Las experiencias de Pedro: su conocimiento del castigo y del juicio (Parte 2)

Toda la vida del hombre se vive bajo el dominio de Satanás, y no hay ni una sola persona que por su cuenta se pueda liberar de la influencia de Satanás. Todas viven en un mundo asqueroso, en corrupción y vacío, sin el menor sentido o valor; viven unas vidas tan despreocupadas para la carne, para la lujuria y para Satanás. No le dan a su existencia el más mínimo valor. El hombre es incapaz de encontrar la verdad que lo libere de la influencia de Satanás. Aunque el hombre crea en Dios y lea la Biblia, no entiende cómo liberarse del control de la influencia de Satanás. A través de las edades, muy pocas personas han descubierto este secreto, y muy pocas han hecho referencia a él. Como tal, aunque el hombre detesta a Satanás y detesta la carne, no sabe cómo deshacerse de la influencia intrigante de Satanás. En la actualidad, ¿no estáis todavía bajo el dominio de Satanás? No te lamentas de tus actos desobedientes, mucho menos sientes que eres sucio o desobediente. Después de oponerte a Dios, hasta tienes paz en tu conciencia y sientes una gran tranquilidad. ¿No es tu tranquilidad porque eres corrupto? ¿No proviene esta paz en tu conciencia de tu desobediencia? El hombre vive en un infierno humano; vive bajo la oscura influencia de Satanás; por todo el país los fantasmas viven con el hombre, invadiendo la carne del hombre. En la tierra no vives en un hermoso paraíso. El lugar en el que estás es la esfera del diablo, un infierno humano, un inframundo. Si el hombre no es limpiado, entonces es de la inmundicia; si Dios no lo protege y lo cuida, entonces todavía es un cautivo de Satanás; si no es juzgado y castigado, entonces no tendrá los medios para escapar de la opresión de la oscura influencia de Satanás. El carácter corrupto que manifiestas, y el comportamiento desobediente que vives, son suficientes para probar que todavía estás viviendo bajo el dominio de Satanás. Si tu mente y tus pensamientos no han sido limpiados, y tu carácter no ha sido juzgado y castigado, entonces a todo tu ser todavía lo controla el ámbito de Satanás, tu mente la controla Satanás, tus pensamientos los manipula Satanás, y todo tu ser lo controlan las manos de Satanás. ¿Sabes qué tan lejos estás ahora de los estándares de Pedro? ¿Eres de calibre? ¿Qué tanto sabes del castigo y del juicio en la actualidad? ¿Qué tanto posees de eso que Pedro llegó a saber? Si hoy no sabes, ¿podrás lograr este conocimiento en el futuro? Alguien tan flojo y tan cobarde como tú, sencillamente es incapaz de conocer el castigo y el juicio de Dios. Si buscas la paz de la carne y los placeres de la carne, entonces no tendrás los medios para ser limpiado, y al final regresarás a Satanás, porque lo que vives es Satanás y la carne. Como las cosas están hoy, muchas personas no buscan la vida, lo que quiere decir que no se preocupan por ser limpiadas o por entrar en una experiencia de vida más profunda. Y entonces, ¿cómo pueden ser perfeccionadas? Los que no buscan la vida no tienen oportunidad de ser perfeccionados, y los que no buscan el conocimiento de Dios y no buscan los cambios en su carácter, son incapaces de escapar de la oscura influencia de Satanás. Con relación a su conocimiento de Dios y su entrada en los cambios en su carácter, no existe seriedad acerca de ellos, como los que sólo creen en la religión y que meramente siguen la ceremonia en su adoración. ¿No es eso una pérdida de tiempo? Si, en su creencia en Dios, el hombre no es serio acerca de los asuntos de la vida, no busca la entrada a la verdad, no busca los cambios en su carácter, y mucho menos busca tener un conocimiento de la obra de Dios, entonces no puede ser perfeccionado. Si tú quieres ser perfeccionado, debes entender el significado de la obra de Dios. En particular, debes entender el significado de Su castigo y juicio, y porqué se cumplen en el hombre. ¿Los puedes aceptar? Durante el castigo de este tipo, ¿puedes alcanzar las mismas experiencias y conocimiento que Pedro? Si buscas tener un conocimiento de Dios y de la obra del Espíritu Santo, y buscas cambios en tu carácter, entonces tienes la oportunidad de ser perfeccionado.

Para los que van a ser perfeccionados, es indispensable este paso de la obra de ser conquistados; sólo cuando el hombre ha sido conquistado puede experimentar la obra de ser perfeccionado. No hay gran valor en sólo desempeñar el papel de ser conquistado, ya que no te hará apto para que Dios te use. No vas a tener los medios para jugar tu parte de esparcir el evangelio porque no buscas la vida, y no buscas los cambios y la renovación de ti mismo, y por eso no tienes una experiencia actual de vida. Durante esta obra paso a paso, hubo una vez que actuaste como un hacedor de servicio, y como un complemento, pero si últimamente no buscas ser Pedro, y tu búsqueda no es de acuerdo al camino por el cual Pedro fue perfeccionado, entonces, naturalmente, no experimentarás cambios en tu carácter. Si eres alguien que buscas ser perfeccionado, entonces habrás dado testimonio, y dirás: “En esta obra paso a paso de Dios, he aceptado la obra de Dios del castigo y el juicio, y aunque he soportado gran sufrimiento, he llegado a conocer cómo Dios me perfecciona, he obtenido la obra que Dios hace, he adquirido el conocimiento de la justicia de Dios, y Su castigo me ha salvado. Su justo carácter ha venido sobre mí, y me ha traído bendiciones y gracia, y Su juicio y castigo me han protegido y purificado. Si Dios no me hubiera castigado y juzgado, y si las palabras duras de Dios no hubieran venido sobre mí, no hubiera llegado a conocer a Dios ni tampoco hubiera sido salvado. Hoy veo que, como criatura, no sólo uno se goza de todas las cosas que el Creador hizo, sino que, lo más importante, todas las criaturas deben gozar el justo carácter de Dios, y gozar Su justo juicio, porque el carácter de Dios es digno de que el hombre lo goce. Como una criatura a la que Satanás ha corrompido, uno debe gozar el justo carácter de Dios. En Su justo carácter hay castigo y juicio y, lo que es más, hay mucho amor. Aunque soy incapaz de obtener completamente el amor de Dios hoy, he tenido la buena fortuna de verlo, y en esto he sido bendecido”. Esta es la senda que caminan los que experimentan ser perfeccionados, y el conocimiento del que hablan. Tales personas son las mismas que Pedro; tienen las mismas experiencias que Pedro. Tales personas son también las que han ganado la vida, y las que poseen la verdad. Si el hombre experimenta hasta el final, durante el juicio de Dios se librará, de una manera inevitable y completa, de la influencia de Satanás, y Dios lo ganará.

Después de que han sido conquistadas, las personas no tienen un testimonio rotundo. Sólo han avergonzado a Satanás, pero no han vivido la realidad de las palabras de Dios. No has ganado la segunda salvación; sólo has ganado una ofrenda por el pecado, pero no has sido perfeccionado, y qué gran pérdida es esto. Vosotros debéis entender a qué debéis entrar, y qué debéis vivir, y debéis entrar en ellos. Si al final no logras ser perfeccionado, entonces no serás un verdadero ser humano y estarás lleno de pesar. Adán y Eva, a quienes Dios creó en el principio, eran personas santas, es decir, que mientras estuvieron en el jardín del Edén fueron santos; no estaban manchados con la inmundicia. También eran fieles a Jehová, y no sabían nada de la traición a Jehová. Esto era así porque no tenían la perturbación de la influencia de Satanás; no tenían el veneno de Satanás, y eran los más puros de toda la humanidad. Vivían en el jardín del Edén, sin mancha alguna de inmundicia, sin estar poseídos por la carne, viviendo en reverencia a Jehová. Después, cuando Satanás los tentó, tuvieron el veneno de la serpiente y el deseo de traicionar a Jehová, y vivieron bajo la influencia de Satanás. Al principio, eran santos y reverenciaban a Jehová; sólo así eran humanos. Más tarde, después que Satanás los tentó, comieron el fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal, y vivieron bajo la influencia de Satanás. Poco a poco Satanás los corrompió, y perdieron la imagen original del hombre. Al principio, el