Palabras diarias de Dios: La entrada en la vida | Fragmento 447

16 Feb 2021

¿Qué aspectos abarca la condición humana normal? Introspección, sentido, conciencia y carácter. Si eres capaz de alcanzar la normalidad en cada uno de estos aspectos, tu humanidad estará a la altura. Debes tener la semejanza propia de un ser humano normal, parecer creyente en Dios. No tienes que lograr demasiado ni actuar con diplomacia; solamente tienes que ser un ser humano normal, con un sentido normal propio de las personas, para poder comprender las cosas y, al menos, parecer un ser humano normal. Eso será suficiente. Todo lo que te exijo hoy está dentro de los límites de tu capacidad, no es pedir peras al olmo. No llevaré a cabo en ti palabras ni obras inútiles. Deberás corregir toda la perversidad manifestada o revelada en tu vida. Satanás os ha corrompido y estáis rebosantes de su veneno. Todo lo que te pido es que corrijas este corrupto carácter satánico. No te estoy pidiendo que te conviertas en una figura de alto nivel ni en una persona famosa o importante. Eso no tiene sentido. La obra que realizo en vosotros tiene en cuenta lo que es inherente a vosotros. Lo que pido a la gente tiene sus límites. Si a la gente de hoy se le pidiera comportarse como los representantes del gobierno —que practicara su tono de voz, estudiara la manera de hablar de los altos funcionarios o ensayara el tono y las formas de los ensayistas y novelistas—, esto serviría de nada, no es posible hacerlo. Dado vuestro calibre, al menos deberíais ser capaces de hablar con sabiduría y tacto y explicar las cosas de manera clara y comprensible. Eso es todo lo que necesitáis para cumplir con Mis exigencias. Si, como poco, conseguís introspección y sentido, con eso valdrá. Lo más importante ahora mismo es que rechacéis vuestro corrupto carácter satánico. Debes rechazar la perversidad que se manifiesta en ti. Si no, ¿cómo puedes hablar del sentido y la introspección supremos? Mucha gente, en vista del cambio de era, carecen de humildad o paciencia y bien podrían no tener tampoco amor ni santo decoro. ¡Qué absurdas! ¿Tienen tan siquiera un ápice de humanidad normal? ¿Tienen algún testimonio del que puedan hablar? Carecen por completo de introspección y sentido. Por supuesto, es preciso corregir algunos aspectos de la práctica de las personas desviadas y equivocadas: por ejemplo, se tienen que transformar sus rígidas vidas espirituales anteriores y su apariencia de torpes e imbéciles. La transformación no implica dejar que te vuelvas licencioso ni que te entregues a la carne diciendo lo que quieras. No debes hablar más de la cuenta. El discurso y comportamiento normales del ser humano suponen hablar con coherencia, decir “sí” cuando quieres decir “sí”, y “no” cuando quieres decir “no”. Cíñete a los hechos y di lo correcto. No engañes ni mientas. Tienes que entender los límites a los que puede llegar una persona normal en la transformación de su carácter. Si no, no podrás entrar en la realidad.

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Elevar el calibre es en aras de recibir la salvación de Dios

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