Dios mismo, el único VII

Parte 3

Dios es la fuente de vida para todas las cosas (I)

Llegados a este punto de la exposición, ¿sentís que tenéis un entendimiento parcial de la connotación de la frase “Dios es la fuente de vida para todas las cosas”? (Sí). Sabía que cuando expusiese este tema muchas personas pensarían inmediatamente que Dios es verdad y que Su palabra provee para nosotros, pero sólo lo pensarían a este nivel. Algunos sentirían incluso que la provisión de Dios para la vida humana, proveyendo comida y bebida cada día y todas las necesidades cotidianas no cuenta como provisión para el hombre. ¿Se sienten así algunas personas? (Sí). ¿No está muy claro el propósito de Dios en cómo creó todas las cosas de forma que la humanidad pueda existir y vivir con normalidad? Dios mantiene el entorno en el que viven las personas y provee todas las cosas que la humanidad necesita. Además, gestiona y domina sobre todas las cosas. Todo esto permite a la humanidad vivir y desarrollarse normalmente; es de esta forma que Dios provee para todas las cosas y para la humanidad. ¿Necesitan las personas reconocer y entender estas cosas? (Sí). Quizás algunos puedan decir: “Este tema es demasiado distante de nuestro conocimiento del verdadero Dios mismo, y no queremos conocerlo porque el hombre no puede vivir sólo de pan, sino que vive por la palabra de Dios”. ¿Es esto correcto? (No). ¿Cuál es el error aquí? ¿Podéis tener un conocimiento completo de Dios si sólo conocéis las cosas que Él ha dicho? Si sólo aceptáis Su obra y Su juicio y castigo, ¿tendríais un entendimiento completo de Dios? Si sólo conocéis una pequeña parte del carácter de Dios, una pequeña parte de Su autoridad, eso es suficiente para conseguir un entendimiento de Dios, ¿verdad? (No). Las acciones de Dios empiezan con Su creación del universo y siguen hoy donde son evidentes en todo tiempo y en cada momento. Si las personas creen que Dios existe sólo porque ha escogido a algunas personas sobre las cuales hace Su obra para salvarlas, y si creen que otras cosas no implican a Dios, Su autoridad, Su estatus, y Sus actos, ¿puede considerarse eso conocer realmente a Dios? Las personas que tienen ese así llamado conocimiento de Dios, el que está basado en una visión unilateral de que Dios se limita únicamente a un grupo de personas, son cortos de vista. ¿Es esto un verdadero conocimiento de Dios? ¿No están las personas con este tipo de conocimiento de Dios negando Su creación de todas las cosas y Su dominio sobre ellas? Algunas personas no desean reconocer esto, y pueden pensar para sí: “No veo el dominio de Dios sobre todas las cosas, es algo demasiado distante de mí y no quiero entenderlo. Dios hace lo que quiere y no tiene nada que ver conmigo. Sólo me preocupo de aceptar Su liderazgo y Su palabra, y Él me perfeccionará y salvará. Sólo prestaré atención a estas cosas, pero no intentaré entender nada más ni pensar en ello. Sean cuales sean las reglas que Dios hizo cuando creó todas las cosas o haga lo que haga para proveer para ellas y la humanidad, eso no tiene nada que ver conmigo”. ¿Qué es esta clase de discurso? ¿No es totalmente vergonzoso? ¿Hay alguno entre vosotros que piense así? Sé que hay una gran mayoría que piensa de esta forma, aunque no lo digáis. Este tipo de persona que sigue el libro a rajatabla puede usar su propio así llamado punto de vista espiritual en su visión de todo. Quieren limitar a Dios a la Biblia, a las palabras que Él ha hablado, y sólo a la palabra escrita literal. No desean conocer más acerca de Dios y no quieren que Él preste más atención a hacer otras cosas. Esta forma de pensar es infantil y muy religiosa. ¿Pueden conocer a Dios las personas que sostienen estos puntos de vista? Se les haría difícil conocer a Dios. Hoy he contado estas dos historias y he hablado sobre estos dos aspectos. Simplemente habiéndolos oído y habiendo entrado en contacto con ellos, podríais sentir que son profundos o incluso un poco abstractos y difíciles de comprender y entender. Podría ser incluso más difícil conectarlos con las acciones de Dios y Dios mismo. Sin embargo, todas las acciones de Dios y todo lo que ha hecho entre todas las cosas y toda la humanidad debería ser conocido clara y precisamente por cada persona y por todo aquel que busque conocer a Dios. Este conocimiento te dará confirmación de, y fe en, la verdadera existencia de Dios. También te dará un conocimiento exacto de la sabiduría de Dios, de Su poder, y de cómo provee para todas las cosas. Te permitirá concebir claramente la verdadera existencia de Dios y ver que la misma no es ficticia, ni una leyenda. Esto te permite ver que no es confusa, que no es sólo una teoría, y que sin duda Dios no es sólo un sustento espiritual, sino que existe realmente. Además, te permite conocerlo como Dios en la forma en que Él siempre ha provisto para todas las cosas y para la humanidad; lo hace a Su manera y de acuerdo con Su propio ritmo. Por tanto, se puede decir que gracias a que Dios creó todas las cosas y les dio reglas, por medio de Su mandato pueden desarrollar las tareas que se les asignaron, cumplir con sus responsabilidades, y desempeñar el papel concedido a cada una de ellas. Todas las cosas cumplen su propio papel para la humanidad, y lo hacen en el espacio y entorno donde viven las personas. Si Dios no hubiera hecho las cosas de esta forma y el entorno de la humanidad no fuera como es, la creencia en Dios de las personas o el hecho de que lo sigan, nada de ello sería posible; sería simplemente palabrería vacía, ¿no es correcto?

