Para ganar la verdad, uno debe aprender de las personas, los asuntos y las cosas cercanas

En estos momentos, los que creen en Dios de todo corazón están centrados en cumplir con sus deberes con diligencia, y quieren desempeñarlos bien. Sin embargo, ya que todo el mundo tiene un carácter corrupto, y cada uno tiene sus respectivas dificultades y defectos, es difícil para ellos desempeñar su deber adecuadamente; eso requeriría que buscaran y trabajaran duro respecto a la verdad. Cuando surgen dificultades, todos deben orar juntos y buscar la verdad para resolver conjuntamente sus problemas. Esta es la responsabilidad y el deber de cada persona. Cada uno tiene la responsabilidad y la obligación de cumplir bien con su deber. No es responsabilidad de una persona en particular, sino que es una responsabilidad conjunta de todos. Por tanto, todos deben trabajar duro juntos y aprender a colaborar en armonía. Además de equiparse con la verdad, cada uno debe también equiparse con conocimientos profesionales, aprovechar sus propios puntos fuertes, aprender algunas cosas prácticas, aprender unos de otros y mejorar sus puntos débiles ayudándose mutuamente. Al hacer esto, obtendrán cada vez mejores resultados en sus deberes.

¿Por qué creéis que es tan difícil para los incrédulos hacer cualquier cosa, y por qué son tan grandes sus obstáculos? Porque la gente tiene una naturaleza satánica; todos viven según actitudes corruptas, quieren presumir, quieren tener la última palabra y no hallan la forma de colaborar en armonía. Así, les resulta muy difícil hacer algo con éxito. A mitad de camino, se desmoronan por la desunión y se separan. Los que tienen buena humanidad son capaces de ir un poco más lejos. Tarde o temprano, los que no tienen la verdad tropezarán. Si podéis ver claramente este punto, entonces deberíais aprender a aceptar y someteros a la verdad, y a colaborar en armonía con los demás. ¿Por qué la gente no colabora en armonía? (Porque la gente es arrogante y santurrona. Siempre piensan que tienen razón y no están dispuestos a aceptar las sugerencias de los demás). La arrogancia y la santurronería forman parte de un carácter corrupto. ¿Es fácil resolver este problema? ¿Puede alguien resolverlo? Los incrédulos son del todo incapaces de resolver esta clase de problema. ¿Por qué? Porque no aceptan la verdad. Viven según filosofías satánicas, su propia voluntad, trucos, ardides, engaños y sus actitudes satánicas. No aceptan la verdad, y mucho menos la ponen en práctica ni buscan conocerse a sí mismos, renunciar a sí mismos o someterse a la verdad. No dicen absolutamente nada sobre estos asuntos positivos y sendas correctas. Nunca reconocen que Dios es la verdad y nunca creerán en Él, así que no importa qué carrera emprendan y, en cualquier cosa que hagan, siempre acaban fracasando y causándose la ruina. En la casa de Dios es diferente. En la casa de Dios, Dios es el que gobierna; Sus palabras y la verdad son las que gobiernan. Cada día, el pueblo escogido de Dios come y bebe Sus palabras y comparte la verdad. Sus corazones se llenan cada vez mas de luz, y están dispuestos a esforzarse en pos de la verdad, en obtenerla. ¿Por qué los hermanos y hermanas son más efectivos que los incrédulos cuando trabajan juntos? Cuando menos, tienen un fundamento. Son personas que creen de todo corazón en Dios, y en la casa de Dios, están unidos en sus pensamientos y esfuerzos cuando realizan sus deberes. Además, comparten la misma fe y los mismos objetivos, y sus espíritus están interconectados. Ya sean del norte, del sur o de las llanuras centrales, aunque sus dialectos sean diferentes, enseguida se familiarizan unos con otros mientras comunican su fe y hablan de sus experiencias, como si se conocieran desde hace mucho tiempo. Se sienten miembros de la misma familia. Es más, los que no manejan los asuntos de forma práctica, los que siempre traman y engañan, los que hacen trampas, los que siempre son arrogantes y santurrones, los que siguen su propia voluntad y los que no aceptan siquiera la más mínima verdad, no pueden mantenerse firmes en la casa de Dios. Son naturalmente descartados y expulsados, porque la casa de Dios se rige por la verdad. Todo esto es visible, y ya se ha demostrado que es verdad. No importa tu edad, sexo, o siquiera tu nivel de habilidad, si dices: “Entiendo mi campo de especialización, así que lo que digo es correcto. ¡No voy a escucharos!”, ¿qué opinión tendrá todo el mundo de ti? ¿Elogiarán a este tipo de persona? (No). ¿Puede este tipo de persona cumplir bien con su deber y mantenerse firme? (No, no puede). Es fácil que le expulsen. A algunas personas se les da bien hablar y su discurso es