Dios mismo, el único VIII

Dios es la fuente de vida para todas las cosas (II) Parte 3

El alimento y la bebida cotidianos que Dios prepara para la humanidad

Acabamos de hablar de una parte del entorno general, a saber, las condiciones necesarias para la supervivencia humana que Dios preparó para la humanidad desde que creó el mundo. Hablamos de cinco elementos que constituyen el entorno general. Lo que vamos a hablar a continuación está estrechamente relacionado con la vida de cada ser humano en la carne. Es una condición necesaria que corresponde más a la vida de una persona en la carne y concuerda más con ella. Se trata de la comida. Dios creó al hombre y lo colocó en un entorno de vida adecuado. Después, este necesitaba comida y agua. El hombre tenía esa necesidad, por lo que Dios se ocupó de ello. Por tanto, puedes ver que cada paso de la obra de Dios y cada cosa que Él hace no son meras palabras vacías, sino que se están llevando a cabo de verdad. ¿Es la comida algo que no puede faltar en la vida cotidiana de las personas? (Sí). ¿Es la comida más importante que el aire? (Son igualmente importantes). Son igualmente importantes. Ambos son condiciones y cosas necesarias para la supervivencia de la humanidad y la preservación de la continuidad de la vida humana. ¿Es más importante el aire o el agua? ¿La temperatura o la comida? Todos ellos son importantes. Las personas no pueden elegir, porque no les puede faltar ninguno de ellos. Esto es un problema real y no algo que puedes elegir. No lo sabes, pero Dios sí. Cuando veas estas cosas, sentirás: “¡No puedo existir sin comida!”. Pero si te pusieran ahí justo después de haber sido creado, ¿sabrías que necesitas comida? No lo sabrías, pero Dios sí lo sabe. Sólo cuando tienes hambre y ves que hay frutas en los árboles y cereales en la tierra para poder comer te das cuenta de ello: “Oh, necesito comida”. Sólo cuando tienes sed y quieres beber agua te das cuenta: “Necesito agua. ¿Dónde puedo encontrarla?”. Ves un manantial de agua delante de ti y bebes de él. Dices: “Esta bebida sabe muy bien. ¿Qué es?”. Es agua y Dios la preparó para el hombre. En cuanto a la comida, no importa si comes tres veces al día, dos, o incluso más; en pocas palabras, la comida es algo que no puede faltarles a los humanos en su vida cotidiana. Es una de las cosas necesarias para mantener la supervivencia normal del cuerpo humano. ¿De dónde procede, pues, la comida? Primero, de la tierra. Dios preparó primero el terreno para la humanidad. Este es adecuado para la supervivencia de diversas plantas, y no sólo para árboles o hierba. Dios preparó toda clase de semillas, cereales y diversos alimentos, así como suelo y tierra apropiados para que las personas sembraran, y así tener comida. ¿Qué tipos de alimentos hay? Deberíais tenerlo claro. Primero, existen diversos tipos de cereales. ¿Qué abarcan estos? El trigo, la moha, el mijo común, el arroz…, los que vienen con cáscara. Los cultivos de cereal también se separan en diferentes variedades. Los tipos de cultivos de cereal son muchos, de norte a sur, como la cebada, el trigo, la avena y el alforfón. Existen diferentes especies adecuadas para su cultivo en distintas regiones. También hay diversos tipos de arroz. El sur tiene sus propias variedades de arroz, más largas y adecuadas para las personas del sur, por no ser demasiado pegajosas. Como el clima es más cálido en el sur, tienen que comer variedades como el arroz índico. El arroz no puede ser demasiado pegajoso o de lo contrario no podrán comérselo y perderán el apetito. El arroz que comen las personas del norte es más pegajoso. Como el norte es siempre más frío, tienen que comer un arroz más pegajoso. Además, existen diversas clases de judías. Estas se cultivan sobre la tierra. También están los productos que crecen debajo de la tierra, como las patatas, las batatas, el taro y mucho más. Las patatas crecen en el norte donde son de muy buena calidad. Cuando las personas no tienen cereales que comer, las patatas pueden ser un producto básico en su dieta para poder mantener tres comidas al día. Las patatas también pueden ser un suministro de alimento. Las batatas no son tan buenas como las patatas en términos de calidad, pero aun así las personas las pueden utilizar para mantener sus tres comidas diarias. Cuando los cereales aún no están disponibles, las personas pueden usar las batatas para llenar el estómago. El taro puede usarse de la misma forma. Estos son los diversos granos, una necesidad para la comida y la bebida diarias de las personas. Estas usan diversos granos para hacer fideos, panecillos cocidos, arroz y fideos de arroz. Las personas también comen patatas y las usan junto a las batatas para elaborar alimentos básicos. El taro, que se suele comer a menudo en el sur, también puede ser un alimento básico. Dios ha concedido estos diversos tipos de grano a la humanidad en abundancia. ¿Por qué hay tantas variedades? Pueden encontrar en ello los propósitos de Dios: por un lado, es conveniente para los diferentes suelos y climas en el norte, el sur, el este y el oeste; por otro, los diversos componentes y contenidos de estos granos concuerdan con los diversos componentes y contenidos del cuerpo humano. Las personas sólo pueden mantener los diversos nutrientes y componentes requeridos para su cuerpo comiendo estos granos. Aunque la comida norteña y la sureña son distintas, tienen muchas más similitudes que diferencias. Estos alimentos pueden satisfacer todas las necesidades normales del cuerpo humano y mantener la supervivencia normal del mismo. Por tanto, la abundancia de las especies producidas en diversas áreas se debe a que el cuerpo humano necesita lo que esos alimentos proveen. Necesitan lo que les proporcionan los diversos alimentos que crecen del suelo para mantener la supervivencia normal del cuerpo humano y conseguir una vida humana normal. En resumen, Dios fue muy considerado con la humanidad. Los diversos alimentos concedidos a las personas no son simples, sino muy completos. Si quieren comer cereales pueden hacerlo. Algunos podrían decir: “No me gusta comer fideos, quiero comer arroz”, y pueden hacerlo. Hay todo tipo de arroz, largo, corto, y todos pueden satisfacer el paladar de las personas, ¿no es verdad? Por tanto, si estas los consumen, mientras no sean demasiado quisquillosas o melindrosas con su comida, no carecerán de nutrición y tendrán garantizada una vida saludable hasta la vejez. Esa fue la idea original que Dios tenía en mente cuando concedió la comida a la humanidad. El cuerpo humano no puede existir sin estas cosas; ¿no es esto una realidad? (Sí). La humanidad no puede resolver estos problemas reales, pero Dios ya se había preparado y lo había meditado. Él tenía cosas preparadas para la humanidad desde hace mucho tiempo, y las preparó en abundancia. Eso es una realidad.

Pero Dios le ha dado mucho más que todo esto a la humanidad; también existen las verduras. Cuando comes arroz, si es lo único que comes, tu nutrición podría ser deficiente. Si haces un par de platos pequeños de revuelto o una ensalada para acompañar a la comida, las vitaminas de las verduras y diversos oligoelementos u otros nutrientes podrán suplir las necesidades del cuerpo humano de una forma muy normal. Cuando las personas no están comiendo una comida principal también ingieren algo de fruta, ¿verdad? En ocasiones, cuando necesitan más fluidos u otros nutrientes, o diferentes sabores, también cuentan con verduras y frutas para su provisión. Dada la diversidad de suelos y climas en el norte, el sur, el este y el oeste, también abundan las variedades de verduras y frutas. Como el clima es demasiado cálido en el sur, la mayoría de sus frutas y verduras son del tipo fresco que puede equilibrar el frío y el calor del cuerpo de las personas cuando las consumen. Por el contrario, hay muy pocas variedades de verduras y frutas en el norte, pero siguen siendo suficientes para el disfrute de los norteños. ¿No es esto así? (Sí). Sin embargo, debido a las mejoras sociales en años recientes, a los supuestos avances sociales, así como a las mejoras en el transporte y las comunicaciones que conectan el norte, el sur, el este y el oeste, los norteños también pueden comer algunas frutas, especialidades locales o verduras del sur, durante todo el año. De esa forma, aunque las personas pueden satisfacer sus apetitos y deseos materiales, sus cuerpos están involuntariamente sujetos a diferentes niveles de dolencias. Esto se debe a que entre la comida que Dios preparó para la humanidad hay alimentos, frutas y verduras adecuados para los sureños, así como alimentos, frutas y verduras adecuados para los norteños. Es decir, si naciste en el sur, comer cosas del sur es muy apropiado para ti. Dios preparó estos alimentos, así como frutas y verduras, porque el sur tiene un clima particular. El norte cuenta con alimentos que son necesarios para el cuerpo de los norteños. Sin embargo, por culpa de sus apetitos glotones, las personas se han visto arrastradas involuntariamente por la marea de los avances sociales, que los ha llevado a violar esas leyes sin querer. Aunque sienten que su vida es mejor ahora, ese avance social produce un daño oculto al cuerpo de más personas. Esto no es lo que Dios quiere ver y tampoco era lo que Él pretendió originalmente cuando le proporcionó a la humanidad todas las cosas y los alimentos, las frutas y las verduras. Esto se debió por completo a la violación de las leyes de la naturaleza por parte de la humanidad y a los avances científicos, y no tiene nada que ver con Dios.

Lo que Dios concedió a la humanidad es rico y abundante, y cada lugar tiene sus propias especialidades locales. Por ejemplo, algunos lugares son ricos en dátiles rojos (conocidos habitualmente como azufaifas), mientras otros lo son en nueces, cacahuetes u otros tipos diversos de frutos secos. Todas estas cosas materiales proveen los nutrientes necesarios para el cuerpo humano. Pero Dios provee para la humanidad cosas de acuerdo con la estación y la época, y también concede la cantidad adecuada en el momento apropiado. La humanidad codicia el disfrute físico y es glotona, y esto facilita la violación y el perjuicio de las leyes normales del crecimiento humano desde que Él creó a la humanidad. Como ejemplo, veamos las cerezas, de las que todos deberían saber, ¿verdad? ¿Cuándo es la temporada de la cereza? (En junio). Se recolectan alrededor de junio. En circunstancias normales, ¿cuándo se acabarán? (En agosto). Las personas empiezan a comerlas desde el momento en que están disponibles, de junio a agosto, un período de dos meses. Las cerezas sólo están frescas durante dos meses, pero por medio de métodos científicos las personas pueden ampliar esto a 12 meses, incluso hasta la siguiente temporada de la cereza. Eso significa que hay cerezas todo el año. ¿Es normal este fenómeno? (No). ¿Cuándo es, pues, el mejor momento para comer cerezas? El período que va de junio a agosto. Más allá de este límite, por muy frescas que las conserves, no saben igual ni son lo que el cuerpo humano necesita. Una vez que su fecha de caducidad ha pasado, independientemente de los productos químicos que uses, no podrás hacer que estén como cuando crecen de manera natural. Además, el perjuicio que los productos químicos producen a los seres humanos es algo que nadie puede hacer nada para eliminarlo ni cambiarlo. ¿Entiendes? ¿Qué aporta a las personas la economía de mercado actual? Sus vidas parecen ser mejores, el transporte en todas direcciones se ha vuelto realmente práctico, y las personas pueden comer toda clase de fruta en cualquiera de las cuatro estaciones del año. Los norteños pueden comer a menudo bananas y cualquier alimento, especialidad local o fruta del sur. Pero esta no es la vida que Dios quiere dar a la humanidad. Los avances científicos del hombre dieron lugar a ello. Lo que esta economía de mercado ha producido en el cuerpo humano es una violación de las leyes normales del crecimiento natural. Lo que ha traído es perjuicio y desastre, no felicidad. ¿Entendéis? (Sí). Echa un vistazo. ¿Se venden uvas en el mercado durante las cuatro estaciones del año? (Sí). Las uvas sólo se mantienen realmente frescas durante muy poco tiempo después de ser recolectadas. Si las guardas hasta el siguiente mes de junio, ¿se les puede seguir llamando uvas? ¿Se les puede llamar basura? No sólo dejan ya de tener la composición original de las uvas, sino que también tienen más productos químicos en ellas. Después de un año, no sólo no son frescas, sino que sus nutrientes han desaparecido. Cuando las personas comen uvas, se sienten: “¡Tan felices! ¡Tan bien! ¿Podríamos haber comido uvas en esta estación hace 30 años? Aun queriendo, habría sido imposible. ¡Qué fantástica es la vida ahora!”. ¿Es esto realmente felicidad? Si estás interesado en ello, puedes estudiar las uvas conservadas con productos químicos y ver simplemente cuál es su composición y si esta puede aportar algún beneficio a los humanos. Recuerda la Era de la Ley. Cuando los israelitas se desplazaban, tras abandonar Egipto, Dios les dio codornices y maná. ¿Permitió Dios que los conservaran? (No). Algunas personas, de mente cerrada, tuvieron miedo de que no hubiera más al día siguiente, por lo que guardaron un poco. “¡Guárdalo por si lo necesitamos más tarde!”. ¿Qué ocurrió entonces? Al día siguiente se había podrido. Dios no les permitió conservar nada como reserva, porque Él había tomado medidas que garantizaban que no pasaran hambre. Pero las personas no tenían esa confianza y siempre querían apartar un poco, porque pensaban: “¡No se puede confiar en los actos de Dios! No puedes verle ni tocarle. Sigue siendo mejor apartar algo para después. ¡Tienes que ser precavido, porque nadie cuidará de ti sino te buscas una solución por ti mismo!”. Como puedes ver, la humanidad no tiene esa confianza ni una fe sincera en Dios. Siempre deja algo de lado para después y nunca es capaz de ver todo el cuidado y la reflexión que Dios puso al prepararlo todo para la humanidad. Sencillamente, siempre es incapaz de sentirlo, y desconfía siempre de Dios y pensando: “¡No se puede confiar en las acciones de Dios! ¡Quién sabe si Él se lo dará a la humanidad ni cuándo lo hará! Si estoy realmente hambriento y Dios no lo da, ¿no pasaré hambre? ¿No me faltará nutrición?”. ¡Fíjate en lo pequeña que es la confianza del hombre!