Echemos otro vistazo a esta historia que acabamos de oír. En relación a la gran montaña y el pequeño arroyo, ¿qué es la montaña? Cosas vivas florecen sobre ella de forma que hay valor en su existencia por sí misma. Al mismo tiempo, la montaña bloquea el pequeño arroyo, garantizando que este no fluya por donde quiera y por tanto no lleve el desastre a las personas. ¿No es correcto? En virtud de la existencia de la montaña, esta permite a las cosas vivas como los árboles, las hierbas, todas las demás plantas y los animales en ella que florezcan mientras que también dirige hacia dónde fluye el pequeño arroyo; la montaña reúne las aguas de esta y las guía de forma natural alrededor de su pie donde puede fluir hasta el río y finalmente hasta el mar. La naturaleza no hizo las reglas que entran en juego aquí, sino que fue Dios quien las dispuso especialmente en la época de la creación. En cuanto a la gran montaña y el viento violento, la montaña, también, necesita el viento. Lo hace para acariciar a las cosas vivas que viven en ella, y al mismo tiempo limita la dureza con la que el viento violento puede soplar de forma que no arrolle y devaste. Esta norma contiene, en cierta manera, la obligación de la gran montaña, ¿tomó forma por sí misma esta norma relativa a la obligación de la montaña? (No). Al contrario, fue hecha por Dios. La gran montaña tiene su propia obligación y el viento violento también tiene la suya. Ahora, en cuanto a la gran montaña y la ola inmensa, si la primera no estuviera allí, ¿encontraría el agua por sí misma una dirección para fluir? (No). El agua también arrollaría y devastaría. La montaña tiene su propio valor como montaña, y el mar tiene su propio valor como mar. De esta forma, bajo estas circunstancias en las que no interfieren el uno con el otro y son capaces de existir juntos con normalidad, también se limitan; la gran montaña contiene al mar para que no se desborde y protege así los hogares de las personas, y esto también permite que el mar nutra a los seres vivos que moran en él. ¿Tomó este paisaje forma por sí mismo? (No). Dios lo creó también. A partir de estas imágenes vemos que cuando Dios creó el universo, predeterminó dónde estaría la montaña, dónde fluiría el arroyo, desde qué dirección comenzaría a soplar el viento violento y hacia dónde iría, así como cuán altas serían las olas inmensas. Las intenciones y el propósito de Dios se encuentran en todas estas cosas y son Sus hechos. Ahora, ¿podéis ver que los hechos de Dios están presentes en todas las cosas? (Sí).

¿Cuál es el propósito de nuestra exposición de todas estas cosas? ¿Es para que las personas puedan investigar las normas tras la creación del universo por Dios? ¿Es para que las personas puedan interesarse en la astronomía y la física? (No). ¿Qué es entonces? Es para que las personas entiendan los hechos de Dios. El aspecto más importante de conocer los hechos de Dios es que desde el entendimiento de Sus acciones, las personas pueden afirmar y verificar que Dios es la fuente de vida para todas las cosas. Si eres capaz de entender este concepto, podrás confirmar verdaderamente que Dios ocupa el papel dominante en tu corazón y que Dios es el único Dios mismo, el Creador de los cielos, la tierra y todas las cosas. Por tanto, ¿es útil para tu entendimiento de Dios conocer las normas de todas las cosas y los hechos de Dios? (Sí). ¿Cuán útil es? Esta pregunta es muy importante. Primero, cuando entendieras estos hechos de Dios, ¿seguirías interesado en la astronomía y la geografía? ¿Seguirías teniendo un corazón escéptico y dudoso en relación con el hecho de que Dios es el Creador de todas las cosas? ¿Seguirías teniendo el corazón de un investigador y dudarías de que Dios es el Creador de todas las cosas? Cuando confirmes que Dios es el Creador del universo y llegues a conocer las normas detrás de Su creación, ¿creerás realmente en tu corazón que Dios provee para el universo? ¿Se ha dicho “proveer” por algún tipo de significado o en una circunstancia especial? Que Dios provee para el universo tiene un sentido y una aplicación muy amplios. ¿Verdad? Dios no sólo provee a las personas en sus necesidades diarias de alimentos y bebida, sino que les provee todo lo que necesitan, incluyendo todo lo que las personas ven y las cosas que no se pueden ver. Dios sostiene, gestiona, y gobierna el entorno vital que la humanidad necesita. Cualquiera que sea el entorno que la humanidad necesite en cualquier estación, Dios lo ha preparado. Sea cual sea la atmósfera o la temperatura adecuada para la existencia humana, también está bajo el control de Dios y ninguna de estas normas se producen por sí solas o aleatoriamente; son el resultado de la norma de Dios y de Sus hechos. Dios mismo es la fuente de todas estas normas y la fuente de vida para todas las cosas. Esta es una realidad establecida e irrefutable la creas o no, la veas o no, la entiendas o no.

Sé que la inmensa mayoría de las personas sólo cree en lo que Dios dijo e hizo en la Biblia y en que Dios reveló Sus hechos a una pequeña minoría, para que las personas pudieran ver el valor de Su existencia, entender Su estatus y saber que Él en verdad existe. Sin embargo, para muchas más personas, el hecho de que Dios crease el universo y de que Él gestione y provea para todas las cosas, parece algo vago o ambiguo y ellas incluso mantienen una actitud de duda. Este tipo de actitud provoca que las personas crean consistentemente que las leyes del mundo natural se formaron por sí mismas, que los cambios, las transformaciones, y los fenómenos del mundo natural y las propias leyes que gobiernan la naturaleza surgieron por iniciativa propia. Esto significa que, en sus mentes, las personas no pueden comprender cómo creó Dios todas las cosas y gobierna sobre ellas, no pueden entender cómo gestiona Él todas las cosas y provee para ellas. Por las limitaciones de esta premisa, las personas no creen en la creación de Dios, Su señorío sobre todas las cosas y que Él es el Proveedor; e incluso los creyentes están simplemente confinados a la Era de la Ley, la de la Gracia y la del Reino, esto es, los hechos de Dios, así como Su provisión para la humanidad están de alguna forma limitados sólo a Su pueblo escogido. Esto es algo que realmente odio ver y que me produce mucho dolor, porque la humanidad disfruta de todas las cosas que Dios trae, pero al mismo tiempo niega todo lo que Él hace y todo lo que le da. Las personas sólo creen que los cielos, la tierra y todas las cosas están gobernadas por sus propias reglas y leyes naturales y que no hay un gobernador que los controle ni que provea para ellos y los guarde. Aunque creas en Dios, podrías no creer que todas estas cosas son Sus hechos; esta es una de las áreas que más pasa por alto todo creyente en Dios, todo aquel que acepta Su palabra, y todo aquel que sigue a Dios. Por tanto, tan pronto como empiezo a exponer algo que no tenga relación con la Biblia o la así llamada terminología espiritual, algunas personas se aburren o se cansan, o incluso se sienten incómodas. Parece que es algo enemistado con las personas y las cosas espirituales. Eso es malo. Cuando se trata de conocer los hechos de Dios, aunque no mencionemos la astronomía, la geografía o la biología, conocemos el señorío de Dios sobre todas las cosas, Su provisión para todas ellas, y que Él es la fuente de todas ellas. Esta es una tarea fundamental, una que debe estudiarse, ¿entiendes? (Sí).

En las dos historias que acabo de contar, aunque puedan tener algún contenido inusual y se os hayan contado y expresado de una forma única, quise no obstante usar un lenguaje directo y un método simple de forma que podáis comprender y aceptar algo más profundo. Este era Mi único objetivo: quería que vierais y creyerais que Dios es el Gobernador de todas las cosas a partir de estas pequeñas historias y escenas. El objetivo de contar estas historias es permitiros ver y conocer los hechos infinitos de Dios dentro de los confines finitos de una historia. En cuanto a cuándo alcanzaréis este resultado en vosotros, depende de vuestras experiencias y vuestra búsqueda individual. Si buscas la verdad y si buscas conocer a Dios, estas cosas servirán como un recordatorio firme y sólido para ti; te permitirán tener una conciencia más profunda, una claridad en tu entendimiento, y te acercarás gradualmente a los hechos reales de Dios, una cercanía que no tendrá distancia ni error. Sin embargo, si no buscas conocer a Dios, esas historias que oíste no son nada más que historias y no pueden hacerte ningún daño. Así que, tal vez consideradlas como historias verdaderas.