especialmente agradable de escuchar, pero no hacen nada práctico. Al principio, la gente se sentirá bien con ellos, pero ¿y después? Todos descubrirán la verdad sobre ellos y dirán: “Esta persona habla bien en apariencia, pero no hace nada práctico. Basta echarles un vistazo para darse cuenta de que no aman la verdad. Se concentran en aparentar, y en cómo se presentan a sí mismos. Nunca han comunicado acerca de la verdad o reflexionado sobre ellos mismos. Son iguales que los que no creen, son incrédulos”. Después de ver esto, la gente comenzará a hartarse de ellos, y pensarán que hablar o trabajar con ellos no sería constructivo o provechoso. Este tipo de persona hace que los demás se sientan infelices y que sus espíritus no se liberen, y poco a poco empiezan a distanciarse de ella. Cuando la persona se dé cuenta de que ha sido abandonada por los demás y de que se ha quedado totalmente aislada, empezará a reflexionar sobre sí misma. Solo entonces se dará cuenta de que: “Es inaceptable que una persona no busque la verdad. Confiar en triquiñuelas, cualidades y dones, o en mis propias experiencias, lecciones, filosofías para vivir y tácticas es algo que, sencillamente, no va a funcionar en la casa de Dios. Debo aceptar y buscar la verdad para evitar ser expulsado”. Si esa persona se arrepiente de verdad y cambia, entonces todavía existe un hilo de esperanza de que pueda salvarse.

En la casa de Dios, ¿qué clase de persona le gusta a la mayoría? (Les gusta la gente que busca la verdad, puede aceptarla y tiene la realidad de la verdad). ¿Cómo muestran la realidad de la verdad las personas que la tienen? (Son más honestos). Poseen una humanidad honesta. ¿Qué más? (Son más devotos). Desde fuera viven vidas más devotas y adecuadas, y otros se benefician de verlos. ¿Qué más? (Son capaces de practicar la verdad, y actúan con principios). Estas son algunas maneras prácticas en las que lo muestran. ¿Qué cosas implica actuar con principios? ¿Qué detalles residen en ello? Por ejemplo, en lo que respecta a tratar a las personas, independientemente de si tienen estatus o no, o de si son hermanos y hermanas, líderes u obreros, ¿qué principios se deben observar? Sin duda, lo único justo y razonable es que se les trate según la palabra de Dios y la verdad. No puedes confiar en absoluto en la emoción o en las preferencias personales, acercarte a uno pero distanciarte del otro, aprovecharte de los que son cándidos pero ser complaciente con los que son admirables, o formar cuadrillas para crear conflictos entre facciones. Además, no puedes atacar ni discriminar a los que buscan la verdad y cumplen con sus deberes. Debes tratar a las personas según los principios de la verdad. Ese es el principio de cómo tratar a las personas, y también es el principio de cómo llevarse bien con los demás. Los que creen en Dios deben tratar a todas las personas con justicia. Ganarse a la gente cuando es útil y discriminar a los que no son útiles: ¿es ese el principio por el que se debe tratar a la gente? Esta es la filosofía mundana de los incrédulos, un carácter y una lógica satánicos. En la casa de Dios, ¿cuáles son los principios para tratar a la gente? Debes tratar a todos según los principios de la verdad y a todos los hermanos y las hermanas de manera justa. ¿Cómo se trata de manera justa? Debe hacerse según las palabras de Dios, por las que Dios salva, y por las que descarta, por las que se agrada y por las que aborrece; estos son los principios de la verdad. Los hermanos y las hermanas deben ser tratados con ayuda y amor y con tolerancia y paciencia mutuas. Los malvados e incrédulos deben ser identificados, deben ser separados y hay que mantenerlos a distancia. Solo de esta manera se trata a la gente con principios. Cada hermano y hermana tiene virtudes y defectos, y todos tienen un carácter corrupto, así que, cuando están juntos, deben ayudarse, tolerarse y tener paciencia, y no buscar defectos ni ser demasiado duros. En particular, a los hermanos y hermanas que no llevan mucho tiempo creyendo en Dios, o que son jóvenes, se les debe cuidar mucho y apoyarlos con paciencia. Si tienen efusiones corruptas, comunica entonces con ellos sobre la verdad y estimúlales con paciencia. En ningún caso los condenes a la ligera o exageres sus problemas, porque eso es cruel. Si tienes miedo y te escondes cuando te enteras de que un falso líder o anticristo está haciendo actos malvados y no te atreves a revelarlo. Sin embargo, cuando te das cuenta de que tus hermanos y hermanas tienen algunos brotes de corrupción, te agarras a ellos y haces montañas de un grano de arena, ¿qué clase de comportamiento es este? Las personas que hacen esto son detestables