33. Principios de la renuncia al gran dragón rojo

(1) Solo al ser perseguido y sometido a las tribulaciones es posible ver con nitidez el horrendo rostro del gran dragón rojo y su esencia malvada y reaccionaria, y odiarlo de corazón.

(2) Es necesario reconocer que todas las teorías del gran dragón rojo, como el ateísmo, el materialismo y la evolución, son malignas, reaccionarias y perversas.

(3) Se ha de tener claro que el sinnúmero de falacias y venenos del gran dragón rojo han engañado y corrompido al pueblo chino hasta hacerlo terriblemente perverso y convertirlo en demonios y bestias.

(4) Para renunciar al gran dragón rojo es preciso comprender gran parte de la verdad, ser capaz de descubrir las malas artes del gran dragón rojo y humillar a Satanás con el testimonio auténtico de la experiencia.

Las palabras relevantes de Dios:

Las manifestaciones del gran dragón rojo son: la resistencia a Mí, la falta de entendimiento y comprensión del significado de Mis palabras, la persecución frecuente de Mí y el buscar usar maquinaciones para interrumpir Mi gestión. Satanás se manifiesta de la siguiente manera: lucha conmigo por poder, quiere poseer a Mi pueblo escogido y lanza palabras negativas para engañar a Mi pueblo. Las manifestaciones del diablo (los que no aceptan Mi nombre, los que no creen, todos ellos son diablos) son las siguientes: codiciar los placeres de la carne, entregarse al mal de la lujuria, vivir bajo la esclavitud de Satanás, algunos resistiéndose a Mí y otros apoyándome (pero sin demostrar que son Mis hijos amados). Las manifestaciones del arcángel son las siguientes: hablar insolentemente, ser impío, adoptar a menudo Mi tono para sermonear a las personas, centrarse únicamente en imitarme por fuera, comer lo que Yo como y usar lo que Yo uso; en resumen, querer estar al mismo nivel que Yo, ser ambicioso pero carecer de Mi calibre y no tener Mi vida, y ser un desecho. Satanás, el diablo y el arcángel son demostraciones típicas del gran dragón rojo, por lo que todos los que no son predestinados ni escogidos por Mí son hijos del gran dragón rojo: ¡eso es rotundamente así! Todos ellos son Mis enemigos. (Sin embargo, todas las alteraciones de Satanás están excluidas. Si tu naturaleza es Mi cualidad, nadie puede cambiarla. Como ahora sigues viviendo en la carne, ocasionalmente te enfrentarás a las tentaciones de Satanás —esto es inevitable—, pero siempre debes tener cuidado). Por tanto, Yo abandonaré a todos los descendientes del gran dragón rojo fuera de Mis hijos primogénitos. Su naturaleza nunca puede cambiar, esta es la cualidad de Satanás. Ellos manifiestan al diablo y viven al arcángel. Esto es completamente cierto. El gran dragón rojo del que hablo no es un dragón rojo grande; más bien es el espíritu malo que se opone a Mí, del cual “gran dragón rojo” es sinónimo. Así que todos los espíritus aparte del Espíritu Santo son espíritus malos y también se puede decir que son la prole del gran dragón rojo. Todo esto debe quedar claro como el cristal para todos.

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Declaraciones de Cristo en el principio, Capítulo 96

China es el país más atrasado de todos, es la tierra donde el gran dragón rojo se encuentra enroscado, tiene la mayor cantidad de personas que adoran ídolos y que están involucradas en la brujería, tiene la mayor cantidad de templos y es un lugar donde residen los demonios inmundos. Naciste de esto, fuiste educado por eso y arraigado en su influencia; has sido corrompido y torturado por esto, pero después de ser despertado, lo abandonaste y Dios te ganó por completo. Esta es la gloria de Dios y, por eso esta etapa de la obra tiene gran importancia. Dios ha hecho una obra de tan grande escala, ha hablado tantas palabras y Él, en última instancia, os ganará por completo; esta es una parte de la obra de la gestión de Dios y vosotros sois el “botín de la victoria” de la batalla de Dios con Satanás. Cuánto más entendáis la verdad y mejor sea vuestra vida de iglesia, más será postrado el gran dragón rojo. Estos son asuntos del mundo espiritual, son las batallas del mundo espiritual y cuando Dios es victorioso, Satanás será avergonzado y caerá. Esta etapa de la obra de Dios tiene una importancia tremenda. Dios hace la obra de tal magnitud y salva completamente a este grupo de personas; para que puedas escapar de la influencia de Satanás, vivir en la tierra santa, vivir en la luz de Dios y tener el liderazgo y la guía de la luz. Entonces tu vida tiene sentido. Lo que coméis y vestís es diferente a lo de los incrédulos, disfrutáis las palabras de Dios y lleváis una vida significativa, y ¿qué disfrutan ellos? Disfrutan sólo el “legado ancestral” y su “espíritu nacional”. ¡No tienen el menor vestigio de humanidad! Vuestros vestidos, palabras y acciones, todo es diferente de lo suyo. En última instancia, escaparéis por completo de lo vil, ya no seréis atrapados en la tentación de Satanás y ganaréis la provisión diaria de Dios. Siempre debéis ser precavidos. Aunque vivís en un lugar inmundo, no estáis manchados con la inmundicia y podéis vivir juntos a Dios, recibiendo Su gran protección. Dios os ha escogido entre todos en esta tierra amarilla. ¿No sois las personas más bendecidas? Eres un ser creado, debes por supuesto adorar a Dios y buscar una vida con significado. Si no adoras a Dios, sino que vives en tu carne inmunda entonces, ¿no eres sólo una bestia con un vestido humano? Como eres un ser humano, ¡te debes gastar para Dios y soportar todo el sufrimiento! El pequeño sufrimiento que estás experimentando ahora, lo debes aceptar con alegría y con confianza y vivir una vida significativa como Job y Pedro. En este mundo, el hombre usa la ropa del diablo, come la comida del diablo, trabaja y sirve bajo el dominio del diablo, pisoteado completamente en su inmundicia. Si no captas el significado de la vida o obtener el camino verdadero, entonces, ¿qué significado tiene vivir así? Vosotros sois personas que buscáis la senda correcta, los que buscáis mejorar. Sois personas que os levantáis en la nación del gran dragón rojo, aquellos a quienes Dios llama justos. ¿No es eso la vida con más sentido?

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Práctica (2)