Cereales, frutas, vegetales y todo tipo de frutos secos, son alimentos vegetarianos. Aunque lo sean, poseen suficientes nutrientes para satisfacer las necesidades del cuerpo humano. Sin embargo, Dios no dijo: “Dar estas cosas a la humanidad es suficiente. El hombre sólo puede comer estas cosas”. No se detuvo ahí, sino que en su lugar preparó cosas con un sabor más delicioso para la humanidad. ¿Cuáles son estas cosas? Son los diversos tipos de carne y pescado que queréis ver en vuestra mesa y deseáis comer cada día. ¡Hay tantos tipos de carne y pescado! Los peces viven todos en el agua; la textura de su carne es diferente a la de los animales que se crían en tierra firme y puede proveer distintos nutrientes a la humanidad. Las propiedades del pescado también pueden ajustar el frío y el calor en los cuerpos humanos, por lo que son extremadamente beneficiosos para el hombre. Pero no se puede uno atiborrar de lo que tiene buen sabor. Sigue aplicándose el mismo dicho: Dios concede a la humanidad la cantidad correcta en el momento correcto, de forma que las personas puedan disfrutar de una forma normal y apropiada de estas cosas, según la estación y el tiempo. ¿Qué incluyen las aves de corral? Pollo, codorniz, paloma, etc. Muchas personas también comen pato y ganso. Aunque Dios hizo preparativos, para Su pueblo escogido, seguía teniendo requisitos y había establecido cierto ámbito en la Era de la Ley. Ahora este se basa en el gusto individual y en el entendimiento personal. Estos diversos tipos de carne proveen diferentes nutrientes al cuerpo humano que pueden reponer proteínas y hierro, enriquecer la sangre, fortalecer músculos y huesos, y proveer más energía. Independientemente de los métodos que usen las personas para cocinarlos y comerlos, en resumen, estas cosas pueden, por un lado, ayudar a las personas a mejorar los sabores y el apetito y, por el otro, satisfacer sus estómagos. Lo más importante es que pueden suplir las necesidades nutricionales del cuerpo humano. Estas son las consideraciones que Dios tuvo cuando preparó alimentos para la humanidad. Hay alimentos vegetarianos y también carnes; ¿no es esto rico y abundante? (Sí). Pero las personas deberían entender cuáles fueron los propósitos originales de Dios cuando preparó todos los alimentos para la humanidad. ¿Lo hizo para permitir que el hombre disfrutara codiciosamente de estos alimentos materiales? ¿Y si las personas se complacieran en la satisfacción de sus apetitos materiales? ¿No pasarían a estar nutridos en exceso? ¿No traería esa nutrición excesiva todo tipo de males al cuerpo humano? Sin duda no es bueno traicionar las leyes de la naturaleza creadas por Dios, que son la razón por la que Él reparte la cantidad correcta en el momento correcto, y permite que las personas disfruten de distintos alimentos de acuerdo con los diferentes períodos de tiempo y con las estaciones. Ese es el mejor camino. Por ejemplo, después de pasar un verano muy cálido, las personas acumularán bastante calor, sequedad patógena y humedad en sus cuerpos. Cuando llegue el otoño, muchas frutas madurarán, y cuando las personas las coman esa humedad desaparecerá. Al mismo tiempo, el ganado y las ovejas habrán crecido fuertes, por lo que las personas deberían comer algo de carne para nutrirse. Después de comer diversos tipos de carne, el cuerpo humano tendrá la energía y calor para ayudar a soportar el frío del invierno y, como consecuencia, podrán pasarlo tranquilamente. En qué momento preparar qué cosas para la humanidad, y en qué tiempo permitir que las cosas crezcan, lleven fruto y maduren, son cosas controladas por Dios según lo que Él ha dispuesto desde hace mucho tiempo y de forma muy mesurada. No obstante, la humanidad no entiende Su voluntad. Este es el tema sobre “cómo preparó Dios los alimentos necesarios para la vida diaria del hombre”. Además de todos los tipos de alimentos, Dios también provee a la humanidad con fuentes de agua. Las personas tienen que beber algo de agua después de comer. ¿Es suficiente con que coman frutas? No serán capaces de mantenerse sólo comiendo frutas y, además, no las hay en algunas estaciones. ¿Cómo puede resolverse entonces el problema del agua de la humanidad? Está resuelto porque Dios ha preparado muchas fuentes de agua sobre la tierra y bajo ella, incluidos lagos, ríos y manantiales. Se puede beber de ellas en situaciones en las que no hay contaminación, procesamiento o daños causados por el hombre. En relación a las fuentes de alimentos para las vidas de los cuerpos físicos de la humanidad, Dios ha hecho preparativos muy precisos, exactos y adecuados, de forma que la vida de las personas sea rica y abundante y no carezca de nada. Esto es algo que las personas pueden sentir y ver.