y se aprovechan de los demás. Esta no es una forma justa de tratar a los demás; más bien, estás actuando de acuerdo con tus preferencias personales. Se trata de un carácter corrupto y satánico, lo cual es una transgresión. Dios ve todo lo que hace la gente. Comoquiera que actúes y pienses en tu corazón, ¡Dios te está observando! Hagas lo que hagas, debes captar los principios. En primer lugar, debes comprender la verdad. Una vez que comprendas la verdad, te será fácil entender la voluntad de Dios, y conocerás los principios por los que Dios exige que las personas traten a los demás. Sabrás cómo tratar a las personas y podrás tratarlas de acuerdo con la voluntad de Dios. Si no entiendes la verdad, desde luego no serás capaz de entender la voluntad de Dios, y no tratarás a los demás según los principios. Las palabras de Dios te muestran y señalan claramente cómo debes tratar a los demás; la actitud con la que Dios trata al hombre es la actitud que las personas deben adoptar en su trato de unos hacia otros. ¿Cómo trata Dios a todas y cada una de las personas? Algunas personas son de estatura inmadura o son jóvenes o han creído en Dios por poco tiempo, o no son malas por esencia naturaleza ni tampoco maliciosas, solo un poco ignorantes o carentes de calibre. O están sujetos a muchas restricciones, y todavía no comprenden la verdad ni han entrado en la vida, así que les resulta difícil abstenerse de hacer cosas estúpidas o cometer actos ignorantes. Pero Dios no se centra en la estupidez pasajera de las personas, sino que mira en sus corazones. Si están decididas a buscar la verdad, entonces están en lo correcto y, cuando tienen este objetivo, entonces Dios las observa, las espera y les da el tiempo y las oportunidades que les permitan entrar. No es que Dios las vaya a excluir por una sola transgresión. Eso es algo que la gente hace a menudo; Dios nunca trata así a la gente. Si Dios no trata así a la gente, ¿por qué la gente trata así a los demás? ¿Acaso no muestra esto su carácter corrupto? Este es precisamente su carácter corrupto. Debes ver cómo trata Dios a las personas ignorantes y estúpidas, cómo trata a los de estatura inmadura, cómo trata las manifestaciones normales del carácter corrupto del hombre y cómo trata a los que son maliciosos. Dios trata a distintas personas de diferentes maneras y también tiene varias maneras de gestionar las innumerables condiciones de las diferentes personas. Debes entender estas verdades. Una vez que has entendido estas verdades, entonces sabrás cómo experimentar los asuntos y tratar a la gente según los principios.

¿Determina Dios si una persona se va a o no a salvar según el grado de su corrupción? ¿Determina Él si lo juzga y castiga según el tamaño de sus transgresiones o de su corrupción? ¿Determina Él su destino y su resultado final según su aspecto, sus antecedentes familiares, el nivel de su calibre o cuánto ha sufrido? Dios no usa estas cosas como base para Sus decisiones, ni siquiera se fija en ellas. Entonces debes entender que, ya que Dios no mide a las personas según estas cosas, tú tampoco debes seguir este criterio. Digamos que ves a alguien con aspecto atractivo y que parece una buena persona, así que empiezas a hablarle más, relacionarte con él, te acercas y os convertís en buenos amigos. Entonces, digamos que ves a alguien sin atractivo, al que es desagradable escuchar, que no sabe interactuar con los demás y no se integra, así que no te identificas con él y a veces incluso quieres acosarle o decirle palabras desagradables para reprimirlo; ¿qué manera es esta de tratar a las personas? Todas estas cosas provienen de un carácter corrupto satánico. ¿Estáis dispuestos a estar limitados y atados por vuestro carácter corrupto y satánico y a que este rija vuestras acciones? (No). Según los deseos subjetivos de las personas, nadie está dispuesto a hacer nada o a cumplir con su deber viviendo en el carácter satánico de Satanás. En la voluntad subjetiva de la gente, aspiran al bien y están dispuestos a practicar la verdad, pero si la gente no comprende la verdad o no la busca, no se toma en serio la verdad o no hace ningún esfuerzo al respecto, entonces no podrán entrar en la realidad de la verdad. Si no eres capaz de entrar en la realidad de la verdad, entonces, lo que vives, los principios que adoptas en todo lo que haces, y las palabras que dices no se ajustarán a la verdad, y dichas cosas quedarán completamente fuera de esta. Si hay algún aspecto de la verdad que no comprendes, entonces serás absolutamente incapaz de entrar en la realidad de la verdad, y si no puedes entrar en la realidad de la verdad, entonces no tendrás verdad. ¿Hay humanidad