De arriba abajo, y de principio a fin, Satanás ha estado perturbando la obra de Dios y actuando en oposición a Él. Toda esta conversación sobre “la herencia cultural antigua”, valioso “conocimiento de la antigua cultura”, “enseñanzas del taoísmo y confucionismo”, y “los clásicos confucianos y ritos feudales” ha llevado al hombre al infierno. La ciencia y la tecnología avanzadas modernas, así como la industria, la agricultura y los negocios altamente desarrollados no se ven por ningún sitio. Más bien, todo lo que hace es enfatizar los ritos feudales propagados por los “simios” de la antigüedad para interrumpir, oponerse y destruir deliberadamente la obra de Dios. No solo ha seguido afligiendo al hombre hasta hoy, sino que además quiere tragárselo[1] por completo. La transmisión de las enseñanzas éticas y morales del feudalismo y el legado del conocimiento de la antigua cultura han infectado a la humanidad desde hace mucho, y la han convertido en demonios grandes y pequeños. Solo hay unos cuantos que recibirían de buena gana a Dios, y que recibirían con júbilo Su venida. El rostro de la humanidad está lleno de intenciones asesinas y, en todas partes, se respira un aire de muerte. Buscan expulsar a Dios de esta tierra; cuchillos y espadas en mano, se disponen en formación de batalla para “aniquilarlo”. Todos los ídolos están esparcidos por esta tierra del diablo, donde constantemente se le enseña al hombre que no hay Dios, y el aire de encima está impregnado de un olor nauseabundo a papel e incienso quemados, tan espeso que asfixia. Parece ser el olor del lodo que flota en el aire cuando la serpiente venenosa se retuerce, tanto que no se puede evitar vomitar. Además de esto, se puede oír levemente el sonido de los demonios malignos que salmodian las escrituras, un sonido que parece provenir del infierno remoto, tanto que uno no puede evitar sentir un escalofrío. En todas partes de esta tierra se colocan ídolos de todos los colores del arcoíris, que convierten la tierra en un mundo de deleites sensuales, mientras el rey de los demonios no para de reír con malicia, como si su miserable plan hubiera tenido éxito. Mientras tanto, el hombre ignora todo esto por completo, sin tener ni idea de que el diablo ya lo ha corrompido hasta tal extremo que se ha vuelto insensible y ha bajado la cabeza derrotado. Desea borrar de un plumazo todo lo que tiene que ver con Dios, y mancillarlo y asesinarlo de nuevo. Está decidido a derribar e interrumpir Su obra. ¿Cómo puede permitir que Dios tenga el mismo estatus? ¿Cómo puede tolerar que Dios “interfiera” con su obra entre los hombres en la tierra? ¿Cómo puede dejar que Dios desenmascare su odioso rostro? ¿Cómo puede permitir que Dios haga caer su obra en el desorden? ¿Cómo puede este diablo, apoplético de ira, permitir que Dios tenga control sobre su corte imperial en la tierra? ¿Cómo puede inclinarse voluntariamente ante Su poder superior? Su odioso rostro se ha revelado tal como es, de manera que uno no sabe si reír o llorar, y resulta verdaderamente difícil hablar de ello. ¿Acaso no es esta su sustancia? Con un alma fea, sigue creyéndose increíblemente hermoso. ¡Esa banda de cómplices criminales[2]! Descienden al reino de los mortales para complacerse en los placeres y causar una conmoción, agitando tanto las cosas que el mundo se convierte en un lugar voluble e inconstante y el corazón del hombre se llena de pánico e inquietud, y han jugado tanto con el hombre que su apariencia se ha convertido en la de una bestia inhumana del campo, sumamente fea, y de la cual se ha perdido hasta el último rastro del hombre santo original. Además, incluso desean asumir el poder soberano en la tierra. Obstaculizan tanto la obra de Dios que esta apenas puede avanzar, y estrechan al hombre tan firmemente como los muros de cobre y acero. Habiendo cometido tantos pecados graves y causado tantos desastres, ¿todavía están esperando otra cosa que