Ⅰ

El verdadero Dios obra en la tierra,

se muestra a sí mismo en la carne

para hacer que el hombre lo conozca,

para que Él pueda ganarse el corazón del hombre,

para que pueda ganarse el amor del hombre.

Sin embargo, sin saber nada de esto,

el hombre busca milagros con obstinación.

¡Ah! ¿Cómo es que no puedes ver la voluntad de Dios?

Dios pronuncia Sus palabras y realiza Su obra para salvar al hombre.

¡Ah! Dios ha estado obrando hasta ahora,

sin embargo, ¿por qué aún no entiendes?

¡Dios ha dado al hombre tanto amor

y el hombre todavía no se ha dado cuenta!

Ⅱ

Dices que crees en Dios encarnado,

pero aún buscas a un Dios difuso;

oras en tu corazón a Dios en el cielo

y esperas ver a ese gran Dios;

y cuando aceptas el juicio de las palabras de Dios,

llegas a conocer al Dios práctico.

¡Ah! ¿Cómo es que no puedes ver la voluntad de Dios?

Dios pronuncia Sus palabras y realiza Su obra para salvar al hombre.

¡Ah! Dios ha estado obrando hasta ahora,

sin embargo, ¿por qué aún no entiendes?

¿De qué sirve hablar de ser perfeccionado

si no conoces la obra de Dios?

Ⅲ

Siempre haces peticiones a Dios con tus nociones,

sin tener una pizca de obediencia o amor.

¡La obra de Dios es tan práctica

que no se ajusta a la imaginación de los humanos!

Aferrarse a las nociones es rebelde;

pedir demasiado es irracional.

¡Ah! ¿Cómo es que no puedes ver la voluntad de Dios?

Dios pronuncia Sus palabras y realiza Su obra para salvar al hombre.

¡Ah! Dios ha estado obrando hasta ahora,

sin embargo, ¿por qué aún no entiendes?

No debes ser desalmado,

debes ser considerado con el corazón de Dios.

Ⅳ

Si quieres amar a Dios, tu amor debe ser sincero.

Desecha todas tus nociones religiosas.

Te estás perjudicando a ti mismo solo para ganar bendiciones.

Estás perdiendo la oportunidad de tu vida.

Cuántas son las palabras de corazón que Dios pronuncia:

miles y miles, todo por perfeccionar al hombre.

¡Ah! ¿Cómo es que no puedes ver la voluntad de Dios?

Dios pronuncia Sus palabras y realiza Su obra para salvar al hombre.

¡Ah! Dios ha estado obrando hasta ahora,

sin embargo, ¿por qué aún no entiendes?

Busca cambiar tu vida lo más rápido que puedas

y así consolarás al corazón de Dios.