en aquellos que no tienen verdad? (No). Todo lo que vive la gente así es el carácter corrupto de Satanás. No es que la gente se convierta en alguien que tiene las realidades de la verdad en cuanto empieza a cumplir con su deber. Cumplir con el deber no es más que un método y un canal a seguir. En el cumplimiento de su deber, la gente utiliza la búsqueda de la verdad para experimentar la obra de Dios, entender poco a poco y aceptar la verdad, y luego practicarla. Entonces alcanzan un estado en el que se deshacen de su carácter corrupto, se liberan de las ataduras y el control del carácter corrupto de Satanás, y así se convierten en alguien que tiene la realidad de la verdad y una humanidad normal. Solo cuando tengas una humanidad normal, tu cumplimiento del deber y tus acciones resultarán edificantes para la gente y satisfactorios para Dios. Y solo cuando las personas sean alabadas por Dios por el cumplimiento de su deber, podrán ser criaturas aceptadas por Él. Así pues, en cuanto al cumplimiento de vuestro deber, si bien lo que actualmente dedicáis y aportáis con devoción son las diversas capacidades, el aprendizaje y conocimiento que habéis adquirido, estos son precisamente los que proveen el canal a través del cual podéis entender la verdad mientras cumplís con vuestro deber, y saber qué es cumplir con el deber, qué es presentarse ante Dios, qué es esforzarse sinceramente por Él. A través de este canal, aprenderéis a desechar vuestro carácter corrupto, y a renunciar a vosotros mismos, a no ser arrogantes y santurrones, y a obedecer la verdad y a Dios. Solo así podréis alcanzar la salvación.

En este momento, la parte más fundamental de cumplir con vuestro deber es que aprendáis a someteros, tanto a la verdad como a las cosas que vienen de Dios. De esta manera, al seguir a Dios, podréis aprender vuestras lecciones, además de poder entrar poco a poco en la realidad de la verdad. Dime, ¿puede una persona desempeñar bien su deber si no tiene ningún entendimiento de lo que significa practicar la verdad, someterse a ella, o si no entiende a qué principios debe atenerse para desempeñar su deber? Desde luego, sería difícil. Todos podríais entender que cuando realizáis vuestro deber en la casa de Dios, si no poseéis ni entráis siquiera un poco en la realidad de la verdad, entonces es muy difícil que cumpláis bien con vuestro deber. Os resulta muy difícil cumplir con el deber según un estándar aceptable, o manteneros firmes. ¿Habéis experimentado todos ahora lo difícil que es dar un simple paso adelante sin la verdad? (Sí). ¿Qué os ha hecho experimentar esto más profundamente? (Ser podados y tratados a menudo, fracasar y tropezar porque no hemos entendido la verdad y hemos confiado en un carácter corrupto para hacer nuestros deberes). ¿Por cuántos fracasos habéis pasado? (Por unos cuantos). Mientras experimentas la obra de Dios, por más veces que hayas fallado, caído, sido podado, tratado o revelado, estas cosas no son malas. Independientemente de cómo hayas sido podado o tratado, o si ha sido por parte de los líderes, obreros o hermanos o hermanas, todo esto es bueno. Debes recordar que, por mucho que sufras, en realidad te estás beneficiando. Cualquier persona con experiencia puede dar fe de ello. Sí o sí, la poda, el trato o la revelación son siempre cosas buenas. No son una condena. Son la salvación de Dios y la mejor oportunidad para que llegues a conocerte. Puede traer un cambio de aires a tu experiencia de vida. Sin ello, no tendrás ni la oportunidad, ni la condición ni el contexto para poder alcanzar un entendimiento de la verdad de tu corrupción. Si entiendes realmente la verdad, y eres capaz de desenterrar las cosas corruptas ocultas en las profundidades de tu corazón, si puedes distinguirlas con claridad, entonces eso es bueno, esto ha resuelto un problema importante de entrada en la vida, y supone un gran beneficio para la transformación de carácter. Poder conocerte realmente es la mejor oportunidad para que enmiendes tus caminos y te conviertas en una nueva persona; es la mejor oportunidad de que obtengas nueva vida. Cuando realmente te conozcas, podrás ver que, cuando la verdad se convierte en la vida de alguien, es algo realmente precioso, y tendrás sed de la verdad, la practicarás y entrarás en la realidad. ¡Esto es algo verdaderamente grandioso! Si puedes aprovechar esta oportunidad y reflexionar sinceramente sobre ti mismo y obtener un conocimiento genuino de ti mismo cada vez que falles o caigas, entonces en medio de la negatividad y la debilidad, podrás volver a levantarte. Cuando hayas cruzado este umbral, entonces podrás dar un gran paso adelante y entrar en la realidad verdad.

