienen vida,

donde el hombre conocerá y será aprobado por Dios.

Ⅱ

Aquellos sin el agua de la vida serán cadáveres,

juguetes de Satanás, hijos del infierno.

¿Cómo pueden ellos contemplar a Dios?

Si te aferras al pasado y te paralizas,

si no tratas de cambiar lo que es,

¿acaso no estarás en contra de Dios?

Cristo de los últimos días trae la vida,

el duradero y eterno camino de la verdad,

donde todos obtienen vida,

donde el hombre conocerá y será aprobado por Dios.

Ⅲ

Los pasos de la obra de Dios son vastos y poderosos,

como un gran oleaje y el cielo tronador,

pero ocioso esperas la muerte.

¿Cómo puedes ser considerado un seguidor del Cordero?

¿Cómo justificas a tu Dios como uno

que siempre es nuevo y nunca viejo?

¿Cómo pueden las palabras viejas llevarte a una nueva era,

o a buscar la obra de Dios y llegar al cielo?

Esas palabras solo son un consuelo temporal,

no verdades que dan la vida o te perfeccionan.

¿Acaso esto no te llama a reflexionar?

¿Acaso no ves los misterios que contiene?

¿Acaso puedes hacer tu propio camino al cielo

para encontrarte con Dios?

Observa quién está obrando ahora,

salvando al hombre en los últimos días.

Si no lo haces, nunca obtendrás la verdad

y nunca obtendrás la vida.

Adaptado de La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Solo el Cristo de los últimos días le puede dar al hombre el camino de la vida eterna