Conoce la obra más reciente de Dios y sigue Sus huellas

Ahora bien, vosotros debéis buscar convertiros en el pueblo de Dios y así comenzaréis toda la entrada en el camino correcto. Ser el pueblo de Dios quiere decir entrar en la Era del Reino. En la actualidad comenzaréis a entrar de manera oficial en el entrenamiento del reino y vuestras vidas futuras dejarán de ser tan descuidadas y holgazanas como lo eran antes; viviendo de esta manera es imposible alcanzar los estándares que Dios exige. Si no sientes ninguna urgencia, entonces esto muestra que no tienes ningún deseo de mejorar, que tu búsqueda es poco clara y confusa y que no puedes cumplir con la voluntad de Dios. Entrar al entrenamiento del reino quiere decir comenzar la vida del pueblo de Dios, ¿estás dispuesto a aceptar tal entrenamiento? ¿Estás dispuesto a sentir una sensación de urgencia? ¿Estás dispuesto a vivir bajo la disciplina de Dios? ¿Estás dispuesto a vivir bajo el castigo de Dios? Cuando las palabras de Dios vengan a ti y te prueben, ¿cómo actuarás? Y ¿qué harás cuando te enfrentes con toda clase de hechos? En el pasado, tu enfoque no era en la vida; hoy, debes enfocarte en entrar en la realidad de la vida y buscar los cambios en tu carácter de vida. Esto es lo que debe lograr el pueblo del reino. Todos los que son del pueblo de Dios deben tener vida, deben aceptar el entrenamiento del reino y deben buscar los cambios en su carácter de vida. Esto es lo que Dios exige del pueblo del reino.

Las exigencias que Dios le hace al pueblo del reino son las siguientes:

1. Deben aceptar las comisiones de Dios. Es decir, deben aceptar todas las palabras que se hablan en la obra de Dios de los últimos días.

2. Deben entrar en el entrenamiento del reino.

3. Deben buscar que Dios haya tocado sus corazones. Cuando tu corazón se haya vuelto por completo a Dios, y tengas una vida espiritual normal, vivirás en el reino de la libertad, lo que quiere decir que vivirás bajo el cuidado y la protección del amor de Dios. Solo cuando vivas bajo el cuidado y la protección de Dios le pertenecerás a Dios.

4. Deben ser ganados por Dios.

5. Se deben convertir en una manifestación de la gloria de Dios en la tierra.

Estos cinco puntos son Mis comisiones para vosotros. Mis palabras son dichas al pueblo de Dios, y si no estás dispuesto a aceptar estas comisiones, Yo no te obligaré, pero si verdaderamente las aceptas, entonces serás capaz de hacer la voluntad de Dios. En la actualidad, comenzáis a aceptar las comisiones de Dios y a buscar convertiros el pueblo del reino y a alcanzar los estándares que se exigen para ser el pueblo del reino. Este es el primer paso para la entrada. Si quieres hacer la voluntad de Dios por completo, entonces debes aceptar estas cinco comisiones y, si las puedes lograr, vivirás según al corazón de Dios y con toda seguridad Dios hará un gran uso de ti. Lo que es crucial hoy es entrar al entrenamiento del reino. La entrada al entrenamiento del reino supone la vida espiritual. Antes, no se hablaba de la vida espiritual, pero ahora, al emprender la entrada al entrenamiento del reino, entras oficialmente a la vida espiritual.

¿Qué clase de vida es la vida espiritual? La vida espiritual es una en la que tu corazón se ha vuelto por completo a Dios y puede ser consciente del amor de Dios. Es una en la que vives en las palabras de Dios y nada más ocupa tu corazón, y puedes comprender la voluntad actual de Dios y la luz del Espíritu Santo te guía con el fin de que cumplas con tu deber. Tal vida entre el hombre y Dios es la vida espiritual. Si no puedes seguir la luz de la actualidad, entonces se ha creado un distanciamiento en tu relación con Dios, incluso la relación se pudo haber roto, y no tienes una vida espiritual normal. Una relación normal con Dios se construye sobre el fundamento de aceptar Sus palabras actuales. ¿Tienes una vida espiritual normal? ¿Tienes una relación normal con Dios? ¿Eres alguien que sigue la obra del Espíritu Santo? Si puedes seguir la luz del Espíritu Santo hoy y puedes comprender la voluntad de Dios dentro de Sus palabras y puedes entrar en ellas, entonces eres alguien que sigue la corriente del Espíritu Santo. Si no sigues la corriente del Espíritu Santo, entonces, sin duda, eres alguien que no busca la verdad. El Espíritu Santo no tiene oportunidad de obrar en aquellos que no tienen el deseo de ser mejores y, como resultado, tales personas nunca son capaces de hacer acopio de su fuerza y son siempre pasivas. En la actualidad, ¿sigues la corriente del Espíritu Santo? ¿Estás en la corriente del Espíritu Santo? ¿Has salido de un estado pasivo? Todos los que creen en las palabras de Dios, que toman la obra de Dios como fundamento y siguen la luz del Espíritu Santo hoy, todos están en la corriente del Espíritu Santo. Si tú crees de manera inequívoca que las palabras de Dios son verdaderas y correctas y crees en las palabras de Dios sin importar lo que Él diga, entonces eres alguien que busca la entrada a la obra de Dios y, de esta manera, cumples Su voluntad.

Para entrar en la corriente del Espíritu Santo, debes tener una relación normal con Dios y primero te debes deshacer de tu estado pasivo. Algunas personas siempre siguen a la mayoría y sus corazones se desvían muy lejos de Dios; tales personas no tienen ningún deseo de mejorar y los estándares que buscan son demasiado bajos. La voluntad de Dios es solo procurar amarlo y ser ganados por Él. Hay personas que solo usan su conciencia para retribuir el amor de Dios, pero esto no puede cumplir Su voluntad; cuanto más altos sean los estándares que busques, más estarás en armonía con la voluntad de Dios. Como alguien que es normal y que busca el amor a Dios, la entrada al reino para convertirse en uno del pueblo de Dios es vuestro verdadero futuro, y es una vida que tiene el mayor valor y significado; nadie está más bendecido que vosotros. ¿Por qué digo esto? Porque los que no creen en Dios viven para la carne y viven para Satanás, pero hoy vivís para Dios y vivís para hacer la voluntad de Dios. Es por esto que digo que vuestras vidas son de gran importancia. Solo este grupo de personas, que Dios ha seleccionado, puede vivir una vida de gran importancia: Nadie más en la tierra puede vivir una vida de tal valor y significado. Como Dios os ha seleccionado y os ha alzado y, además, por el amor que os tiene, habéis comprendido la verdadera vida y sabéis cómo vivir una vida que tenga el máximo valor. Esto no se debe a que vuestra búsqueda sea buena sino a la gracia de Dios; fue Dios el que abrió los ojos de vuestro espíritu y fue el Espíritu de Dios el que tocó vuestro corazón dándoos la buena fortuna de venir ante Él. Si el Espíritu de Dios no os hubiera iluminado, entonces no podríais ver lo que es asombroso de Dios ni tampoco os sería posible amar a Dios. Es exclusivamente porque el Espíritu de Dios ha tocado el corazón de las personas, que se han vuelto a Dios por completo. A veces, cuando estás disfrutando las palabras de Dios, tu espíritu es tocado y sientes que no puedes dejar de amar a Dios, sientes que hay una gran fuerza dentro de ti y que no hay nada que no puedas dejar a un lado. Si te sientes así, entonces el Espíritu de Dios te ha tocado y tu corazón se ha vuelto por completo a Dios y orarás a Dios y le dirás: “¡Oh, Dios! Tú realmente nos has predestinado y escogido. Tu gloria me llena de orgullo y para mí es glorioso ser uno de Tu pueblo. Erogaré todo y daré todo para hacer Tu voluntad y te dedicaré todos mis años y toda una vida de esfuerzos”. Cuando oras de esta manera, tu corazón albergará un amor sin fin y una obediencia verdadera hacia Dios. ¿Alguna vez has tenido una experiencia como esta? Si las personas son tocadas con frecuencia por el Espíritu de Dios, entonces están especialmente dispuestas a consagrarse a Dios en sus oraciones: “¡Oh, Dios! Quiero contemplar Tu día de gloria y quiero vivir para Ti, nada es más valioso o importante que vivir para Ti y no tengo el más mínimo deseo de vivir para Satanás y la carne. Al permitirme vivir por Ti hoy, me elevaste”. Cuando hayas orado de esta manera, sentirás que no puedes dejar de darle tu corazón a Dios, sentirás que debes ganar a Dios y que odiarías morirte sin haber ganado a Dios mientras estás vivo. Después de haber elevado tal oración, habrá dentro de ti una fuerza inagotable que no sabrás de dónde proviene; en tu corazón habrá un poder sin límite y tendrás la sensación de que Dios es muy encantador y que es digno de que lo ames. Así será cuando Dios te haya tocado. Todos los que han tenido esa experiencia es porque Dios los ha tocado. Aquellos que con frecuencia son tocados por Dios, experimentan cambios en sus vidas, son capaces de establecer su propósito, están dispuestos a ganar por completo a Dios, el amor por Dios en sus corazones es más fuerte, sus corazones se han vuelto por completo a Dios, no tienen en cuenta ni la familia, ni el mundo, ni las complicaciones, ni el futuro y están dispuestos a dedicarle a Dios una vida de esfuerzos. A todos aquellos a quienes el Espíritu de Dios ha tocado son los que están en busca de la verdad y que tienen la esperanza de que Dios los perfeccione.

¿Has vuelto tu corazón a Dios? ¿El Espíritu de Dios ha tocado tu corazón? Si nunca has tenido una experiencia semejante y si nunca has orado de esa manera, entonces esto demuestra que Dios no tiene lugar en tu corazón. Todos a los que el Espíritu de Dios guía y a los que el Espíritu de Dios ha tocado poseen la obra de Dios, lo que demuestra que las palabras de Dios y Su amor han echado raíces dentro de ellos. Algunas personas dicen: “No soy tan devoto como tú en mis oraciones ni me siento tan tocado por Dios; a veces, cuando medito y oro, siento que Dios es maravilloso y mi corazón es tocado por Él”. Nada es más importante que el corazón del hombre. Cuando tu corazón se ha vuelto a Dios, todo tu ser se habrá vuelto a Él y es en ese momento que el Espíritu de Dios habrá tocado tu corazón. La mayoría entre vosotros habéis tenido semejante experiencia, es solo que la profundidad de vuestras experiencias no es la misma. Algunas personas dicen: “No digo muchas oraciones, solo escucho la comunión de los demás y la fuerza se alza dentro de mí”. Esto muestra que Dios te ha tocado por dentro. Las personas a las que Dios ha tocado por dentro se inspiran cuando escuchan la comunión de los demás; si el corazón de una persona no se conmueve en absoluto cuando escucha palabras inspiradoras, entonces esto prueba que la obra del Espíritu Santo no está dentro de ella. Dentro de ella no hay anhelo, lo que prueba que no tiene un propósito y, por lo tanto, no tiene la obra del Espíritu Santo. Si Dios la ha tocado, esa persona reaccionará cuando escuche las palabras de Dios; si Dios no la ha tocado, entonces esta persona no se ha involucrado con Sus palabras, no tiene relación con ellas, no es capaz de ser esclarecido. Los que han escuchado las palabras de Dios y no reaccionaron a ellas son las personas que no han sido tocadas, son las personas que no tienen la obra del Espíritu Santo. Todos los que son capaces de aceptar la nueva luz son tocados y poseen la obra del Espíritu Santo.

Evalúate:

1. ¿Estás en medio de la presente obra del Espíritu Santo?

2. ¿Tu corazón se ha vuelto a Dios? ¿Has sido tocado por Dios?

3. ¿Las palabras de Dios han echado raíces dentro de ti?

4. ¿Tu práctica se construye sobre el fundamento de las exigencias de Dios?

5. ¿Vives bajo la guía de la luz presente del Espíritu Santo?

6. ¿Está tu corazón gobernado por nociones antiguas o lo gobiernan las palabras actuales de Dios?

Al escuchar estas palabras, ¿cuál es vuestra reacción por dentro? Después de haber creído durante todos estos años, ¿tienes a las palabras de Dios como tu vida? ¿Ha habido un cambio en tu carácter corrupto previo? ¿Sabes, según las palabras actuales de Dios, qué es tener vida y qué es no tener vida? ¿Esto os queda claro? Al seguir a Dios, todo debería ser según Sus palabras actuales, y esto es de vital importancia: ya sea que estéis buscando la entrada a la vida o el cumplimiento de la voluntad de Dios, todo se debería centrar alrededor de las palabras actuales de Dios. Si lo que comunicas y lo que buscas no se centra alrededor de las palabras actuales de Dios, entonces eres un extraño a Sus palabras y careces por completo de la obra del Espíritu Santo. Lo que Dios quiere son personas que sigan Sus pasos. No importa qué asombroso y puro sea lo que hayas entendido antes, Dios no lo quiere y si no puedes hacer a un lado esas cosas, entonces, en el futuro, serán un enorme obstáculo para tu entrada. Todos los que pueden seguir la luz actual del Espíritu Santo son benditos. Las personas de eras pasadas también siguieron los pasos de Dios, pero no pudieron continuar hasta hoy; esta es la bendición de las personas de los últimos días. Los que pueden seguir la obra actual del Espíritu Santo y que pueden seguir los pasos de Dios, de tal manera que lo sigan dondequiera que Él los guíe, estas son las personas a las que Dios bendice. Los que no siguen la obra actual del Espíritu Santo, no han entrado en la obra de las palabras de Dios y, no importa cuánto se esfuercen o cuán grande sea su sufrimiento o cuánto vayan de aquí para allá, esto no significa nada para Dios y Él no los elogiará. En la actualidad, todos los que siguen las palabras actuales de Dios están en la corriente del Espíritu Santo; los que son ajenos a las palabras actuales de Dios están fuera de la corriente del Espíritu Santo y a tales personas Dios no las elogia. El servicio que está divorciado de las declaraciones actuales del Espíritu Santo es un servicio que es de la carne y de las nociones y es imposible que sea acorde a la voluntad de Dios. Si las personas viven rodeadas de nociones religiosas, entonces no pueden hacer nada que sea digno de la voluntad de Dios y aunque sirvan a Dios, sirven en medio de su imaginación y de sus nociones y son totalmente incapaces de servir según la voluntad de Dios. Los que no pueden seguir la obra del Espíritu Santo no entienden la voluntad de Dios y los que no entienden la voluntad de Dios no pueden servirlo. Dios quiere un servicio que sea según Su corazón; no quiere un servicio que sea de las nociones y de la carne. Si las personas no pueden seguir los pasos de la obra del Espíritu Santo, entonces viven en medio de nociones. El servicio de tales personas interrumpe y perturba y tal servicio va en contra de Dios. Así, los que no son capaces de seguir los pasos de Dios no pueden servirlo; los que no pueden seguir los pasos de Dios muy probablemente se oponen a Él y no son compatibles con Él. “Seguir la obra del Espíritu Santo” quiere decir entender la voluntad de Dios hoy, poder actuar de acuerdo con los requisitos actuales de Dios, poder obedecer y seguir al Dios de hoy, y entrar en consonancia con Sus más nuevas declaraciones. Solo alguien así sigue la obra del Espíritu Santo y está en la corriente del Espíritu Santo. Tales personas no solo pueden recibir la alabanza de Dios y pueden verlo, sino que también pueden conocer Su carácter en Su última obra y pueden conocer las nociones del hombre y su desobediencia y su naturaleza y esencia; además, durante su servicio, pueden poco a poco lograr cambios en el carácter. Solo las personas como estas son las que pueden ganar a Dios y las que genuinamente han encontrado el camino verdadero. La obra del Espíritu Santo descarta a aquellas personas que no son capaces de seguir la última obra de Dios y que se rebelan contra Su última obra. Que esas personas abiertamente se opongan a Dios se debe a que Él ha hecho una nueva obra y la imagen de Dios no es la misma a la que estas personas tienen en sus nociones; como resultado de esto, se oponen abiertamente a Dios y lo juzgan, lo que la hace que Dios las aborrezca y las rechace. Tener el conocimiento de la última obra de Dios no es una tarea fácil, pero si las personas deciden obedecer la obra de Dios y persiguen la obra de Dios, entonces tendrán la oportunidad de verlo y tendrán la oportunidad de obtener la nueva guía del Espíritu Santo. Los que de manera intencional se oponen a la obra de Dios no pueden recibir la iluminación del Espíritu Santo o la guía de Dios. Por lo tanto, que las personas puedan recibir o no la última obra de Dios depende de la gracia de Dios, depende de su búsqueda y depende de sus intenciones.

Todos los que pueden obedecer las declaraciones actuales del Espíritu Santo son benditos. No importa cómo solían ser o cómo el Espíritu Santo solía obrar en ellos, los que han obtenido la última obra de Dios son los más bendecidos y los que no pueden seguir la última obra hoy son descartados. Dios quiere a los que son capaces de aceptar la nueva luz y a los que aceptan y conocen Su última obra. ¿Por qué se dice que debéis ser una virgen casta? Una virgen casta puede buscar la obra del Espíritu Santo y entender las cosas nuevas y, además, puede desechar las antiguas nociones y obedecer, hoy, la obra de Dios. Este grupo de personas, que hoy aceptan la obra más nueva, fue predestinado por Dios antes del tiempo, y son las personas más benditas. Vosotros oís la voz de Dios directamente y contempláis Su aparición y así, en todo el cielo y la tierra y a lo largo de las eras, nadie ha sido más bendecido que este grupo de personas, vosotros. Todo esto gracias a la obra de Dios, gracias a la predestinación y elección de Dios y gracias a Su gracia; si Dios no hablara y pronunciara Sus palabras, ¿vuestras condiciones podrían ser como son hoy? Así, que toda la gloria y la alabanza sean para Dios, porque todo esto se debe a que Él os alza. Con estas cosas en mente, ¿todavía puedes ser pasivo? ¿Podría todavía tu fuerza ser incapaz de alzarse?

Dios predestinó desde tiempos inmemoriales que pudieras aceptar el juicio, el castigo, los golpes y el refinamiento de Sus palabras y, además, que pudieras aceptar Sus comisiones y por eso no te debes afligir demasiado cuando eres castigado. Nadie os puede quitar la obra que se ha hecho en vosotros y las bendiciones que se os han otorgado y nadie os puede quitar todo lo que se os ha dado. Los religiosos no admiten comparación con vosotros. No poseéis una gran experiencia de la Biblia, ni contáis con teoría religiosa, pero como Dios ha obrado dentro de vosotros, habéis ganado más que cualquiera a lo largo de las eras y, por lo tanto, esta es vuestra mayor bendición. Por esto, os debéis dedicar aún más a Dios y ser todavía más leal a Él. Como Dios te alza, debes redoblar tus esfuerzos y debes preparar tu estatura para aceptar las comisiones de Dios. Debes permanecer firme en el lugar que Él te ha dado, buscar convertirte en uno del pueblo de Dios, aceptar el entrenamiento del reino, aceptar que Él te gane y, en última instancia, volverte testimonio glorioso de Dios. ¿Posees esta determinación? Si es así, entonces al final puedes estar seguro de que serás ganado por Dios y te convertirás en testimonio glorioso de Él. Debes entender que la comisión principal es que Dios te gane y que te conviertas en glorioso testimonio de Dios. Esta es Su voluntad.

Hoy, las palabras del Espíritu Santo son la dinámica de la obra del Espíritu Santo y, durante este periodo, la iluminación continua del hombre por parte del Espíritu Santo es la tendencia de Su obra. ¿Y cuál es la tendencia de la obra del Espíritu Santo hoy? Es el liderazgo del pueblo hacia la actual obra de Dios y hacia una vida espiritual normal. Hay varios pasos para entrar en una vida espiritual normal:

1. Primero, debes derramar tu corazón en las palabras de Dios. No debes buscar Sus palabras en el pasado y no las debes estudiar ni comparar con las palabras de hoy. En cambio, debes derramar por completo tu corazón en las palabras actuales de Dios. Si hay personas que todavía quieren leer Sus palabras, libros espirituales u otros relatos de la prédica pertenecientes al pasado, y no siguen las palabras actuales del Espíritu Santo, entonces son las personas más necias que existen; Dios aborrece a tales personas. Si estás dispuesto a aceptar la luz del Espíritu Santo hoy, entonces derrama por completo tu corazón a las declaraciones actuales de Dios. Esto es lo primero que debes lograr.

2. Debes orar sobre el fundamento de las palabras actuales que Dios pronunció, debes entrar en Sus palabras, tener comunión con Él y establecer tus propósitos ante Dios, definiendo qué estándares deseas para buscar alcanzarlas.

3. Debes buscar entrar profundamente en la verdad sobre el fundamento de la obra actual del Espíritu Santo. No te aferres a declaraciones y teorías obsoletas del pasado.

4. Debes buscar ser tocado por el Espíritu Santo y entrar en las palabras de Dios.

5. Debes buscar entrar en el camino que el Espíritu Santo recorre hoy.

¿Y cómo buscas ser tocado por el Espíritu Santo? Lo crucial es vivir en las palabras actuales de Dios y orar sobre el fundamento de Sus exigencias. Después de haber orado de esta manera, es seguro que el Espíritu Santo te tocará. Si no buscas en base al fundamento de las palabras que Dios pronuncia hoy, entonces es infructuoso. Debes orar y decir: “¡Oh, Dios! Me opongo a Ti y te debo tanto; soy muy desobediente y nunca puedo satisfacerte. Oh, Dios, quiero que me salves, quiero servirte hasta el final, quiero morir por Ti. Tú me juzgas y me castigas y no tengo quejas; me opongo a Ti y merezco morir para que todas las personas puedan contemplar Tu justo carácter en mi muerte”. Si oras desde dentro de tu corazón de esta manera, Dios te escuchará y te guiará; si no oras sobre el fundamento de las palabras actuales del Espíritu Santo, entonces no hay posibilidad de que el Espíritu Santo te toque. Si oras de acuerdo a la voluntad de Dios, y de acuerdo a eso que Él quiere hacer hoy, dirás: “¡Oh, Dios! Quiero aceptar Tus comisiones y ser fiel a ellas y estoy dispuesto a consagrar toda mi vida a Tu gloria para que todo lo que haga pueda alcanzar los estándares del pueblo de Dios. Que mi corazón sea tocado por Ti. Anhelo que Tu Espíritu siempre me ilumine, que todo lo que yo avergüence a Satanás, para, al final, ser ganado por Ti”. Si oras de esta manera, centrándote alrededor de la voluntad de Dios, entonces, el Espíritu Santo inevitablemente obrará en ti. No importa cuántas sean las palabras de tus oraciones, lo que es clave es si comprendes la voluntad de Dios o no. Todos vosotros pudisteis haber tenido la siguiente experiencia: A veces, mientras oras en una reunión, la dinámica de la obra del Espíritu Santo alcanza su punto máximo, haciendo que la fuerza de todos se eleve. Algunas personas lloran amargamente y derraman lágrimas mientras oran, vencidas por el remordimiento ante Dios, y algunas personas muestran su determinación y hacen votos. Ese es el efecto que debe lograr la obra del Espíritu Santo. En la actualidad es crucial que todas las personas derramen por completo sus corazones sobre las palabras de Dios. No te enfoques en las palabras que se pronunciaron antes; si todavía te aferras a lo que antes fue, entonces el Espíritu Santo no obrará dentro de ti. ¿Ves qué importante es esto?

¿Conocéis el camino que recorre el Espíritu Santo en la actualidad? Los diferentes puntos que se mencionaron antes son los que el Espíritu Santo debe lograr hoy y en el futuro; son el camino que emprende el Espíritu Santo y la entrada que los hombres deben buscar. En tu entrada a la vida, como mínimo debes derramar tu corazón en las palabras de Dios y debes poder aceptar el juicio y el castigo de las palabras de Dios; tu corazón debe anhelar a Dios, debes buscar la entrada profunda a la verdad y a los objetivos que Dios exige. Cuando posees esta fuerza, entonces esto demuestra que has sido tocado por Dios y tu corazón ha comenzado a volverse hacia Dios.

El primer paso de entrada a la vida es derramar por completo el corazón en las palabras de Dios y el segundo paso es aceptar ser tocado por el Espíritu Santo. ¿Cuál es el efecto que se debe lograr al aceptar ser tocado por el Espíritu Santo? Es poder anhelar, buscar y explorar una verdad más profunda y poder cooperar con Dios de una manera positiva. Hoy cooperas con Dios, es decir, hay un objetivo para la búsqueda, para las oraciones y para la comunión con Sus palabras y llevas a cabo tu deber según las exigencias de Dios; solo esto es cooperar con Dios. Si solo hablas de dejar que Dios actúe, pero no tomas ninguna acción, ni orando ni buscando, entonces ¿podría esto llamarse cooperación? Si no hay ni rastro de cooperación en ti, y careces del entrenamiento para la entrada que tiene un objetivo, entonces no estás cooperando. Algunas personas dicen: “Todo depende de la predestinación de Dios, Él mismo hace todo; si Dios no lo hiciera, entonces, ¿cómo podría hacerlo el hombre?”. La obra de Dios es normal y no es en lo más mínimo sobrenatural y es solo por medio de tu búsqueda activa que el Espíritu Santo obra, porque Dios no obliga al hombre; le debes dar la oportunidad de obrar y si no buscas o entras, y si no hay el más mínimo anhelo en tu corazón, entonces Dios no tiene oportunidad de obrar. ¿Por qué camino puedes buscar ser tocado por Dios? Por medio de la oración y de acercarte más a Él. Pero, lo más importante, recuerda, es que debe ser sobre el fundamento de las palabras que Dios pronunció. Cuando eres tocado por Dios con frecuencia, la carne no te esclaviza: esposo, esposa, hijos y dinero, todo eso es incapaz de encadenarte y tú solo quieres perseguir la verdad y vivir ante Dios. En este momento, serás alguien que vive en el reino de la libertad.

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