Si crees en la soberanía de Dios, entonces tienes que creer que los sucesos cotidianos, sean buenos o malos, no suceden al azar. No es que alguien esté siendo deliberadamente duro contigo o teniéndote en la mira; todo esto fue dispuesto y orquestado por Dios. ¿Por qué orquesta Dios estas cosas? No es para revelarte tal y como eres o para exponerte y expulsarte; exponerte no es la meta final. La meta consiste en perfeccionarte y salvarte. ¿Cómo te perfecciona Dios? ¿Y cómo te salva? Comienza por hacerte consciente de tu propio carácter corrupto, y hacerte saber de tu naturaleza y esencia, de tus defectos y tus carencias. Solo si conoces estas cosas y tienes un claro entendimiento en tu corazón, puedes buscar la verdad y, gradualmente, deshacerte de tu carácter corrupto. Esto es Dios que te está brindando una oportunidad. Esta es la compasión de Dios. Tienes que saber cómo aprovechar esta oportunidad. No debes oponerte a Dios, confrontarte con Él ni malinterpretarlo. En particular, cuando te enfrentas con las personas, los asuntos y las cosas que Dios dispone a tu alrededor, no sientas constantemente que las cosas no son como desearías que fueran, no desees escapar constantemente de ellas o culpar y malinterpretar siempre a Dios. Si estás haciendo esas cosas constantemente, entonces no estás experimentando la obra de Dios y eso hará que te resulte muy difícil entrar en la realidad de la verdad. Sea lo que sea aquello que te encuentres y no puedas entender plenamente, cuando surja una dificultad debes aprender a someterte. Debes empezar por acudir delante de Dios y orar más. De esa manera, antes de que te des cuenta, ocurrirá un cambio en tu estado interno y podrás buscar la verdad para resolver tu problema. Así, podrás experimentar la obra de Dios. Mientras esto ocurre, la realidad de la verdad será forjada dentro de ti y así es como avanzarás y pasarás por una transformación en el estado de tu vida. Una vez que hayas pasado por este cambio y poseas esta realidad de la verdad, poseerás además estatura, y con la estatura viene la vida. Si alguien vive siempre basándose en un carácter satánico corrupto, entonces no importa cuánto entusiasmo o energía tenga, no podrá considerarse que posea estatura o vida. Dios obra en cada persona y, sin importar cuál sea Su método, qué clase de personas, asuntos y cosas usa a Su servicio o el tipo de tono que tengan Sus palabras, Él solo tiene una meta final: salvarte. ¿Y cómo te salva Dios? Él te cambia. Entonces, ¿cómo podrías no sufrir un poco? Tendrás que sufrir. Este sufrimiento puede implicar muchas cosas. En primer lugar, la gente debe sufrir cuando acepta el juicio y el castigo de las palabras de Dios. Cuando las palabras de Dios son demasiado severas y explícitas y la gente malinterpreta a Dios —e incluso tiene nociones—, eso también puede ser doloroso. A veces, Dios crea un entorno alrededor de las personas para exponer su corrupción, para hacerlas reflexionar y conocerse a sí mismas, y entonces también sufrirán un poco. A veces, cuando se las poda directamente, se las trata y se las expone, las personas tienen que sufrir. Es como si se estuvieran sometiendo a una operación. Si no hay sufrimiento, no se produce ningún efecto. Si cada vez que eres podado y tratado y cada vez que un entorno te deja al descubierto, eso despierta tus emociones y te alienta, entonces, mediante este proceso entrarás en la realidad verdad y tendrás estatura. Si cada vez que eres sujeto a ser podado y tratado, a ser expuesto en un entorno, no sientes ningún tipo de dolor o incomodidad y no sientes nada, y si no te presentas ante Dios para buscar Su voluntad y tampoco oras o buscas la verdad, ¡entonces en verdad eres muy insensible! Dios no obra en ti cuando tu espíritu no siente nada, cuando no reacciona. Dios dirá: “Esta persona es demasiado insensible y ha sido profundamente corrompida. Da igual cómo lo discipline, trate con él o intente tenerlo controlado, sigo sin conmover su corazón ni despertar su espíritu. Esta persona estará en problemas, no es fácil de salvar”. Si Dios dispone ciertos ambientes, personas, asuntos y cosas para ti; si Él te poda y te trata y aprendes lecciones de esto; si has aprendido a venir ante Dios y buscar la verdad y, sin que te des cuenta, eres esclarecido e iluminado y alcanzas la verdad; si has experimentado un cambio en estos ambientes, cosechado recompensas y progresado, y si comienzas a tener un poco de comprensión de la voluntad de Dios y dejas de quejarte, entonces todo esto significará que has permanecido firme en medio de las pruebas de estos ambientes y soportado la prueba. Como resultado, habrás superado este calvario. ¿Cómo considerará Dios a aquellos que resisten la prueba? Él dirá que tienen un corazón sincero, y que pueden soportar este tipo de sufrimiento, y que, en el fondo, aman la verdad y desean obtenerla. Si Dios te evalúa de esta manera, ¿acaso no eres alguien con estatura? ¿No tienes entonces vida? Y ¿cómo se logra esta vida? ¿Te la concede Dios? Dios te sustenta de varias maneras y utiliza a varias personas, cosas y objetos para formarte. Es como si Dios te estuviera dando personalmente comida y bebida, entregándote en persona varios tipos de alimentos para que comas hasta hartarte y lo disfrutes; solo entonces puedes crecer y permanecer fuerte. Así es como debes experimentar y comprender estas cosas; así te sometes a todo lo que viene de Dios. Esta es la clase de estado mental y actitud que debes poseer, y debes aprender a buscar la verdad. No debes estar buscando constantemente causas externas o culpando a otros por tus problemas o buscando faltas en las personas; debes tener un claro entendimiento de Dios. Visto desde fuera, podría parecer que algunas personas tienen opiniones acerca de ti o prejuicios contra ti, pero no debes ver estas cosas de esa manera. Si ves las cosas desde esta clase de punto de vista, lo único que harás es poner excusas y no podrás lograr nada. Debes ver las cosas de una forma objetiva y lo aceptarás todo de Dios. Cuando veas las cosas de esta manera, te resultará fácil obedecer la obra de Dios, y serás capaz de buscar la verdad y captar la voluntad de Dios. Una vez que tu punto de vista y tu estado mental sean rectificados, podrás alcanzar la verdad. Entonces, ¿por qué no lo haces? ¿Por qué te resistes? Si dejaras de resistirte, recibirías la verdad. Si te resistes, no recibirás nada y, además, herirás los sentimientos de Dios y lo decepcionarás. ¿Por qué decepcionarás a Dios? Porque no aceptas la verdad, no tienes esperanza de salvación, y Dios no es capaz de ganarte, así que ¿cómo no va a estar Él decepcionado? Cuando no aceptas la verdad, esto es igual a rechazar la comida que Dios te ha ofrecido personalmente. Dices que no tienes hambre y no lo necesitas; una y otra vez, Dios trata de animarte a comer, pero aun así no lo quieres. Prefieres pasar hambre. Crees estar saciado cuando, en realidad, no tienes absolutamente nada. Las personas así carecen de razón y son muy santurronas, en verdad no reconocen una cosa buena cuando la ven, son las más pobres y mezquinas de todas.