hombre tenía el aliento de Jehová, y no era en lo más mínimo desobediente, y no tenía maldad en su corazón. En ese tiempo, el hombre era verdaderamente humano. Después de que Satanás lo corrompió, el hombre se volvió una bestia: sus pensamientos se llenaron con el mal y la inmundicia, sin el bien o la santidad. ¿No es esto Satanás? Has experimentado mucho de la obra de Dios, pero no has cambiado o no has sido limpiado. Todavía vives bajo el dominio de Satanás, y todavía no te sometes a Dios. Así es alguien que ha sido conquistado pero que no ha sido perfeccionado. ¿Y por qué se dice que tal persona no ha sido perfeccionada? Porque esta persona no busca la vida o un conocimiento de la obra de Dios, y nada codicia más que los placeres de la carne y un consuelo momentáneo. Como resultado, no hay cambios en su carácter de vida, y no ha vuelto a obtener su apariencia original de hombre como Dios lo creó. ¡Tales personas son los cadáveres vivientes, son los muertos que no tienen espíritu! Los que no buscan tener un conocimiento de los asuntos del espíritu, que no buscan la santidad y que no buscan vivir la verdad, que están contentos sólo con ser conquistados en el lado negativo, que no son capaces de vivir y manifestar la verdad y hacerse parte del pueblo santo, ellos son personas que no han sido salvadas. Porque si no tiene la verdad, el hombre es incapaz de mantenerse firme durante las pruebas de Dios; sólo los que pueden mantenerse firmes durante las pruebas de Dios, son los que han sido salvados. Lo que quiero son personas como Pedro, personas que buscan ser perfeccionadas. La verdad hoy se les da a los que la anhelan y la buscan. Esta salvación se les otorga a los que anhelan que Dios los salve, y no sólo está destinada a que vosotros la adquiráis, sino que también es para que Dios os pueda ganar. Ganas a Dios con el fin de que Dios te pueda ganar. Hoy te he hablado estas palabras y tú las has escuchado y debes practicar de acuerdo a estas palabras. Al final, cuando pongas en práctica estas palabras, será cuando Yo te haya ganado por medio de estas palabras; al mismo tiempo, tú también habrás ganado estas palabras, es decir, habrás ganado esta salvación suprema. Una vez que hayas sido limpiado, serás un verdadero ser humano. Si no eres capaz de vivir la verdad, o de vivir la semejanza de uno que ha sido perfeccionado, entonces se puede decir que no eres un humano; eres como un cadáver viviente, una bestia, porque no tienes la verdad, ¡lo que quiere decir que estás sin el aliento de Jehová, y por eso eres una persona muerta que no tiene espíritu! Aunque es posible dar testimonio después de haber sido conquistado, lo que ganas es sólo una pequeña salvación, y no te has vuelto un ser viviente que posee un espíritu. Aunque has experimentado el castigo y el juicio, tu carácter no se ha renovado ni cambiado como resultado; sigues siendo tu antiguo yo, todavía le perteneces a Satanás, y no eres alguien que ha sido limpiado. Sólo los que han sido perfeccionados son de valor, y sólo personas como estas han ganado una verdadera vida. Un día alguien te dirá, “Tú has experimentado la obra de Dios, así que habla un poco acerca de cómo es Su obra. David experimentó la obra de Dios, y contempló los hechos de Jehová; Moisés también contempló los hechos de Jehová, y los dos pudieron describir los hechos de Jehová, y pudieron hablar de las maravillas de Jehová. Vosotros habéis contemplado la obra que hizo Dios encarnado; ¿puedes hablar de Su sabiduría? ¿Puedes hablar de lo maravilloso de Su obra? ¿Qué demandas os hizo Dios y cómo las experimentasteis? Habéis experimentado la obra de Dios durante los últimos días, ¿cuál es vuestra mayor visión? ¿Podéis hablar de esto? ¿Podéis hablar del justo carácter de Dios?” ¿Cómo contestarás cuando te enfrentes con estas preguntas? Si puedes decir, “Dios es justo, Él nos castiga y nos juzga, y nos expone implacablemente. El justo carácter de Dios realmente no tolera la ofensa del hombre. Después de