el castigo? Los demonios y los espíritus malignos han estado causando estragos en la tierra durante un tiempo, han bloqueado la voluntad y el meticuloso esfuerzo de Dios hasta el punto en que son impenetrables. ¡Qué pecado mortal! ¿Cómo puede Dios no sentirse angustiado? ¿Cómo no airarse? Se han opuesto a la obra de Dios y la han obstaculizado severamente: ¡Qué rebeldes! Hasta esos demonios, grandes y pequeños, se comportan como chacales siguiendo los talones del león y la corriente malvada, ideando disturbios sobre la marcha. Deliberadamente resisten a la verdad a pesar de conocerla. ¡Hijos de la rebeldía! Es como si, ahora que su rey del infierno ha ascendido al trono real, ellos se hubieran vuelto engreídos y autocomplacientes y trataran a los demás con desdén. ¿Cuántos de ellos buscan la verdad, y siguen la justicia? Todos son bestias como cerdos y perros, que dirigen a una banda de moscas apestosas, meneando la cabeza con autocomplacencia e incitando todo tipo de problemas[3] en medio de un montón de estiércol. Creen que su rey del infierno es el mayor de los reyes, sin darse cuenta de que ellos mismos no son más que moscas apestosas. Y no solo eso, sino que se aprovechan del poder de los perros y cerdos que tienen como padres para calumniar la existencia de Dios. Igual que las moscas diminutas, creen que sus progenitores son tan grandes como las ballenas dentadas[4]. No se dan cuenta de que son diminutos, pero sus padres son cerdos y perros inmundos millones de veces más grandes que ellos. Inconscientes de su propia bajeza, se apoyan en el hedor de la putrefacción que rezuma de esos perros y cerdos para correr enloquecidos, pensando en vano que procrearán generaciones futuras, ¡sin ninguna vergüenza! Con alas verdes en su espalda (esto se refiere a su afirmación de creer en Dios), son presuntuosos y se jactan en todas partes de su propia belleza y atractivo, mientras que echan en secreto las impurezas de sus propios cuerpos sobre el hombre. Además, están extremadamente satisfechos de sí mismos, como si pudieran usar un par de alas con los colores del arcoíris para esconder sus propias impurezas; y por estos medios traen su opresión a la existencia del Dios verdadero (esto se refiere a lo que sucede entre bambalinas en el mundo religioso). ¿Cómo iba a saber el hombre que, aunque las alas de la mosca sean hermosas y encantadoras, la mosca en sí después de todo no es más que una criatura minúscula con la barriga llena de suciedad y el cuerpo cubierto de gérmenes? Sobre la base de sus padres, unos cerdos y perros, hacen estragos por la tierra (esto se refiere a la manera en que los oficiales religiosos que persiguen a Dios se basan en el firme apoyo del gobierno de la nación para levantarse contra el Dios verdadero y la verdad) con su salvajismo descontrolado. Es como si los fantasmas de los fariseos judíos hubieran regresado con Dios a la nación del gran dragón rojo, de vuelta a su viejo nido. Han iniciado otra ronda de persecución, retomando su obra de hace varios miles de años. ¡Sin lugar a duda, este grupo de degenerados perecerá en la tierra al final! Al parecer, tras varios milenios, los espíritus inmundos se han vuelto más astutos y maliciosos. Constantemente están pensando en formas de socavar en secreto la obra de Dios. Con una infinidad de trucos y artimañas desean recrear en su tierra natal la tragedia de hace varios miles de años, incitando a Dios hasta que casi da un grito. Arde en deseos de regresar al tercer cielo para aniquilarlos. Para que el hombre ame a Dios, debe entender Su voluntad, Sus gozos y Sus tristezas, y comprender qué es lo que aborrece. Esto impulsará aún mejor la entrada del hombre. Cuanto más rápido se produzca la entrada del hombre, antes estará satisfecha la voluntad de Dios, más claro será el discernimiento del hombre respecto al rey de los demonios y más cerca estará de Dios, para que Su deseo pueda hacerse realidad.