Para entrar en la realidad de la verdad, primero debes empezar por reflexionar sobre cada detalle de tu vida, y comenzar a aprender lecciones de la gente, los acontecimientos y las cosas cercanas. Si puedes aprender lecciones a partir de la manera en la que te trata la gente a tu alrededor, o a partir de los acontecimientos y circunstancias que acaecen sobre ti cada día, es decir, si eres capaz de buscar la verdad y aprender cómo actuar según los principios, entonces serás capaz de entender la verdad, crecerá tu vida y podrás desempeñar tu deber con normalidad. Algunas personas discuten a menudo y tratan de defenderse cuando se las poda y trata. Siempre enfatizan la causa del problema y ponen excusas por sus fracasos, lo cual es muy problemático. No tienen una actitud sumisa ni de buscar la verdad. Esta clase de personas son de bajo calibre, y además son muy obstinadas. No entienden las palabras de otros, la verdad queda más allá de su alcance, y su progreso es muy lento. ¿Por qué es lento su progreso? Porque no buscan la verdad y, sean cuales sean los errores que surjan, el motivo son siempre los demás; descargan por completo la responsabilidad en otros. Viven según las filosofías mundanas, y mientras vivan sanos y salvos, están especialmente complacidos consigo mismos. No buscan la verdad en absoluto, y piensan que esa es una manera perfectamente válida de creer en Dios. Incluso hay algunos que piensan: “Siempre se habla mucho de buscar la verdad y aprender lecciones, pero ¿de verdad hay tantas lecciones que aprender? Creer en Dios de esta manera es un fastidio”. Cuando ven a otros buscar la verdad y aprender lecciones al toparse con asuntos, dicen: “¿Cómo aprendéis lecciones de todo? ¿Por qué para mí no hay tantas lecciones que aprender? ¿Es que sois todos tan ignorantes? ¿No estáis simplemente siguiendo las reglas a ciegas?”. ¿Qué os parece este sentimiento? Esta es la perspectiva de los incrédulos. ¿Puede un incrédulo obtener la verdad? Es muy complicado para esta clase de persona obtener la verdad. Algunas personas dicen: “Le suplico a Dios respecto a los grandes asuntos, pero no le molesto con los pequeños. Dios está muy ocupado con la administración diaria de todo en el universo, con la administración de cada persona. ¡Qué agotador! No voy a molestar a Dios, resolveré el asunto por mi cuenta. Mientras Dios esté complacido, con eso basta. No quiero preocuparle”. ¿Qué os parece este sentimiento? Esta es también la perspectiva de los incrédulos, la imaginación de los hombres. Los humanos son seres creados, incluso más bajos que las hormigas. ¿Cómo pueden ver con claridad al Creador? Dios lo ha administrado todo en el universo desde hace innumerables millones o billones de años. ¿Ha dicho Él que esté agotado? ¿Ha dicho que esté demasiado ocupado? No. Las personas nunca serán capaces de ver con claridad la omnipotencia y sabiduría de Dios, y que hablen desde sus propias nociones e imaginaciones resulta muy ignorante. Según el Creador, cada uno de los escogidos de Dios y todo lo que ocurre a su alrededor está organizado por la soberanía de Dios. Como creyente en Dios, debes someterte a su soberanía y arreglos, buscar la verdad y aprender lecciones sobre todas las cosas. Obtener la verdad es lo más fundamental. Si puedes reflexionar sobre la voluntad de Dios, entonces debes confiar en Él y esforzarte por alcanzar la verdad, porque eso es lo que complace a Dios. Cuando hayas obtenido la verdad y puedas actuar de acuerdo con los principios, Dios se sentirá más complacido, pero cuanto más te alejes de Dios, más triste se sentirá Él. ¿Qué es lo que entristece a Dios? (Dios ha dispuesto las circunstancias para que las personas experimenten Sus palabras y obtengan la verdad, pero las personas no comprenden la mente de Dios; lo malinterpretan, y esto entristece a Dios). Cierto. Dios ha pagado un precio doloroso por cada persona, y posee una voluntad para cada una. Él tiene expectativas para ellos, y ha depositado Sus esperanzas en ellos. Sus arduos esfuerzos se entregan libre y voluntariamente a todas las personas. Su provisión de vida y verdad también se entrega voluntariamente a cada persona. Si la gente es capaz de entender la razón por la que Dios hace esto, Él se sentirá satisfecho. Cualesquiera que sean las circunstancias que Dios disponga para ti, si eres capaz de recibirlas de Dios, de someterte a Él, de buscar la verdad y de aprender lecciones de todo ello, Dios no pensará que el doloroso precio que has pagado haya sido en vano. No habrás fracasado a la hora de vivir a la altura de todo el pensamiento y esfuerzo que Dios ha invertido, o de Sus expectativas respecto a ti. De cada conjunto de circunstancias que te sucedan, podrás aprender lecciones y cosechar recompensas. De esta manera, la obra que Dios ha hecho en ti logrará el efecto esperado, y el corazón de Dios quedará satisfecho. Si no eres capaz de someterte a las orquestaciones y disposiciones de Dios, si siempre te resistes, lo rechazas y luchas contra Él, ¿no crees que Dios se preocupará? El corazón de Dios estará preocupado y ansioso, y dirá: “He dispuesto muchas circunstancias para que aprendas lecciones. ¿Cómo es que nada de eso ha tenido efecto en ti?”