Ⅰ

El Espíritu de Dios ha hecho grandes obras

desde que creó el mundo.

Ha hecho obras distintas en naciones distintas,

y a través de eras distintas.

La gente de cada era ha visto Sus distintos caracteres,

revelados naturalmente y a la vista de todos,

y se muestran con obras distintas.

Él es Dios, todo compasión, todo amor y todo cariño.

Es el Redentor y el pastor.

Pero da Su juicio, condena y castigo. Condena del hombre.

Ⅱ

Guio al hombre en la tierra 2.000 años o más,

y redimió al hombre del pecado.

Conquista a todos los hombres que aún no lo conocen.

Él puede hacerlos vasallos, y así hacer que se rindan.

Al final, quemará a la inmundicia y la injusticia

de los hombres en el mundo.

Y así los hombres verán que Él es santo y magnífico,

es un Dios que juzga al hombre.

Él es Dios, todo compasión, todo amor y todo cariño.

Es el Redentor y el pastor.

Pero da Su juicio, condena y castigo. Condena del hombre.

Ⅲ

Es un fuego que quema la maldad de la humanidad,

es el juicio del pecado del hombre, que reparte castigo.

Para los que deben mejorar,

Él es tribulación y prueba, trato y poda,

también consuelo, apoyo, el que otorga la palabra.

Para los eliminados, Él es castigo y también retribución.

Él es Dios, todo compasión, todo amor y todo cariño.

Es el Redentor y el pastor.

Pero da Su juicio, condena y castigo. Condena del hombre.

Adaptado de La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Las dos encarnaciones completan el sentido de la encarnación