286 Sé valiente en la senda de amar a Dios
1 Esta senda llena de baches solo hace aún más puro mi amor por Dios. El juicio y refinamiento de Sus palabras son mis compañeros constantes; el juicio justo me quema como un fuego devorador. A través del refinamiento doloroso, finalmente he llegado a conocerme y ver que Satanás me ha corrompido más allá de cualquier apariencia de la humanidad. El juicio y castigo de Dios purifican mi carácter corrupto; en las pruebas y la refinación he obtenido mucho provecho y he aprendido a someterme.
2 Contemplar cuán hermoso es Dios me apega aún más a Él. Ser capaz de dar un buen testimonio de Dios es mi deseo sincero. He visto que la reprensión y el juicio son las bendiciones de Dios; uno debe sufrir muchas pruebas para obtener la verdad y ser perfeccionado por Él. El perezoso y el cobarde no pueden dar testimonio de Dios. Si puedo ser apto para que me utilice, estoy dispuesto a sufrir por ello. Gracias a la persecución y la adversidad logro tener más determinación que nunca para amar a Dios.
3 Cristo de los últimos días trae el camino de la vida eterna, y el juicio y castigo de Dios son amor verdadero. Al sufrir juicio, finalmente conozco Su justicia y santidad. Tras dar paso a la veneración y al sometimiento, he probado Su amor. Un juicio y refinamiento más severos me benefician aún más. Tras el gran dolor, puedo obtener la verdad y vivir con una verdadera semejanza humana. Ofrezco todo mi ser para corresponder al amor de Dios y seré totalmente fiel a Él. Amo sinceramente a Dios, a quien me doy por entero. Cumplo con el deber para satisfacer la voluntad de Dios. Hago lo imposible por recibir la verdad y la vida. Derrochando confianza, avanzo hacia una vida auténtica. Vivo con semejanza humana para corresponder el amor de Dios.