Cuando Satán corrompe y hiere al hombre,

Dios no se da la vuelta sin llamar la atención,

Él hace lo necesario.

Ⅰ

Dios elige a tu familia y el día en que nacerás.

Él te ve llegar llorando al mundo,

te ve hablar por primera vez,

te observa tropezar y tus primeros pasos al caminar.

A medida que creces,

encontrarás algunas cosas desagradables,

la enfermedad y la frustración.

Pero al ir por esa senda, Dios cuidará de tu vida.

Vivirás y crecerás bajo Su mirada.

El acto más grande de Dios es darte seguridad,

asegurar que nunca serás devorado por Satán.

En la vida, todos se enfrentan al peligro y la tentación,

porque el mal está a tu lado, Satán te tiene en la mira.

Ⅱ

Cuando acaecen el desastre y las calamidades,

cuando te atrapa la red de Satán, Satán lo disfruta.

Pero Dios te protege y te guía.

Rige el destino y la seguridad del hombre.

Él guía a todos de la mano,

cuida a todas las personas en cada momento

y nunca ha dejado tu lado.

El hombre crece en este escenario, con este trasfondo.

Las personas crecen en la palma de la mano de Dios.

Sus actos traen paz y alegría al hombre

y este vive ante Dios

y acepta Su salvación con normalidad.

Dios es fiel, verdadero en todo,

el hombre puede confiarle su vida completamente,

es el único con el que cuenta.

De “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos”