Ⅰ

¿Acaso sabes realmente por qué crees en Dios?

¿Y el propósito de Su obra y tu deber?

¿Acaso conoces la gloria de Dios y Su testimonio?

Si no lo tienes, te has quedado atrás.

Los sabelotodo son espinas en Sus ojos,

barreras en la casa de Dios,

cizaña que será arrojada fuera de Su obra.

Dios hace mucho los aborrece.

Debes saber cómo satisfacer a Dios,

y llevar tu fe en Él por el buen camino.

Dios desea tu lealtad y obediencia,

tu amor y testimonio.

Si no sabes cómo amar y ser testigo,

entrégale tu todo con tus únicos tesoros:

tu lealtad y obediencia.

Ⅱ

La ira de Dios cae sobre los privados del testimonio.

Su vara nunca se aparta; sin bendición,

están en manos del maligno.

Su castigo será peor que el de las mujeres necias.

Dios ata el trigo y la cizaña.

La cizaña será aventada en el tiempo de Su aventamiento.

El trigo será recogido y guardado,

y la cizaña será quemada hasta el polvo.

Debes saber cómo satisfacer a Dios,

y llevar tu fe en Él por el buen camino.

Dios desea tu lealtad y obediencia,

tu amor y testimonio.

Si no sabes cómo amar y ser testigo,

entrégale tu todo con tus únicos tesoros:

tu lealtad y obediencia.

Ⅲ

La obra de Dios es juntar al hombre en manojos

y conquistarlo por completo.

Entonces comenzará el aventamiento

para revelar el final del hombre.

Debes saber cómo satisfacer a Dios,

y llevar tu fe en Él por el buen camino.

Dios desea tu lealtad y obediencia,

tu amor y testimonio.

Si no sabes cómo amar y ser testigo,

entrégale tu todo con tus únicos tesoros:

tu lealtad y obediencia.

Adaptado de La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. ¿Qué sabes de la fe?