experimentar la obra de Dios, he llegado a conocer nuestra propia bestialidad, y he realmente contemplado el justo carácter de Dios”, entonces la otra persona seguirá preguntándote, “¿Qué más sabes de Dios? ¿Cómo entra uno a la vida? ¿Tienes algunas aspiraciones personales?” Y puede que le contestes, “Después de que Satanás las corrompiera, las criaturas de Dios se volvieron bestias y no eran diferentes de los burros. Hoy vivo en las manos de Dios, así que debo satisfacer los deseos del Creador y obedecer lo que Él enseñe. No tengo otra opción”. Pero si sólo hablas con estas generalidades, esa persona no entenderá lo que estás diciendo. Cuando te preguntan qué conocimiento tienes de la obra de Dios, se están refiriendo a tus experiencias personales. Te están inquiriendo qué conocimiento tienes del castigo y el juicio de Dios después de experimentarlo, y con esto se están refiriendo a tus experiencias personales, y pidiéndote que hables de tu conocimiento de la verdad. Si no puedes hablar de esas cosas, esto prueba que no sabes nada de la obra en la actualidad. Tú siempre hablas palabras que son plausibles o que se conocen universalmente; no tienes experiencias específicas, mucho menos hay esencia en tu conocimiento y no tienes testimonios verdaderos, así que no convences a los demás. No seas un seguidor pasivo de Dios, y no busques lo que es curioso. Al no ser ni frío ni caliente, tú mismo te castigarás y retrasarás tu vida. Te debes deshacer de esa pasividad e inactividad, y volverte adepto de buscar las cosas positivas, y vencer tu propia debilidad para que puedas ganar la verdad y vivir la verdad. No hay nada temible en tu debilidad, y tus deficiencias no son tu mayor problema. Tu mayor problema y tu mayor deficiencia son que no eres ni caliente ni frío, y tu falta de deseo por buscar la verdad. El mayor problema con todos vosotros es una mentalidad cobarde por la cual estáis felices con las cosas como están y esperáis pasivamente. Este es vuestro mayor obstáculo, y el mayor enemigo en vuestra búsqueda de la verdad. Si obedeces sólo porque las palabras que Yo hablo son tan profundas, entonces realmente no posees el conocimiento ni atesoras la verdad. Una obediencia como la tuya no cuenta como testimonio, y Yo no apruebo tal obediencia. Alguien puede preguntarte, “¿De dónde exactamente viene tu Dios? ¿Cuál es la esencia de este Dios tuyo?” Tú contestarás, “Su esencia es el castigo y el juicio”. “¿No es Dios compasivo y amoroso con el hombre? ¿Sabes esto?” Tú dirás, “Ese es el Dios de los demás. Es el Dios en el que las personas de la religión creen; no es nuestro Dios”. Cuando personas como tú esparcen el evangelio, distorsionas el camino verdadero, ¿y para qué sirves? ¿Cómo pueden los demás obtener de ti el verdadero camino? No tienes la verdad y no puedes hablar nada de la verdad, ni menos aún puedes vivir la verdad. ¿Qué te califica para vivir delante de Dios? Cuando esparces el evangelio a los demás, y cuando hablas de la verdad y das testimonio de Dios, si no eres capaz de ganarlos, ellos refutarán tus palabras. ¿No eres un desperdicio de espacio? Has experimentado tanto de la obra de Dios, pero cuando hablas de la verdad no eres coherente. ¿Acaso no eres un inútil? ¿Para qué sirves? ¿Cómo podéis haber experimentado tanto de la obra de Dios, pero sin tener el más mínimo conocimiento de Él? Cuando preguntan qué conocimiento real tienes de Dios, no puedes pensar en algo qué decir o contestas con algo irrelevante, diciendo que Dios es poderoso, que las grandes bendiciones que has recibido son verdaderamente la exaltación de Dios, y que no hay mayor privilegio que poder contemplar a Dios en persona. ¿Qué valor hay en decir esto? ¡Son palabras inútiles y vacías! Habiendo experimentado tanto de la obra de Dios, ¿sólo sabes que la exaltación de Dios es la verdad? Debes conocer la obra de Dios, y sólo entonces darás un verdadero testimonio de Dios. ¿Cómo pueden los que no han obtenido la verdad dar testimonio de Dios?

Si tanta obra y tantas palabras no han tenido efecto en ti, entonces cuando llegue el tiempo de esparcir la obra de Dios no vas a poder desempeñar tu deber, y vas a ser avergonzado y humillado. En ese momento vas a sentir que le debes tanto a Dios, y que tu conocimiento de Dios es tan superficial. Si no buscas el conocimiento de Dios hoy, mientras Él está obrando, entonces después será demasiado tarde. Al final no tendrás ningún conocimiento del que hablar, te quedarás vacío, sin nada. ¿Qué, entonces, usarás para dar cuenta a Dios? ¿Tienes las agallas para mirar a Dios? Debes trabajar duro en tu búsqueda justo ahora, para que al final, como Pedro, sepas cuán benéfico es el castigo y el juicio de Dios para el hombre, y que sin Su castigo y juicio el hombre no puede ser salvado, y que sólo se puede hundir cada vez más profundo en esta tierra mugrienta, cada vez más profundo en el lodo. Satanás ha corrompido a los hombres, ellos han conspirado uno contra el otro, han hecho caso omiso uno del otro, han perdido su temor de Dios y su desobediencia es demasiado grande, sus nociones son demasiadas, y todos le pertenecen a Satanás. Sin el castigo y el juicio de Dios, el carácter corrupto del hombre no se puede limpiar, y no puede ser salvado. Lo que expresa la obra en la carne de Dios encarnado es precisamente aquello que expresa el Espíritu, y la obra que hace la lleva a cabo de acuerdo a aquello que el Espíritu hace. En la actualidad, si no tienes conocimiento de esta obra, ¡entonces eres demasiado necio y has perdido demasiado! Si no has obtenido la salvación de Dios, entonces tu creencia es una fe religiosa, y eres un cristiano que es de la religión. Porque te aferras a la doctrina muerta, has perdido la nueva obra del Espíritu Santo; los demás, que buscan el amor de Dios, pueden adquirir la verdad y la vida, mientras que tu fe es incapaz de ganar la aprobación de Dios. Antes bien, te has vuelto un hacedor de maldad, alguien que comete actos ruines y odiosos; te has vuelto el blanco de los chistes de Satanás y un cautivo de Satanás. El hombre no debe creer en Dios, sino que el hombre lo debe amar, buscar y adorar. Si no buscas hoy, entonces llegará el día en que digas, “Si sólo hubiera seguido a Dios correctamente, y lo hubiera satisfecho correctamente. Si sólo hubiera buscado los cambios en el carácter de mi vida. Cómo lamento no haber sido capaz de someterme a Dios en ese tiempo, y no buscar el conocimiento de la palabra de Dios. Dios dijo tanto en aquel momento; ¿cómo no busqué? ¡Fui tan estúpido!” Te vas a odiar hasta cierto punto. Hoy, no crees las palabras que digo ni les pones atención; cuando el día venga para que esta obra se esparza, y veas la totalidad de ella, lo vas a lamentar, y en ese momento te vas a quedar boquiabierto. Existen bendiciones, pero no sabes cómo disfrutarlas; y existe la verdad, pero no la buscas. ¿No atraes menosprecio sobre ti? En la actualidad, aunque el siguiente paso de la obra de Dios todavía está por comenzar, no hay nada excepcional acerca de las demandas que se te hacen y lo que se te pide vivir. Hay tanta obra y tantas verdades; ¿no son dignas de que las conozcas? ¿Son el juicio y el castigo de Dios incapaces de despertar tu espíritu? ¿Son el castigo y el juicio de Dios incapaces de hacer que te odies? ¿Estás contento de vivir bajo la influencia de Satanás, con paz y gozo y un poco de comodidad carnal? ¿No eres la más vil de todas las personas? Nadie es más necio que los que han contemplado la salvación, pero no buscan ganarla: son personas que se atiborran de la carne y gozan a Satanás. Esperas que tu fe en Dios no acarree ningún reto o tribulación o la más mínima dificultad. Siempre buscas aquellas cosas que no tienen valor, y no le fijas ningún valor a la vida, poniendo en cambio tus propios pensamientos extravagantes antes que la verdad. ¡Eres tan despreciable! Vives como un cerdo, ¿qué diferencia hay entre ti y los cerdos y los perros? ¿No son todos los que no buscan la verdad, y en cambio aman la carne, unas bestias? ¿No son todos esos muertos sin espíritus los cadáveres vivientes? ¿Cuántas palabras habéis hablado entre vosotros? ¿Se habrá hecho sólo poco de obra entre vosotros? ¿Cuánto he provisto entre vosotros? ¿Y por qué no lo has obtenido? ¿De qué tienes que quejarte? ¿No es el caso de que no has obtenido nada porque estás demasiado enamorado de la carne? ¿Y no es porque tus pensamientos son muy extravagantes? ¿No es porque eres muy estúpido? Si no puedes obtener estas bendiciones, ¿puedes culpar a Dios por no salvarte? Lo que buscas es poder ganar la paz después de creer en Dios, que tus hijos no se enfermen, que tu esposo tenga un buen trabajo, que tu hijo encuentre una buena esposa, que tu hija encuentre un esposo decente, que tu buey y tus caballos aren bien la tierra, que tengas un año de buen clima para tus cosechas. Esto es lo que buscas. Tu búsqueda es sólo para vivir en la comodidad, para que a tu familia no le sucedan accidentes, para que los vientos te pasen de largo, para que el polvillo no toque tu cara, para que las cosechas de tu familia no se inunden, para que no te afecte ningún desastre, para vivir en el abrazo de Dios, para vivir en un nido acogedor. Un cobarde como tú, que siempre busca la carne, ¿tienes corazón, tienes espíritu? ¿No eres una bestia? Yo te doy el camino verdadero sin pedirte nada a cambio, pero no buscas. ¿Eres uno de los que creen en Dios? Te otorgo la vida humana real, pero no la buscas. ¿Es que no puedes ser diferente a un cerdo o a un perro? Los cerdos no buscan la vida del hombre, no buscan ser limpiados y no entienden lo que es la vida. Cada día, después de hartarse de comer, simplemente se duermen. Te he dado el camino verdadero, pero no lo has obtenido: tienes las manos vacías. ¿Estás dispuesto a seguir en esta vida la vida de un cerdo? ¿Qué significado tiene la vida de tales personas? Tu vida es despreciable y vil, vives en medio de la inmundicia y el libertinaje y no persigues ninguna meta; ¿no es tu vida la más innoble de todas? ¿Tienes las agallas para mirar a Dios? Si sigues teniendo esa clase de experiencia ¿vas a conseguir algo? El camino verdadero se te ha dado, pero que al final puedas o no ganarlo depende de tu propia búsqueda personal. La gente dice que Dios es un Dios justo, y en tanto que el hombre lo siga hasta el final, Él seguramente será imparcial hacia el hombre porque Él es muy justo. Si un hombre lo sigue hasta el final, ¿lo podría desechar? Soy imparcial con todos los hombres, y juzgo a todos los hombres con Mi justo carácter, sin embargo, hay condiciones adecuadas para las exigencias que le hago al hombre, y lo que Yo exijo todos los hombres lo deben cumplir, sin importar quiénes sean. No me importa qué tan amplias o venerables sean tus aptitudes; sólo me importa si caminas en Mi camino y si tienes o no amor y sed por la verdad. Si careces de la verdad y más bien traes vergüenza sobre Mi nombre, y no actúas de acuerdo a Mi camino, y sólo lo sigues sin cuidado o interés, entonces en ese momento te voy a derribar y te voy a castigar por tu maldad y ¿qué tendrás que decir entonces? ¿Podrás decir que Dios no es justo? Hoy, si has cumplido con las palabras que he hablado, entonces eres la clase de persona que apruebo. Dices que siempre has sufrido mientras sigues a Dios, que lo has seguido contra viento y marea, y que has compartido con Él los buenos y los malos tiempos, pero no has vivido las palabras que Dios habló; sólo quieres ir de un lado a otro detrás de Dios todos los días, y nunca has pensado vivir una vida que tenga sentido. Dices que, en cualquier caso, crees que Dios es justo: has sufrido por Él, has ido de un lado a otro por Él, y te has dedicado a Él y has trabajado duro a pesar de no recibir ningún reconocimiento; seguro que se debe acordar de ti. Es verdad que Dios es justo, pero Su justicia no está manchada con ninguna impureza: no contiene voluntad humana, y no está manchada por la carne o por las transacciones humanas. Todos los que son rebeldes y están en oposición, y no están en conformidad con Su camino, serán castigados; ¡ninguno será perdonado y ninguno será salvado! Algunas personas dicen, “Hoy voy de aquí para allá por Ti; cuando llegue el final, ¿me puedes dar una pequeña bendición?” Así que te pregunto, “¿Has cumplido Mis palabras?” La justicia de la que hablas se basa en una transacción. Tú sólo piensas que Yo soy justo e imparcial con todos los hombres, y que todos los que me siguen hasta el final están seguros de ser salvos y ganar Mis bendiciones. Hay un significado interno en Mis palabras de que “todos los que me siguen hasta el final están seguros de ser salvos”: los que me siguen hasta el final son a los que Yo ganaré íntegramente; son los que, después de que los haya conquistado, buscan la verdad y son perfeccionados. ¿Qué condiciones has alcanzado? Sólo has conseguido seguirme hasta el final, pero ¿qué más? ¿Has cumplido Mis palabras? Has alcanzado uno de Mis cinco requisitos, pero no tienes la intención de cumplir los cuatro restantes. Sencillamente has encontrado el camino más sencillo y fácil, y lo has seguido pensando que eres afortunado. Hacia una persona como tú, Mi justo carácter es uno de castigo y juicio, es una de retribución justa, y es el castigo justo de todos los hacedores de maldad; todos los que no caminan en Mi camino con toda seguridad van a ser castigados, incluso si siguen hasta el final. Esta es la justicia de Dios. Cuando este justo carácter se exprese en el castigo del hombre, el hombre se quedará boquiabierto y lamentará que, mientras seguía a Dios, no caminó en Su camino. En ese momento sólo sufrió un poco mientras seguía a Dios, pero no caminó en el camino de Dios. ¿Qué excusas hay? ¡No hay opción sino la de ser castigado! Pero en su mente está pensando, “De todos modos, he seguido hasta el final, por lo que incluso si me castigas, no puede ser un castigo demasiado severo, y después de imponer este castigo todavía me vas a querer. Sé que Tú eres justo, y que no me vas a tratar de esa manera para siempre. Después de todo, no soy como los que van a ser exterminados; los que son exterminados recibirán un fuerte castigo, mientras que mi castigo será más leve”. El justo carácter de Dios no es como dices. No es el caso de que los que son buenos para confesar sus pecados son tratados con indulgencia. La justicia es santidad, y es un carácter que no tolera que el hombre ofenda, y todo lo que es inmundicia y que no ha cambiado, es el blanco de la indignación de Dios. El justo carácter de Dios no es una ley sino un decreto administrativo: es un decreto administrativo dentro del reino, y este decreto administrativo es el castigo justo para cualquiera que no posee la verdad y no ha cambiado, y no hay margen para la salvación. Porque cuando cada uno sea clasificado de acuerdo a su especie, los buenos serán recompensados y los malos serán castigados. Es cuando el destino del hombre se aclarará; es el momento en que la obra de salvación llegará a su fin; la obra de salvar al hombre ya no se hará y la retribución vendrá sobre todos los que hicieron el mal. Algunas personas dicen, “Dios recuerda a cada uno de los que a menudo están de Su lado. Yo soy uno de esos hermanos y hermanas, y Dios no podría olvidarnos a ninguno de nosotros. Dios nos ha garantizado ser perfeccionados. Él no recordará a ninguno de los que están debajo de nosotros; a los que entre ellos serán perfeccionados se les garantiza ser menos que nosotros, que con frecuencia nos encontramos con Dios; entre nosotros a ninguno Dios lo ha olvidado; a todos Dios nos ha aprobado, y Dios nos ha garantizado ser perfeccionados”. Todos vosotros tenéis tales nociones; ¿es esto justicia? ¿Has puesto en práctica la verdad o no? En realidad, difundes rumores como estos, ¡no tienes vergüenza!

En la actualidad algunas personas buscan que Dios las use, pero después de ser conquistadas no se les puede usar de un modo directo. En cuanto a las palabras que se hablaron hoy, si, cuando Dios usa a las personas, todavía no eres capaz de alcanzarlas, entonces no has sido perfeccionado. En otras palabras, la llegada del fin del periodo cuando el hombre sea perfeccionado determinará si Dios elimina o usa al hombre. Los que han sido conquistados no son nada más que ejemplos de pasividad y negatividad; son especímenes y modelos, pero no son nada más que un contrapunto. Sólo cuando el hombre tenga vida, y haya cambiado su carácter y haya logrado los cambios por dentro y por fuera, habrá sido perfeccionado por completo. Hoy, ¿qué quieres, ser conquistado o ser perfeccionado? ¿Cuál quieres lograr? ¿Cuántas de las condiciones para ser perfeccionado has cumplido? ¿Cuáles no has cumplido? ¿Cómo debes equiparte y cómo debes compensar tus deficiencias? ¿Cómo debes entrar en el camino para ser perfeccionado? ¿Cómo te debes someter por completo? Pediste ser