¿Entendisteis algo de estas dos historias? En primer lugar, ¿se apartan estas dos historias de nuestra exposición anterior sobre la preocupación de Dios por la humanidad? ¿Hay una conexión inevitable? (Sí). ¿Cuál es esta? ¿Es acaso que en estas dos historias vemos los hechos de Dios y cómo lo planea y gestiona todo para la humanidad? ¿Es acaso que todo lo que Dios hace y todos Sus pensamientos se encaminan hacia la existencia de la humanidad? (Sí). ¿No son muy evidentes los pensamientos cuidadosos de Dios y Su consideración para con la humanidad? (Sí). La humanidad no tiene que hacer nada. Dios ha preparado para las personas el aire mismo que respiran. Puedes ver que los vegetales y las frutas que comen están fácilmente disponibles. De norte a sur, de este a oeste, cada región tiene sus propios recursos naturales y los diferentes cultivos, así como las frutas y vegetales han sido preparados por Dios para las personas de forma que puedan vivir pacíficamente. Todo esto puede demostrar que todo lo que Dios ha creado es bueno. Hablando del entorno más grande, Dios hizo todas las cosas interconectadas, mutuamente entretejidas, e interdependientes. Él usó este método y estas reglas para mantener la supervivencia y la existencia de todas las cosas y de esta forma la humanidad ha vivido tranquila y pacíficamente y ha crecido y se ha multiplicado de una generación a la siguiente en este entorno vital hasta el día presente. Dios equilibra el entorno natural para garantizar la supervivencia de la humanidad. Si la regulación y el control de Dios no existieran, ningún hombre podría mantener y equilibrar el entorno, aunque Dios lo creara en primer lugar. En algunos lugares no hay aire, por lo que la gente no puede vivir allí y Dios no te permitirá ir allí. Por tanto, no te salgas de los límites, esto es para la protección de la humanidad y son cosas muy misteriosas. Dios preparó cada rincón del entorno, la longitud y la anchura de la tierra, y cada cosa viviente sobre ella —tanto las vivas como las muertas— y las pensó de manera cuidadosa: ¿por qué se necesita esta cosa? ¿Por qué es aquella innecesaria? ¿Cuál es el propósito de tener esta cosa aquí y por qué debería ir aquello allí? Dios ya ha pensado todo eso y no hay necesidad de que las personas lo hagan. ¡Toda la creación de Dios es tan perfecta! Hay algunas personas insensatas que siempre están pensando en mover montañas, pero en lugar de hacer eso, ¿por qué no moverse a las llanuras? Si no te gustan las montañas, ¿por qué vais a vivir cerca de ellas? ¿No es esto insensato? ¿Qué ocurre si mueves esa montaña? Un huracán soplará o una ola inmensa arrollará destruyendo los hogares de las personas. ¿No sería una imprudencia hacer eso? ¿Verdad? (Sí). Las personas sólo pueden destruir y Satanás alienta esta destrucción. El Diablo siempre está pensando en grandes planes y maniobras para establecerse e inmortalizar su reputación. Incluso ha arruinado el único lugar que tiene para vivir, y aun así quiere proveer para todas las cosas y gestionarlas. ¡Cuán ignorante y totalmente insensato!

Dios permite al hombre gestionar todas las cosas y tener señorío sobre ellas, pero ¿hace el hombre un buen trabajo? (No). ¿Cómo hace el hombre un mal trabajo? La humanidad tiende a la destrucción; no sólo es incapaz de preservar las cosas tal como Dios las creó, las ha destruido realmente. La humanidad ha reducido las montañas a ruinas, tapado los mares con tierra, y convertido las llanuras en desiertos donde nadie puede vivir. No obstante, allí en el desierto el hombre ha creado industria y construido bases nucleares y la destrucción prevalece en todas direcciones. Los ríos ya no son ríos, el mar ya no es el mar, están llenos hasta el borde de contaminación. Cuando la humanidad rompe el equilibrio y las reglas de la naturaleza, su día de desastre y muerte no está lejos y es inevitable. Cuando llegue el desastre, sabrás cuán valiosa es la creación de Dios y cuán importante es toda ella para la humanidad; esta está empezando a despertarse ante esta realidad. Verás, para el hombre, vivir en un buen clima es como estar en el paraíso. Las personas no son conscientes de esta bendición, pero en el momento en que lo pierdan todo verán cuán raro y valioso es todo ello. ¿Cómo podría uno tener todo esto de vuelta? ¿Qué podrían hacer las personas si Dios no estuviera dispuesto a crearlo de nuevo? ¿Qué podrías hacer? (No podríamos hacer nada). Realmente, hay algo que puedes hacer y es muy simple, y cuando te diga lo que es sabrás inmediatamente que es factible. ¿Por qué se ha encontrado el hombre en su dilema medioambiental presente? ¿No se debe a su codicia y destrucción? Si el hombre termina esta destrucción, ¿no se corregirá gradualmente por sí solo este entorno vital? Si Dios no hace nada, si no desea más hacer nada por la humanidad, es decir, si no quiere intervenir, el mejor método sería que esta detuviera su destrucción y dejase las cosas como estaban. Poner fin a toda esta destrucción significa detener el saqueo y la devastación de las cosas que Dios ha creado. Esto permitirá que el entorno en el que vive el hombre mejore gradualmente. La incapacidad de hacerlo resultará en una destrucción mayor del entorno y sólo será más grave. ¿No ves que Mi método es simple? (Sí, lo es). Es simple y factible. Realmente simple, y factible para algunas personas, pero ¿lo es para la inmensa mayoría de las personas sobre la tierra? (No lo es). ¿Es factible por lo menos para vosotros? (Sí). ¿De qué brota vuestro “sí”? ¿Podría uno decir que implica establecer una base de entendimiento sobre los hechos de Dios? ¿Podría uno decir que implica ceñirse a la norma y el plan de Dios? (Sí). Hay una forma de cambiar todo esto, pero ese no es el tema que estamos exponiendo ahora. Dios es responsable de cada vida humana y lo es hasta el mismo final. Él provee para vosotros, incluso si el entorno destruido por Satanás te ha hecho enfermar, o la contaminación te ha afectado, o has recibido cualquier otro daño, no importa; Dios provee para ti y te dejará seguir viviendo. ¿Tienes fe en esto? (¡Sí!). Dios no se toma a la ligera la pérdida de la vida humana, ¿verdad?

¿Habéis llegado a sentir la importancia de reconocer a Dios como la fuente de toda la vida? ¿Qué sentimientos tenéis? Adelante y Yo escucharé. (En el pasado, nunca habíamos pensado en relacionar las montañas, los mares y los lagos con las acciones de Dios. Hoy, por medio de la comunión de Dios, entendemos que estas fueron siempre acciones de Dios y que surgieron de Su sabiduría, por lo que vemos que la creación de Dios de todas las cosas fue predestinada desde el mismo principio y todas poseen la buena voluntad de Dios. Todas las cosas están interrelacionadas y la humanidad es la beneficiaria definitiva. Lo que oímos hoy se siente muy fresco y nuevo, y hemos sentido cuán reales son las acciones de Dios. En la realidad y en nuestras vidas diarias vemos realmente las cosas como son cuando entramos en contacto con las cosas vivientes). Lo ves realmente, ¿verdad? La provisión de Dios para la humanidad no carece de un fundamento sólido, Él no sólo pronuncia unas pocas palabras y ya está. Dios hace mucho, incluso cosas que no ves para tu beneficio. El hombre vive en este entorno, este universo que Dios creó, y en el mismo las personas y otras cosas son interdependientes, del mismo modo que el gas emitido por las plantas purifica el aire y beneficia a las personas que lo respiran. Sin embargo, algunas plantas son venenosas para las personas, pero ¿no tienen esas plantas otras que compiten con ellas? ¡Esta es una de las maravillas de la creación de Dios! No expusimos este asunto hoy, en su lugar expusimos principalmente la interdependencia del hombre y otras cosas, cómo el hombre no puede vivir sin otras cosas, y la importancia de la creación de todas las cosas por parte de Dios. El hombre no puede vivir sin otras cosas, del mismo modo que necesita el aire para vivir y si te pusieran en un vacío, morirías pronto. Este es un principio muy básico que te permite ver que el hombre necesita otras cosas. Por tanto, ¿qué tipo de actitud debería tener el hombre hacia todas las cosas? (Atesorarlas). Atesorarlas, protegerlas, hacer uso de ellas eficazmente, no destruirlas, no malgastarlas y no cambiarlas por capricho, porque todas las cosas vienen de Dios, Él las provee a la humanidad y esta debe tratarlas con cuidado. Hoy hemos discutido estos dos temas, y vosotros podéis regresar a casa y meditarlas con detenimiento. La próxima vez expondré algunas cosas con más detalle. Nuestra exposición acabará aquí por hoy. ¡Adiós! (¡Adiós!).

18 de enero de 2014

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