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. La obra y la entrada (7)

He dicho tantas veces que la obra de Dios de los últimos días se ha hecho para alterar el espíritu de cada persona y cambiar su alma, de manera que su corazón, que ha sufrido un gran trauma, sea reformado, y rescatar así su alma tan profundamente dañada por el mal; esto es para despertar el espíritu de las personas, para descongelar su frío corazón y permitirles ser rejuvenecidos. Esta es la mayor voluntad de Dios. Dejad a un lado la conversación respecto a lo noble y lo profundo de la vida y las experiencias del hombre; cuando el corazón de las personas haya sido despertado, cuando hayan sido despertados de sus sueños, y conozcan por completo el daño forjado por el gran dragón rojo, la obra del ministerio de Dios habrá concluido. El día en que Su obra acabe es también el día en que el hombre empieza oficialmente a recorrer la senda correcta de la creencia en Dios. En ese momento, el ministerio de Dios habrá llegado a su fin: la obra del Dios encarnado habrá acabado por completo; el hombre empezará a desempeñar, oficialmente, el deber que debería realizar: llevará a cabo su ministerio. Estos son los pasos de la obra de Dios. Debéis, pues, buscar a tientas vuestra senda para entrar basándoos en el fundamento de conocer estas cosas. Todo esto es lo que debéis comprender. La entrada del hombre solo mejorará cuando se hayan producido cambios en lo profundo de su corazón, porque la obra de Dios es la salvación completa del hombre —ese que ha sido redimido, que sigue viviendo bajo las fuerzas de oscuridad, y que nunca se ha despertado— de este lugar de reunión de los demonios. Esto es para que el hombre pueda ser liberado del pecado a lo largo de los siglos, sea amado por Dios, abata por completo al gran dragón rojo, establezca el reino de Dios y traiga un pronto reposo a Su corazón; es para desahogar, sin reservas, el odio que hincha vuestro pecho; para erradicar esos gérmenes mohosos, para permitiros que dejéis esta vida que no es distinta a la de un buey o un caballo; que no seáis más esclavos, que el gran dragón rojo deje de pisotearos y de daros órdenes de manera arbitraria; ya no perteneceréis a esta nación fracasada ni al abyecto gran dragón rojo; ya no os esclavizará más. Con seguridad, Dios hará pedazos el nido de los demonios, y estaréis al lado de Dios; le pertenecéis a Él y no a este imperio de esclavos. Hace mucho que Dios aborrece a esta oscura sociedad con todas Sus fuerzas. Rechina los dientes, ansioso por plantar Sus pies sobre esta perversa y odiosa serpiente antigua, para que nunca más se levante y no vuelva a maltratar más al hombre. No disculpará sus actos del pasado, no tolerará que engañe al hombre, y ajustará cuentas por cada uno de sus pecados a lo largo de los siglos. Dios no dejará en lo más mínimo que este cabecilla de todo mal[5] se salga de rositas; lo destruirá por completo.

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. La obra y la entrada (8)

En muchos lugares, Dios ha profetizado que Él va a ganar a un grupo de vencedores en la tierra de Sinim. Como es en la parte oriental del mundo que se han de ganar a los vencedores, entonces el lugar donde Dios pone Sus pies en Su segunda encarnación es, sin lugar a duda, la tierra de Sinim, el lugar exacto donde descansa enrollado el gran dragón rojo. Allí ganará Dios a los descendientes del gran dragón rojo para que quede totalmente derrotado y avergonzado. Dios va a despertar a estas personas tan cargadas de sufrimiento, las activará por completo hasta que estén completamente despiertas, y para que salgan de la niebla y rechacen al gran dragón rojo. Despertarán de su sueño, reconocerán la sustancia del gran dragón rojo, se volverán capaces de entregar su corazón por entero a Dios, se levantarán de la opresión de las fuerzas de la oscuridad, se pondrán de pie en el Oriente del mundo y se convertirán en la prueba de la victoria de Dios. Solo de esta manera ganará Dios la gloria.

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. La obra y la entrada (6)

Durante miles de años, esta ha sido la tierra de la suciedad. Es insoportablemente sucia, la miseria abunda, los fantasmas campan a su antojo por todas partes; timan, engañan, y hacen acusaciones sin razón[6]; son despiadados y crueles, pisotean esta ciudad fantasma y la dejan plagada de cadáveres; el hedor de la putrefacción cubre la tierra e impregna el aire; está fuertemente custodiada[7]. ¿Quién puede ver el mundo más allá de los cielos? El diablo ata firmemente todo el cuerpo del hombre, pone un velo ante sus ojos y sella con fuerza sus labios. El rey de los demonios se ha desbocado durante varios miles de años, hasta el día de hoy, cuando sigue custodiando de cerca la ciudad fantasma, como si fuera un “palacio de demonios” impenetrable. Esta manada de perros guardianes, mientras tanto, mira fijamente con ojos resplandecientes, profundamente temerosa de que Dios la pille desprevenida, los aniquile a todos, y los deje sin un lugar de paz y felicidad. ¿Cómo podría la gente de una ciudad fantasma como esta haber visto alguna vez a Dios? ¿Han disfrutado alguna vez de la amabilidad y del encanto de Dios? ¿Qué apreciación tienen de los asuntos del mundo humano? ¿Quién de ellos puede entender la anhelante voluntad de Dios? Poco sorprende, pues, que el Dios encarnado permanezca totalmente escondido: en una sociedad oscura como esta, donde los demonios son inmisericordes e inhumanos, ¿cómo podría el rey de los demonios, que mata a las personas sin pestañear, tolerar la existencia de un Dios hermoso, bondadoso y además santo? ¿Cómo podría aplaudir y vitorear Su llegada? ¡Esos lacayos! Devuelven odio por amabilidad, han desdeñado a Dios desde hace mucho tiempo, lo han maltratado, son en extremo salvajes, no tienen el más mínimo respeto por Dios, roban y saquean, han perdido toda conciencia, van contra toda conciencia, y tientan a los inocentes para que sean insensibles. ¿Antepasados de lo antiguo? ¿Amados líderes? ¡Todos ellos se oponen a Dios! ¡Su intromisión ha dejado todo lo que está bajo el cielo en un estado de oscuridad y caos! ¿Libertad religiosa? ¿Los derechos e intereses legítimos de los ciudadanos? ¡Todos son trucos para tapar el pecado! ¿Quién ha apoyado la obra de Dios? ¿Quién ha dado su vida o derramado su sangre por la obra de Dios? Y es que, una generación tras otra, de padres a hijos, el hombre esclavizado ha esclavizado sin miramientos a Dios, ¿cómo no incitaría esto a la furia? Miles de años de odio están concentrados en el corazón, milenios de pecaminosidad están grabados en el corazón; ¿cómo no podría esto infundir odio? ¡Venga a Dios, extingue por completo a Su enemigo, no permitas que siga más tiempo fuera de control, que provoque más problemas como desea! Ahora es el momento: el hombre lleva mucho tiempo reuniendo todas sus fuerzas; ha dedicado todos sus esfuerzos y ha pagado todo precio por esto, para arrancarle la cara odiosa a este demonio y permitir a las personas, que han sido cegadas y han soportado todo tipo de sufrimiento y dificultad, que se levanten de su dolor y le vuelvan la espalda a este viejo diablo maligno. ¿Por qué levantar un obstáculo tan impenetrable a la obra de Dios? ¿Por qué emplear diversos trucos para engañar a la gente de Dios? ¿Dónde están la verdadera libertad y los derechos e intereses legítimos? ¿Dónde está la justicia? ¿Dónde está el consuelo? ¿Dónde está la cordialidad? ¿Por qué usar intrigas engañosas para embaucar al pueblo de Dios? ¿Por qué usar la fuerza para reprimir la venida de Dios? ¿Por qué no permitir que Dios vague libremente por la tierra que creó? ¿Por qué acosar a Dios hasta que no tenga donde reposar Su cabeza? ¿Dónde está la calidez entre los hombres? ¿Dónde está la acogida entre la gente? ¿Por qué causar un ansia tan desesperada en Dios? ¿Por qué hacer que Dios llame una y otra vez? ¿Por qué obligar a Dios a que se preocupe por Su amado Hijo? En esta sociedad oscura, ¿por qué sus lamentables perros guardianes no permiten que Dios venga y vaya libremente por el mundo que Él creó? ¿Por qué no entiende el hombre, que vive en medio de dolor y sufrimiento? Por vuestro propio bien, Dios ha padecido gran tormento, con enorme dolor os ha dado a Su amado Hijo, Su carne y Su sangre, ¿por qué seguís haciendo la vista gorda? A plena vista de todos, rechazáis la venida de Dios y negáis Su amistad. ¿Por qué sois tan irrazonables? ¿Estáis dispuestos a soportar las injusticias en una sociedad oscura como esta? ¿Por qué, en vez de llenaros la barriga con milenios de enemistad, os atiborráis con la “porquería” del rey de los demonios?

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. La obra y la entrada (8)

¿Cómo de grande son los obstáculos a la obra de Dios? ¿Lo ha sabido alguien alguna vez? Con las personas enjauladas por matizaciones supersticiosas muy arraigadas, ¿quién es capaz de conocer el verdadero rostro de Dios? Con este conocimiento cultural atrasado, tan superficial y absurdo, ¿cómo podrían entender por completo las palabras pronunciadas por Dios? Incluso cuando se les habla cara a cara, y se les nutre de boca a boca, ¿cómo podrían comprender? En ocasiones, es como si las palabras de Dios hubieran caído en oídos sordos: las personas no tienen la más mínima reacción, menean la cabeza y no entienden nada. ¿Cómo podría esto no ser preocupante? Esta “distante[8] historia cultural antigua y este distante conocimiento cultural antiguo” han nutrido a un grupo tan inútil de personas. ¡La cultura antigua —preciosa herencia— es un montón de basura! ¡Hace mucho que se convirtió en una vergüenza eterna y no vale la pena mencionarla! Les ha enseñado a las personas los trucos y las técnicas de oponerse a Dios, y la “dirección ordenada y benévola”[9] de la educación nacional ha hecho que estas sean incluso más desobedientes a Dios. Cada parte de la obra de Dios es extremadamente difícil, y cada paso de ella sobre la tierra ha resultado angustioso para Dios. ¡Qué difícil es Su obra en la tierra! Los pasos de la obra de Dios en la tierra implican gran dificultad: por la debilidad, las deficiencias, la puerilidad, la ignorancia y todo lo del hombre, Dios hace planes meticulosos y consideraciones meditadas. El hombre es como un tigre de papel al que uno no se atreve a acosar ni a provocar; al más mero toque te muerde, o cae y pierde su camino, y es como si, a la más mínima pérdida de concentración, recayera o ignorara a Dios, o corriera a sus padres cerdos y perros para disfrutar de las cosas impuras de sus cuerpos. ¡Qué gran obstáculo! Prácticamente a cada paso de Su obra, Dios se somete a la tentación y en casi cada paso Dios corre gran peligro. Sus palabras son sinceras y honestas, sin malicia; aun así ¿quién está deseoso de aceptarlas? ¿Quién está dispuesto a someterse por completo? Esto le rompe el corazón a Dios. Él se afana día y noche por el hombre; le acosa la angustia por la vida del hombre, y se compadece de su debilidad. Ha sufrido muchos giros y vueltas en cada paso de Su obra, por cada palabra que pronuncia; siempre se encuentra entre la espada y la pared, y piensa en la debilidad, la desobediencia, la puerilidad y la vulnerabilidad del hombre día y noche… una y otra vez. ¿Quién ha sabido esto? ¿En quién puede confiar Él? ¿Quién sería capaz de entender? Él siempre aborrece los pecados del hombre, su falta de resistencia, su debilidad; siempre se preocupa por su vulnerabilidad, y contempla la senda que el ser humano tiene delante; siempre, al observar las palabras y las obras del hombre, se llena de misericordia e ira, y la vista de estas cosas siempre producen dolor en Su corazón. Después de todo, los inocentes se han ido haciendo insensibles; ¿por qué tiene Dios que hacerles siempre las cosas difíciles? El hombre débil está totalmente desprovisto de perseverancia; ¿por qué debería Dios tener siempre un enfado constante hacia él? El hombre débil y sin poder ya no tiene la menor vitalidad; ¿por qué debería Dios reprenderlo siempre por su desobediencia? ¿Quién puede resistir las amenazas de Dios en el cielo? Después de todo, el hombre es frágil, y Dios, en situación desesperada, ha empujado Su enfado en lo profundo de Su corazón, de manera que el hombre pueda reflexionar pausadamente sobre sí mismo. Con todo, el hombre, quien tiene graves dificultades, no tiene la menor comprensión de la voluntad de Dios. El hombre ha sido pisoteado bajo los pies del viejo rey de los demonios; con todo, es completamente inconsciente, siempre se pone en contra de Dios, o bien es tibio con Él. Dios ha pronunciado tantas palabras, con todo, ¿quién se las ha tomado alguna vez en serio? El hombre no entiende las palabras de Dios, pero permanece impertérrito, y sin anhelo. Nunca ha conocido de verdad la esencia del viejo diablo. Las personas viven en el Hades, en el infierno, pero creen vivir en el palacio del fondo del mar; son perseguidas por el gran dragón rojo, con todo, se creen “favorecidas”[10] por el país. El diablo los ridiculiza, pero ellos piensan que disfrutan de la maestría superlativa de la carne. ¡Qué montón de desgraciados sucios y miserables! El hombre se ha encontrado con el infortunio, pero no lo sabe y, en esta oscura sociedad, sufre contratiempo tras contratiempo[11], con todo, nunca ha despertado a ello. ¿Cuándo se despojará de su autobondad y su carácter servil? ¿Por qué es tan despreocupado del corazón de Dios? ¿Consiente en silencio esta opresión y dificultad? ¿Acaso no desea que llegue el día en que pueda cambiar la oscuridad por la luz? ¿No desea remediar, una vez más, las injusticias hacia la rectitud y la verdad? ¿Está dispuesto a observar, y a no hacer nada cuando las personas reniegan de la verdad y tergiversan los hechos? ¿Le hace feliz seguir soportando este maltrato? ¿Está dispuesto a ser un esclavo? ¿A perecer a manos de Dios junto con los esclavos de este estado fallido? ¿Dónde está tu determinación? ¿Dónde está tu ambición? ¿Y tu dignidad? ¿Dónde está tu integridad? ¿Tu libertad? ¿Acaso estás dispuesto a dar toda tu vida[12] por el gran dragón rojo, el rey de los demonios? ¿Te hace feliz dejar que te torture hasta la muerte? El rostro de lo profundo es caótico y oscuro, mientras que la gente común que sufre tanta aflicción clama al cielo y se queja en la tierra. ¿Cuándo será capaz el hombre de mantener erguida su cabeza? El hombre está flaco y demacrado, ¿cómo podría contender con este diablo cruel y tirano? ¿Por qué no entrega su vida a Dios lo antes posible? ¿Por qué todavía vacila? ¿Cuándo puede terminar la obra de Dios? Así, sin rumbo, intimidado y oprimido, finalmente habrá pasado toda su vida en vano; ¿por qué tiene tanta prisa por llegar, y está tan apresurado por irse? ¿Por qué no guarda algo precioso que darle a Dios? ¿Ha olvidado los milenios de odio?