Además, entre todas las cosas, sean animales, plantas o todo tipo de hierbas, Dios también creó algunas plantas necesarias para curar las lesiones o las enfermedades del cuerpo humano. ¿Qué haces, por ejemplo, si te quemas? ¿Puedes lavar la quemadura con agua? ¿Puedes simplemente buscar un trozo de tela y envolverla? Así podría llenarse de pus o infectarse. ¿Qué haces, por ejemplo, si te quemas accidentalmente con una llama o con agua caliente? ¿Puedes enjuagarte con agua? Por ejemplo, si tienes fiebre, te resfrías, te lesionas a causa del trabajo físico, tienes dolor estomacal por haber comido algo indebido o desarrollas ciertas enfermedades por culpa de hábitos de vida o asuntos emocionales, como enfermedades vasculares, condiciones psicológicas o enfermedades de los órganos internos, existen plantas correspondientes que curan todo esto. Hay plantas que mejoran la circulación de la sangre para eliminar la paralización, plantas que alivian el dolor, que restañan el sangrado, plantas anestésicas, otras que ayudan a las personas a recuperar la normalidad en su piel, que eliminan la hemostasia y otras que eliminan las toxinas del cuerpo. En resumen, pueden usarse todas en la vida cotidiana. Las personas pueden utilizarlas y Dios las ha preparado para el cuerpo humano en caso de que las necesiten. Él permitió que el hombre descubriera algunas de ellas accidentalmente, mientras que otras llegaron a conocerse gracias a ciertos fenómenos o por ciertas personas preparadas por Dios. Tras su descubrimiento, la humanidad las transmitiría, y muchas personas sabrían de las mismas. De esta manera, la creación de estas plantas por Dios tiene valor y sentido. En resumen, todas estas cosas son de Dios y Él las preparó y plantó cuando creó un entorno de vida para la humanidad. Todas estas cosas son muy necesarias. ¿No demuestra esto que cuando Dios creó los cielos, la tierra y todas las cosas, Sus consideraciones fueron mejor concebidas que las de la humanidad? Cuando ves todo lo que Dios ha hecho, ¿puedes sentir el lado práctico de Dios? Él obró en secreto. Cuando el hombre aún no había llegado a este mundo, antes de entrar en contacto con esta humanidad, Dios ya había creado todo esto. Todo lo que hizo fue por el bien de la humanidad, por el bien de su supervivencia, y por la consideración de su existencia, de forma que el hombre pudiese vivir en este mundo material rico y abundante que Dios preparó para él y, por tanto, vivir felizmente sin tener que preocuparse por la comida o la ropa, y sin que le falte de nada. La humanidad sigue reproduciéndose y sobreviviendo en ese entorno.

2 de febrero de 2014

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