. Dios se llenará de tristeza. Dios se entristece porque eres insensible, ignorante, lento y obstinado; porque no entiendes Su voluntad, no aceptas la verdad, no puedes ver todas las cosas que Él ha estado haciendo para ser responsable de tu vida; porque no entiendes que a Él le preocupa y angustia tu vida; y porque lo desobedeces y te quejas de Él. Dime, ¿de quién procede todo lo relacionado con la gente? ¿Quién lleva la mayor carga por la vida humana? (Dios). Solo Dios ama a la gente más que nadie. Los padres y familiares de las personas, ¿las aman de veras? ¿El amor que dan es verdadero? ¿Puede salvar a la gente de la influencia de Satanás? No. La gente es insensible y torpe, incapaz de descubrir estas cosas, y siempre dice: “¿De qué forma me ama Dios? Yo no lo noto. De todos modos, mis padres son los que más me aman. Me pagan los estudios y me hacen adquirir una preparación técnica para que de mayor pueda lograr algo en la vida, tener éxito, convertirme en una estrella, en alguien famoso. Mis padres se gastan mucho dinero en capacitarme y darme una formación, escatiman y ahorran en comida. ¡Cuán grande es ese amor! ¡Nunca podré pagárselo!”. ¿Os parece amor eso? ¿Qué consecuencias tiene que tus padres te hagan triunfar, convertirte en una celebridad mundial, tener un buen trabajo y asimilarte al mundo? Te obligan sin cesar a afanarte por el éxito, a honrar a tu familia y a integrarte a las malvadas tendencias del mundo, para que al final caigas en la vorágine del pecado, sufras la perdición y perezcas, devorado por Satanás. ¿Eso es amor? Eso no es amarte, sino perjudicarte, destruirte. Algún día, caerás tan hondo que no serás capaz de arrepentirte, tan bajo que no serás capaz de liberarte, y descenderás hasta el infierno. Solo entonces te darás cuenta: “Oh, el amor parental es el amor de la carne, no da ninguna ventaja creer en Dios u obtener la verdad, ¡no es amor verdadero!”. Puede que no os hayáis dado cuenta aún. Alguna gente dice: “Por mucho que me ame Dios, sigo sin sentirlo. Me sigue pareciendo que mi madre es la que más me ama. Ella es la persona más cercana a mí en el mundo. Hay una canción que se llama ‘Mamá es la mejor persona del mundo’, esa canción se ajusta a la realidad, ¡es totalmente cierto!”. Algún día, cuando realmente tengas entrada en la vida y hayas obtenido la verdad, dirás: “Mi madre no es la que más me ama, ni tampoco mi padre. Dios es el que más me ama. Él es mi ser más querido, porque me dio la vida y siempre me está guiando, proveyendo para mí y salvándome de la influencia de Satanás. Solo Dios es el Único que puede proveer de vida a las personas, que puede guiarlas y que gobierna sobre todas las cosas”. Solo cuando entiendas la verdad y la has obtenido completamente, serás capaz de entender la profundidad de estas palabras.

Si quieres obtener la verdad, ¿por dónde empiezas? Empieza por la gente, los acontecimientos y las cosas a tu alrededor, y averigua cómo aprender lecciones y buscar la verdad. Solo buscando la verdad y la voluntad de Dios en la gente, los acontecimientos y las cosas a tu alrededor podrás ser capaz de obtener la verdad. Algunas personas no prestan atención ni reconocen las cosas pequeñas. Siempre piensan: “¿Por qué nunca me enfrento a algo grande? ¿Por qué no me sucede nada trascendental? Si me ocurriera algo grande, trascendental, entonces sería capaz de aprender alguna importante lección y de obtener una gran verdad. ¡Qué maravilloso sería!”. ¿Es esa una manera realista de pensar? Son unas palabras demasiado grandes. ¿Te sometes a Dios cuando te ocurren cosas pequeñas? ¿Has aprendido tus lecciones? Si una gran prueba acaece sobre ti, ¿serías capaz de mantenerte firme en tu testimonio? Si el gran dragón rojo te atrapara, ¿serías capaz de dar un rotundo testimonio? ¿Acaso la gente que dice estas palabras no es en cierto modo arrogante? ¿Podrás obtener la verdad usando este método de búsqueda? (No). Si no tienes cuidado cuando caminas, te podrías tropezar, sin embargo, crees que estás listo para volar. Debes aprender a buscar la verdad y a aprender lecciones en las pequeñas cosas que te encuentras. Si no puedes aprender lecciones de las cosas pequeñas, tampoco serás capaz de aprenderlas de las grandes. Si no puedes aprender tus lecciones, no progresarás en la vida. El progreso en la vida solo se logra aprendiendo lecciones sobre todas las cosas.

5 de agosto de 2015

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