Palabras diarias de Dios: La entrada en la vida | Fragmento 455

27 Ago 2020

Desde el comienzo de Su obra a lo largo del universo, Dios ha predestinado a muchas personas para que lo sirvan, incluyendo a aquellos de toda condición social. Su propósito es satisfacer Su voluntad y asegurarse de que Su obra en la tierra se complete sin problemas. Este es el propósito de Dios al elegir a las personas para que lo sirvan. Toda persona que sirve a Dios debe entender Su voluntad. Esta obra suya hace más evidente para las personas la sabiduría y la omnipotencia de Dios, y los principios de Su obra en la tierra. Dios ha venido realmente a la tierra para hacer Su obra, para contactar con las personas de tal modo que puedan conocer Sus acciones con mayor claridad. Hoy, vosotros, este grupo de personas, tiene la fortuna de servir al Dios práctico. Esta es una bendición incalculable para vosotros; en verdad, sois elevados por Dios. Cuando Dios selecciona a una persona para que lo sirva, Él siempre tiene Sus propios principios. Servir a Dios no es en absoluto como la gente lo imagina, no es una simple cuestión de entusiasmo. Hoy veis que todos los que sirven ante Dios lo hacen con Su guía y con la obra del Espíritu Santo, y porque son personas que buscan la verdad. Estas son las condiciones mínimas para todos aquellos que sirvan a Dios.

Servir a Dios no es una tarea sencilla. Aquellos cuyo carácter corrupto permanece inalterado no pueden servir nunca a Dios. Si tu carácter no ha sido juzgado ni castigado por las palabras de Dios, entonces tu carácter aún representa a Satanás, lo que prueba que sirves a Dios por tus propias buenas intenciones, que tu servicio está basado en tu naturaleza satánica. Tú sirves a Dios con tu temperamento natural y de acuerdo con tus preferencias personales. Es más, siempre piensas que las cosas que estás dispuesto a hacer son las que deleitan a Dios, y que las cosas que no deseas hacer son las que son odiosas para Dios; obras totalmente según tus propias preferencias. ¿Puede esto llamarse servir a Dios? En última instancia, tu carácter de vida no cambiará ni un ápice; más bien, tu servicio te volverá incluso más obstinado, haciendo así que se arraigue profundamente tu carácter corrupto, y de esta manera, desarrollarás reglas en tu interior sobre el servicio a Dios que se basan principalmente en tu propio temperamento, y experiencias derivadas de tu servicio según tu propio carácter. Estas son las experiencias y lecciones del hombre. Es la filosofía del hombre de vivir en el mundo. Las personas como estas se pueden clasificar como fariseos y funcionarios religiosos. Si nunca despiertan y se arrepienten, seguramente se convertirán en los falsos Cristos y los anticristos que engañan a las personas en los últimos días. Los falsos Cristos y los anticristos de los que se habló surgirán de entre esta clase de personas. Si aquellos que sirven a Dios siguen su propio temperamento y actúan en base a su propia voluntad, corren el riesgo de ser expulsados en cualquier momento. Aquellos que aplican sus muchos años de experiencia adquirida al servicio a Dios con el fin de ganarse el corazón de los demás para sermonearlos, controlarlos, y enaltecerse a sí mismos, y que nunca se arrepienten, nunca confiesan sus pecados, nunca renuncian a los beneficios de su posición; estas personas caerán delante de Dios. Son de la misma especie que Pablo, presumen de su primacía y hacen alarde de sus calificaciones. Dios no traerá a este tipo de personas a la perfección. Este servicio interfiere con la obra de Dios. Las personas siempre se aferran a lo viejo. Se aferran a las nociones del pasado, a todo lo de tiempos pretéritos. Este es un gran obstáculo para su servicio. Si no puedes desecharlas, estas cosas acabarán con tu vida entera. Dios no te elogiará en lo más mínimo; ni siquiera si te rompes las piernas mientras corres o si te quiebras la espalda a causa de tu labor, ni siquiera si eres martirizado en tu servicio a Dios. Muy por el contrario: Él dirá que eres un hacedor del mal.

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. La necesidad de depurar el servicio religioso

UNA PERSONA NO PUEDE SERVIR A DIOS A MENOS QUE SU CARÁCTER CAMBIE

Servir a Dios no es sencillo, y no podrás hacerlo nunca con un carácter corrupto que tiene licencia para no cambiar. Si a tu carácter no se lo juzgó, si la palabra de Dios no lo castigó, tu carácter representa a Satanás. Esto prueba que tu servicio a Dios seguro surge de tu buena intención, y tu naturaleza satánica es su base. Servir a Dios con carácter natural, según tus preferencias, pensar que Dios se deleita en lo que tú quieres y odia lo que no quieres hacer, si tus preferencias rigen tu labor, ¿puede esto llamarse servir a Dios?

Al final, tu carácter no cambiará y tu servicio te hará más obstinado. Así la corrupción se arraigará, y tu servicio a Dios se basará en tu carácter y tus experiencias. Esta es la filosofía del hombre. Estas personas son fariseos, funcionarios religiosos. Si no se despiertan y arrepienten, serán los falsos Cristos y los engañadores de los que se habla, que en los últimos días aparecerán. Servir a Dios no es sencillo, y no podrás hacerlo nunca con un carácter corrupto que tiene licencia para no cambiar.

De “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos”

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