Dios es insondable, es tan maravilloso y sabio;

esto es lo que el hombre conoce de Él

cuando experimenta Su obra.

Lo reverencia sin pensar,

siente el misterio de Su obra.

Va más allá de la mente del hombre.

La obra de Dios es insondable.

Las personas quieren cumplir con lo que pide Dios,

quieren cumplir Sus deseos,

pero no quieren superarlo,

porque Su obra va más allá de la mente

y de la imaginación del hombre,

y el hombre no puede hacerla por Dios.

El hombre no conoce sus deficiencias,

pero Dios le ha abierto un nuevo sendero,

lo trae a un nuevo mundo más hermoso,

para que progrese y empiece de nuevo.

Dios es insondable, es tan maravilloso y sabio;

esto es lo que el hombre conoce de Él

cuando experimenta Su obra.

Lo reverencia sin pensar,

siente el misterio de Su obra.

Va más allá de la mente del hombre.

La obra de Dios es insondable.

Las personas sienten admiración,

también temor y amor profundos por Dios.

Sienten que Dios es maravilloso.

Él hace y dice cosas que el hombre no puede hacer.

Es indescriptible lo que sienten

las personas al experimentar Su obra.

Las personas con una experiencia profunda

pueden entender el amor de Dios;

también pueden sentir Su hermosura

y que Su obra es sabia y maravillosa.

Un poder infinito de verdad

se genera entre todas las personas.

Ese poder no es miedo o amor y respeto ocasionales,

sino un sentido de compasión y tolerancia de Dios,

mientras que los que han recibido Su juicio

sienten Su majestad y que Él no tolera ofensa.

Incluso las personas que han visto mucho de Su obra

aún no pueden comprenderlo.

Los que le temen de verdad saben que Su obra

no concuerda con sus nociones;

siempre va en contra de sus nociones.

Dios es insondable, es tan maravilloso y sabio;

esto es lo que el hombre conoce de Él

cuando experimenta Su obra.

Lo reverencia sin pensar,

siente el misterio de Su obra.

Va más allá de la mente del hombre.

La obra de Dios es insondable.

De “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos”