I

Dios encarnado conoce la esencia humana,

revela todo lo que hace la gente,

más aún, la corrupción del hombre y su conducta rebelde también.

No vive con los mundanos,

más conoce su ser y corrupción.

Esto es lo que Él es.

Aunque Él no trata con el mundo,

Él conoce cada regla para implicarse en él.

Él entiende a la humanidad, entiende su naturaleza.

II

Él bien conoce la obra del Espíritu,

la actual y la pasada también,

lo que el ojo humano no puede ver,

lo que su oído no puede oír.

Maravillas que el hombre no comprende,

sabiduría que no es filosofía.

Esto es lo que Él es,

expuesto y oculto también.

Su expresión no es la de un hombre extraordinario,

sino la del ser inherente y los atributos del Espíritu.

III

Él no viaja alrededor del mundo,

pero lo sabe todo sobre él.

Se reúne con quien carece de conocimiento,

Sus palabras están sobre los hombres.

Él vive entre adormecidos y bobos,

que no conocen el modo humano de vivir.

Él puede pedirles que vivan una vida humana real,

al revelarles lo bajos y viles que son.

Esto es lo que Él es,

superior a alguien de carne y hueso.

Que exponga y juzgue al hombre no es por Su experiencia.

Al conocer y odiar su indisciplina, Él revela su injusticia.

La obra que Él hace es para revelar

Su carácter y Su ser al hombre.

No hay carne que pueda hacer esta obra,

sólo Dios, oh.

De “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos”