Las palabras de Dios me despertaron

19 Abr 2018

Por Miao Xiao, provincia de Shandong

En el pasado, siempre solía pensar que cuando Dios dijo “un títere y un traidor que huye del gran trono blanco” se estaba refiriendo a los que aceptan la obra de Dios en los últimos días pero acaban echándose atrás. Por lo tanto, siempre que veía a los hermanos y hermanas retroceder de esta senda por cualquier razón, mi corazón se llenaba de desprecio hacia ellos: Ahí va otro títere y traidor que escapa del gran trono blanco, que recibirá el castigo de Dios. Al mismo tiempo, creí que me estaba portando correctamente al aceptar el juicio de Dios y que no estaba lejos de recibir la salvación de Dios.

Un día, mientras estaba practicando la devoción espiritual, vi las siguientes palabras de Dios en el texto “Cristo hace la obra de juicio con la verdad”: “Porque la esencia de esta obra es, en realidad, la obra de abrir la verdad, el camino y la vida de Dios a todos aquellos que tengan fe en Él. Esta obra es la obra del juicio realizada por Dios. Si no consideras importantes estas verdades, si solo piensas en cómo evitarlas o cómo encontrar una nueva salida que no las involucre, entonces Yo digo que eres un grave pecador. Si tienes fe en Dios, pero no buscas la verdad ni la voluntad de Dios, ni amas el camino que te acerca a Dios, entonces Yo digo que eres alguien que está tratando de evadir el juicio y que eres un títere y un traidor que huye del gran trono blanco. Dios no perdonará a ninguno de los rebeldes que se escape de Su vista. Estos hombres recibirán un castigo aún más severo. Aquellos que vengan delante de Dios para ser juzgados y que, además, hayan sido purificados, vivirán para siempre en el reino de Dios(“La Palabra manifestada en carne”). Después de contemplar estas palabras, finalmente me di cuenta: resulta ser que los títeres y los traidores que huyen del gran trono blanco no sólo se refiere a los que se apartan de esta senda. Más importante aún, se está refiriendo a los que siguen a Dios pero no valoran estas verdades, a las personas que siempre las evaden, que buscan una nueva salida fuera de estas verdades, que no están dispuestas a someterse al castigo y juicio de Dios y a buscar que Dios las purifique. Bajo el alumbramiento y la guía de Dios, comencé a reflexionar sobre mi propio comportamiento: ahora Dios está expresando Sus palabras para juzgar al hombre, limpiando cosas del hombre que son incompatibles con Él por medio del sufrimiento y el refinamiento. Pero frente al castigo y el juicio, el sufrimiento y el refinamiento de Dios, siempre estoy tratando de escapar, esperando que Dios aparte pronto de mí esas circunstancias. ¿No es eso evadir la verdad y buscar una salida fuera de la verdad? Cuando las personas o cosas que trae Dios no coinciden con mis concepciones personales o caigo en una situación negativa, incluso si la comunicación de los hermanos y hermanas puede resolver mis problemas y aclarar mis malentendidos respecto a Dios, me sigo oponiendo y rehúso escuchar. ¿No es eso, como dice Dios, no buscar la verdad y no amar el camino que me acerca más a Dios? Cuando soy tratado y podado por la manera superficial en la que cumplo con mi trabajo, siempre estoy buscando excusas para explicarme. ¿No es esa una esencia que se rehúsa a aceptar la verdad? A menudo me acomodo a la vida real. Incluso cuando sé que esto es verdad, rehúso traicionar a mi carne para practicarla. ¿No es eso aceptar meramente el juicio pero no buscar ser purificado? Ahora que pienso en ello, lo entiendo todavía más claramente: Al hablar de las personas que huyen del gran trono blanco, Dios no sólo se refiere a los que abandonan la iglesia. Más importante aún, se refiere a nuestros corazones, que rehúsan aceptar la verdad y no están dispuestos a someterse al juicio de Dios. Sólo ahora comienzo a sentir miedo y temblores. Aunque no he abandonado la iglesia, siempre que me topaba con un problema rehusaba aceptar la verdad y evadía el juicio de Dios. ¿No soy precisamente el títere y el traidor que huye del tribunal del juicio de Dios? Sin embargo había creído que sólo los que abandonan la iglesia son los títeres y los traidores que huyen del trono de Dios, mientras que yo estaba muy cerca de recibir la salvación de Dios. Veo que mi comprensión de la palabra de Dios era bastante unilateral y poco profunda y que mi conocimiento de la obra de Dios era muy deficiente. Ahora veo que sólo los que sinceramente aceptan el castigo y el juicio de Dios y cuyos caracteres han logrado el cambio recibirán verdaderamente la salvación de Dios. En cambio, estaba viviendo en mi propia imaginación, sin estar hambriento de la verdad, sin tomar la responsabilidad de mi propia vida ni tener ningún sentimiento de peligro u urgencia en absoluto. Si continúo así, ¿no sería precisamente objeto del castigo de Dios?

Gracias al alumbramiento de las palabras de Dios, he despertado de mis propias concepciones e imaginación, me he dado cuenta de que no soy una persona que esté dispuesta a aceptar el castigo y el juicio de Dios. También me ha hecho ver que estoy al borde del peligro. De ahora en adelante, le daré mi corazón por completo a Dios, me someteré a Su castigo y juicio y haré todo lo posible por buscar la verdad y el cambio en el carácter, para que pronto Dios me purifique y me haga completo.

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