Ⅰ

En cada etapa de la obra de Dios,

las personas deben cooperar.

Dios refina al hombre para que tenga fe.

Dios perfecciona al hombre para que

tenga fe de ser perfeccionado

y acepte ser refinado, tratado y podado por Dios.

El Espíritu de Dios obra en el hombre

para esclarecerlo e iluminarlo,

para que obedezca y practique.

Dios no habla mientras refina.

No se oye Su voz

pero el hombre aún tiene obra por hacer.

Debes defender lo que tienes,

pero aún ser capaz de orar a Dios,

estar cerca de Él, dar testimonio; así haces tu deber.

Si te mantienes firme durante las pruebas de Dios,

si te mantienes firme hasta el final, serás un vencedor,

alguien que ha sido perfeccionado por Dios,

alguien que ha sido perfeccionado por Dios.

Ⅱ

Con la obra de Dios, deberíais ver

que todas Sus pruebas de la confianza

y el amor del hombre exigen

que ore más a Dios

y saboree con más frecuencia las palabras de Dios.

Debes entender el deber del hombre.

Quizás no conozcas la voluntad de Dios,

pero puedes hacer tu deber.

Puedes orar y practicar la verdad cuando debas hacerlo,

y puedes hacer lo que es debido y defender tu visión.

Así podrás aceptar la próxima obra de Dios.

Si te mantienes firme durante las pruebas de Dios,

si te mantienes firme hasta el final, serás un vencedor,

alguien que ha sido perfeccionado por Dios,

alguien que ha sido perfeccionado por Dios.

Ⅲ

Debes posicionarte sobre el proceso de Dios

de perfeccionar al hombre.

Debes confiar en cada etapa de Su obra.

Debes cumplir con tu deber,

defender lo que Dios te hace practicar,

recordar lo que exhorta,

mantener tu posición y testimonio.

Si puedes hacer todo esto, tener éxito en cada etapa,

al final Dios te perfeccionará y serás un vencedor.

Si te mantienes firme durante las pruebas de Dios,

si te mantienes firme hasta el final, serás un vencedor,

alguien que ha sido perfeccionado por Dios,

alguien que ha sido perfeccionado por Dios.

Adaptado de La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Debes mantener tu lealtad a Dios