Ⅰ

Mucha gente habla de mucho saber,

pero llora en su lecho de muerte.

Se arrepienten de haber desperdiciado

y vivido su vida en vano.

Solo entienden las doctrinas,

pero no practican la verdad.

En vez de dar testimonio de Dios,

se pasan la vida muy ocupados.

Solo al borde de la muerte pueden ver la verdad:

les falta testimonio de verdad y no conocen a Dios.

Aprovecha el día.

Busca la verdad que amas.

No esperes hasta mañana o será demasiado tarde.

Busca la verdad, sufre por la verdad mientras vivas.

Si mueres arrepentido, tu fe habrá sido en vano.

Ⅱ

Hay muchos temas en los que la gente

puede poner en práctica la verdad

con el más mínimo esfuerzo,

y así complacerán a Dios.

Pero los demonios poseen sus corazones,

no pueden actuar por el bien de Dios.

En vez actúan solo por la carne

y no obtienen nada al final.

Es por esto que a la gente le afligen las dificultades.

Estos son los tormentos de Satán.

Esta es la corrupción de la carne.

No intentes engañar a Dios con mentiras,

en vez, realiza actos tangibles.

¿Para qué te engañas a ti mismo?

¿Para qué vives por la carne y la fama?

Aprovecha el día.

Busca la verdad que amas.

No esperes hasta mañana o será demasiado tarde.

Busca la verdad, sufre por la verdad mientras vivas.

Si mueres arrepentido, tu fe habrá sido en vano.

Adaptado de La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Ya que crees en Dios, deberías vivir para la verdad