Palabras diarias de Dios: Destinos y resultados | Fragmento 609

10 Abr 2021

Las personas que creen en Dios desde hace mucho tiempo, esperan ahora un destino hermoso; todos los que creen en Dios esperan que la buena fortuna les llegue de repente y que, antes de que se den cuenta, se encontrarán apaciblemente sentados en un lugar u otro del cielo. Pero Yo digo que esas personas, con sus agradables pensamientos, nunca han sabido si están cualificados para recibir tan buena fortuna caída del cielo ni para ocupar un asiento en el cielo. En estos momentos tenéis un buen conocimiento de vosotros mismos, pero seguís esperando poder escapar de los desastres de los últimos días y del castigo de los malos a manos del Todopoderoso. Se diría que tener dulces sueños y querer una vida de comodidad es un rasgo común a todas las personas corrompidas por Satanás, y no la genial ocurrencia de algún individuo solitario. Aun así, sigo queriendo poner fin a vuestros deseos extravagantes y a vuestro afán por obtener bendiciones. Dado que vuestras transgresiones y las realidades de vuestra desobediencia son numerosas y cada vez mayores, ¿cómo puede encajar todo ello en vuestros agradables planes para el futuro? Si quieres seguir adelante según te plazca, estando equivocado, sin nada que te refrene, pero a la vez quieres que los sueños se hagan realidad, te insto a continuar en tu estupor y a no despertar jamás, porque el tuyo es un sueño vacío, y en la presencia del Dios justo, Él no hará una excepción por ti. Si quieres simplemente que los sueños se hagan realidad, nunca sueñes, sino haz frente a la verdad para siempre, enfréntate a los hechos. Esa es la única forma de salvarte. ¿Cuáles son los pasos de este método, en términos concretos?

Primero, realiza un examen de todas tus transgresiones, y analiza tu conducta y todos tus pensamientos que no se conforman a la verdad.

Este es un punto que puedes llevar a cabo con facilidad, y creo que las personas reflexivas son capaces de hacerlo. Sin embargo, esas personas que no saben nunca qué se pretende decir por transgresión y verdad son la excepción, porque, en lo fundamental, no son personas reflexivas. Me estoy dirigiendo a personas que Dios ha aprobado, que son sinceras, que no han ofendido gravemente los decretos administrativos, y que pueden encontrar fácilmente sus propias transgresiones. Aunque es un elemento que os exijo, y que es fácil para vosotros, no es el único que os demando. Comoquiera que sea, espero que no os burléis en privado de esta exigencia o, mejor aún, que no lo contempléis con desdén ni lo toméis a la ligera. Tratadlo con seriedad, y no hagáis caso omiso.

Segundo, para cada una de tus transgresiones y desobediencias busca una verdad correspondiente y usa estas verdades para resolverlas; a continuación, sustituye tus actos transgresores, tus pensamientos y tus actos desobedientes por la práctica de la verdad.

Tercero, sé una persona sincera en vez de alguien siempre astuto y taimado. (Aquí os pido de nuevo que seáis personas sinceras).

Si puedes lograr estos tres puntos, eres afortunado, eres una persona cuyos sueños se hacen realidad y que consigue buena fortuna. Quizás tratéis seriamente estas tres exigencias poco atrayentes, o tal vez las tratéis de modo irresponsable. Comoquiera que sea, Mi propósito consiste en cumplir vuestros sueños, en poner en práctica vuestros ideales, y no en burlarme de vosotros ni haceros pasar por estúpidos.

Mis exigencias pueden ser simples, pero lo que os estoy diciendo no es tan sencillo como uno y uno son dos. Si no hacéis más que hablar de manera aleatoria sobre esto, divagar con declaraciones vacías y altisonantes, vuestros proyectos y deseos serán siempre una página en blanco. No sentiré lástima por aquellos de vosotros que sufren durante muchos años y trabajan duro sin obtener nada a cambio. Por el contrario, trato a aquellos que no han cumplido mis exigencias con castigo, no con recompensas, y menos aún con conmiseración. Quizás imaginéis que por ser un seguidor durante muchos años dedicáis trabajo duro sin importar lo que pase, por lo que en cualquier caso podéis conseguir un bol de arroz en la casa de Dios por ser un hacedor de servicio. Yo diría que la mayoría de vosotros piensa de esta forma, porque habéis buscado hasta ahora el principio de cómo sacar provecho de algo y que no se aprovechen de vosotros. Por tanto, os digo con toda seriedad: No me importa lo meritorio que sea tu trabajo duro, lo impresionantes que sean tus cualificaciones, lo cerca que me sigas, lo renombrado que seas ni cuánto haya mejorado tu actitud; mientras no hayas hecho lo que Yo he exigido, nunca podrás conseguir Mi aprobación. Desechad todas esas ideas y cálculos vuestros tan pronto como sea posible, y empezad a tratar en serio Mis exigencias. De lo contrario, convertiré a todas las personas en cenizas con el fin de terminar Mi obra; y, en el mejor de los casos, convertiré en nada Mis años de obra y sufrimiento, porque no puedo llevar a Mi reino, a la era siguiente, a Mis enemigos ni a las personas que apestan a maldad según el modelo de Satanás.

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Las transgresiones conducirán al hombre al infierno

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