perfeccionado, así que, ¿buscas la santidad? ¿Buscas el castigo y el juicio para que Dios te pueda proteger? Buscas ser limpiado, así que, ¿estás dispuesto a aceptar el castigo y el juicio? Pides conocer a Dios, pero, ¿tienes un conocimiento de Su castigo y de Su juicio? Hoy, la mayor parte de la obra que Él hace en ti es castigo y juicio; ¿qué conocimiento tienes de esta obra que se ha llevado a cabo en ti? ¿Te han limpiado el castigo y el juicio que has experimentado? ¿Te han cambiado? ¿Han tenido algún efecto en ti? ¿Estás muy cansado de tanta obra hoy, maldiciones, juicios y revelaciones, o crees que son de gran beneficio para ti? Amas a Dios, pero, ¿debido a qué lo amas? ¿Amas a Dios porque has recibido sólo un poco de gracia, o amas a Dios después de haber obtenido la paz y el gozo? ¿O amas a Dios después de que Su castigo y juicio te limpiaron? ¿Qué exactamente te hace amar a Dios? ¿Qué condiciones cumplió Pedro con el fin de ser perfeccionado? Después de que fue perfeccionado, ¿cuál fue la forma crucial en la que lo expresó? ¿Amó al Señor Jesús porque lo anhelaba, o porque no lo podía ver, o porque había sido reprochado? ¿O amó al Señor Jesús aún más porque había aceptado el sufrimiento de las tribulaciones, y había llegado a conocer su propia inmundicia y desobediencia, y había llegado a conocer la santidad del Señor? ¿Se hizo más puro su amor por Dios por el castigo y juicio de Dios o por algo más? ¿Por cuál? Tú amas a Dios por la gracia de Dios, y porque te ha dado hoy alguna pequeña bendición. ¿Es esto verdadero amor? ¿Cómo debes amar a Dios? ¿Debes aceptar Su castigo y juicio y, después de contemplar Su justo carácter, poder amarlo verdaderamente, al punto de que estés completamente convencido y tengas un conocimiento de Él? Como Pedro, ¿puedes decir que nunca puedes amar a Dios lo suficiente? ¿Lo que buscas es ser conquistado después del castigo y el juicio, o ser limpiado, protegido y cuidado después del castigo y el juicio? ¿Cuál de esos buscas? ¿Es tu vida una vida que tiene sentido, o es inútil y no tiene valor? ¿Quieres la carne o quieres la verdad? ¿Quieres el juicio o la comodidad? Habiendo experimentado tanto de la obra de Dios, y habiendo contemplado la santidad y la justicia de Dios, ¿cómo debes buscar? ¿Cómo debes caminar esta senda? ¿Cómo debes poner en práctica tu amor por Dios? ¿Han logrado el castigo y el juicio de Dios algún efecto en ti? ¡Sea que tengas un conocimiento del castigo y el juicio de Dios o no, depende de lo que vivas y hasta qué punto ames a Dios! Tus labios dicen que amas a Dios, pero lo que vives es el carácter antiguo y corrupto; no tienes temor de Dios, mucho menos tienes una conciencia. ¿Aman tales personas a Dios? ¿Son leales esas personas a Dios? ¿Son las que aceptan el castigo y el juicio de Dios? Dices que amas a Dios y que crees en Él, pero no te desprendes de tus nociones. En tu obra, en tu entrada, en las palabras que hablas y en tu vida, no hay manifestación de tu amor por Dios y no hay reverencia por Dios. ¿Es acaso así alguien que ha alcanzado el castigo y el juicio? ¿Podría ser Pedro alguien así? ¿Tienen los que son como Pedro sólo el conocimiento, pero no la vivencia? En la actualidad, ¿cuál es la condición que exige que el hombre viva una vida real? ¿Fueron las oraciones de Pedro nada más que palabras que salieron de su boca? ¿No fueron acaso palabras que salieron de lo profundo de su corazón? ¿Oró sólo Pedro sin poner en práctica la verdad? ¿Por el bien de quién es tu búsqueda? ¿Cómo te debiste haber protegido y limpiado durante el castigo y el juicio de Dios? ¿No son el castigo y el juicio de Dios de beneficio alguno para el hombre? ¿Es todo juicio un castigo? ¿Será que sólo la paz y el gozo, que sólo las bendiciones materiales y la comodidad momentánea, puedan ser benéficas para la vida del hombre? Si el hombre vive en un ambiente agradable y cómodo, sin una vida de juicio, ¿podría ser limpiado? Si el hombre quiere cambiar y ser limpiado ¿cómo debe aceptar ser perfeccionado? ¿Qué camino escogerás hoy?

El fin de todas las cosas se está acercando, ¿quieres saber cómo el Señor recompensará el bien, castigará el mal y determinará el fin de cada uno? Bienvenido a contactarnos para descubrir la respuesta.

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