Palabras diarias de Dios: Conocer a Dios | Fragmento 142

14 Jul 2020

¿Qué tipo de rasgo representativo manifiesta la obra de Satanás en el hombre? Ya deberíais saber por vuestras propias experiencias cuál es su rasgo más característico, lo que más hace, lo que intenta hacer con cada persona. Tiene una característica que tal vez no podéis ver, de modo que no pensáis lo espantoso y odioso que es Satanás. ¿Sabe alguien cuál es esta peculiaridad? Decidme. Todo lo que hace es para dañar al hombre. Hace cosas para perjudicar al hombre. ¿Cómo daña al hombre? ¿Podéis mostrármelo de manera más específica y con mayor detalle? Seduce, incita y tienta al ser humano. Es correcto, muestra varios aspectos. ¿Algo más? Engaña al hombre. Engaña, ataca y acusa. Sí, todo esto. ¿Hay algo más? Miente. Engañar y mentir es algo muy natural para Satanás. Lo hace tan a menudo que las mentiras fluyen de su boca sin tener que pensar si quiera. ¿Algo más? Siembra disensión. Esto no es tan importante. Os describiré algo que os aterrorizará, pero no lo hago por asustaros. Dios obra en el hombre y le valora tanto con Su actitud como en Su corazón. Por el contrario, ¿aprecia Satanás al hombre? No, no lo hace. ¿Qué quiere del ser humano? Quiere dañarle, sólo piensa en perjudicarle. ¿No es esto verdad? De modo que, cuando está pensando en cómo hacerle daño al hombre, ¿lo hace en un estado de mente apremiante? Sí. Entonces, cuando se trata de la obra de Satanás en el hombre, aquí tengo dos palabras que pueden describir con amplitud su maliciosa y malvada naturaleza, que pueden permitiros conocer de verdad su odiosidad: en el acercamiento de Satanás al hombre, siempre quiere “ocupar” y “apegarse” con fuerza a cada uno de ellos para poder llegar al punto en el que tenga por completo el control del hombre, dañándolo, para poder conseguir su objetivo y satisfacer su salvaje ambición. ¿Qué significa “ocupar con fuerza”? ¿Sucede con tu consentimiento o sin él? ¿Ocurre con tu conocimiento o sin él? ¡Pasa sin que tú lo sepas en absoluto! En situaciones en las que no te das cuenta, posiblemente cuando él no ha dicho ni hecho nada, cuando no hay premisas ni contexto, ahí está alrededor de ti, rodeándote. Busca una oportunidad que aprovechar y, después, te ocupa y se apega a ti enérgicamente, logrando su objetivo de tener por completo el control sobre ti y dañarte. Esta es una intención y conducta más que típica en la lucha de Satanás contra Dios por la humanidad. ¿Cómo os sentís al oír esto? Aterrorizados y temeroso en nuestro corazón. ¿Os sentís indignados? Sí, nos sentimos indignados. Entonces, cuando os sentís indignados, ¿pensáis que Satanás es descarado? Sí. Cuando pensáis que Satanás es descarado, ¿os sentís indignados con las personas de vuestro entorno, que siempre os quieren controlar, aquellos que tienen salvajes ambiciones de estatus e intereses? Sí. ¿Qué métodos usa, pues, Satanás para apegarse al hombre y ocuparle por la fuerza? ¿Tenéis esto claro? Cuando escucháis estas dos palabras “ocupación” y “apego” con fuerza, tenéis esa sensación de extrañeza e indignación, ¿verdad? ¿Acaso no os hacéis una idea de su sabor maligno? Sin tu consentimiento o tu conocimiento, se apega a ti, te ocupa y te corrompe. ¿Qué puedes saborear en tu corazón? ¿Odio? ¡Sí! ¿Indignación? ¡Sí! Y cuando sientes este odio y esta indignación por estas formas de actuar de Satanás, ¿qué tipo de sentimiento tienes hacia Dios? Agradecimiento. Estás agradecido a Dios por salvarte. De modo que ahora, en este momento, ¿sientes el deseo o la voluntad de permitir que Dios se encargue de todo lo tuyo, de dominarte en tu totalidad? Sí. ¿En qué contexto? ¿Dices que sí, porque te asusta que Satanás te ocupe y se apegue a ti a la fuerza? No puedes tener este tipo de mentalidad, no es correcto. No tengas miedo, Dios está aquí. No hay nada de lo que asustarse, ¿verdad? Una vez hayas comprendido la malvada esencia de Satanás, deberías tener una comprensión más precisa o valorar en mayor profundidad el amor, las buenas intenciones, la compasión y la clemencia de Dios por el hombre y Su carácter justo. ¡Satanás es tan odioso! Pero si esto todavía no inspira tu amor por Dios, tu dependencia de Él y tu confianza en Él, ¿qué clase de persona serías? ¿Estás dispuesto a dejar que Satanás te perjudique así? Después de ver su maldad y su fealdad, damos la vuelta y entonces acudimos a Dios. ¿Ha habido algún cambio en tu conocimiento de Dios? Sí. ¿Qué tipo de cambio? ¿Podemos decir que Dios es santo? ¿Podemos decir que Dios no tiene defecto? Sí. “Dios es santidad única”; ¿puede Dios soportar este título? Sí. Por tanto, en el mundo y entre todas las cosas, ¿sólo Dios mismo puede aguantar este entendimiento del hombre? ¿Hay algún otro? No. ¿Qué es, pues, exactamente lo que Dios le da al hombre? ¿Te proporciona tan sólo un poco de interés, preocupación y consideración cuando no estás prestando atención? ¿Qué le ha dado Dios al hombre? Le ha dado vida, le ha dado todo y sigue otorgándole cosas de manera incondicional sin exigir nada, sin ninguna intención oculta. Utiliza la verdad, Sus palabras, Su vida para dirigir y guiar al hombre, apartándolo del daño de Satanás, de sus tentaciones, de su seducción y permitiéndole ver con claridad a través de la malvada naturaleza de Satanás y su repugnante rostro. ¿Son, pues, verdaderos el amor y la preocupación de Dios por la humanidad? ¿Es algo que cada uno de vosotros puede experimentar? Sí.

La Palabra, Vol. II. Sobre conocer a Dios. Dios mismo, el único IV

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