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. La obra y la entrada (8)

El conocimiento de la cultura y la historia antigua que abarca varios miles de años ha cerrado el pensamiento del hombre, las nociones y su perspectiva mental, de un modo tan estrecho que los hace impermeables y no biodegradables[13]. La gente vive en el decimoctavo círculo del infierno, donde, como si hubiera sido desterrado por Dios a las mazmorras, quizás nunca más verá la luz. El pensamiento feudal ha oprimido a la gente de tal manera que apenas pueden respirar y se están asfixiando. No tienen ni un ápice de fuerza para resistir; todo lo que hacen es soportar y soportar en silencio… Ninguno ha osado nunca luchar por la rectitud y la justicia ni defenderla; sencillamente viven una vida peor que la de un animal, bajo el abuso y los golpes de la ética feudal, día tras día y año tras año. No han pensado nunca en buscar a Dios para disfrutar de la felicidad en el mundo humano. Es como si hubieran molido a palos a la gente hasta ser como las hojas caídas del otoño, marchitadas, secas y doradas. La gente ha perdido la memoria hace mucho tiempo; vive indefensa en el infierno conocido como el mundo humano, en espera de que llegue el último día para poder perecer junto con este infierno, como si ese último día que anhelan fuera el día en que el hombre disfrutará de una tranquila paz. Las éticas feudales han llevado la vida del hombre al “Hades”, debilitando aún más el poder del hombre para resistir. Todo tipo de opresión empuja al ser humano, paso a paso, a caer cada vez a mayor profundidad en el Hades y cada vez más lejos de Dios, hasta que, hoy, Él se ha convertido en un completo extraño para el hombre y este todavía se apresura a evitarlo cuando se encuentran. El hombre no le hace caso, y lo aísla como si nunca lo hubiera conocido o visto. Sin embargo, Dios ha estado esperando al hombre a lo largo del extenso viaje de la vida humana, sin lanzar nunca Su furia irrefrenable contra él, meramente aguardando en silencio, sin una palabra, a que el hombre se arrepintiera y empezara de nuevo. Hace mucho que Dios vino al mundo humano para compartir los sufrimientos de este con el hombre. En todos los años que ha vivido con el hombre, nadie ha descubierto Su existencia. Dios sólo soporta en silencio la miseria de la mezquindad en el mundo humano, mientras lleva a cabo la obra que ha traído en persona. Él sigue soportando por la voluntad de Dios Padre y por las necesidades de la humanidad, padeciendo sufrimientos que nunca antes experimentó el hombre. Ante la presencia del hombre, Él lo ha servido en silencio, y se ha humillado por amor a la voluntad de Dios Padre, y por las necesidades de la humanidad. El conocimiento de la cultura de la antigüedad ha robado al hombre, a escondidas, de la presencia de Dios, y lo ha entregado al rey de los demonios y su prole. Los Cuatro Libros y los Cinco Clásicos[a] han llevado el pensamiento y las nociones del hombre a otra era de rebelión, y han hecho que ofrezca aún más adulación que antes a aquellos que recopilaron los Libros/Documentos Clásicos, y como consecuencia de ello se exacerban sus nociones sobre Dios. Sin que el hombre lo supiese, el rey de los demonios expulsó a Dios de su corazón y después lo ocupó él mismo con regodeo triunfante. Desde ese momento, el hombre fue poseído por un alma fea y perversa con el rostro del rey de los demonios. Su pecho se llenó de odio hacia Dios, y la maldad rencorosa del rey de los demonios se extendió dentro del hombre día tras día, hasta que este quedó consumido por completo. El hombre ya no tenía la más mínima libertad, ni manera de liberarse de los esforzados empeños del rey de los demonios. No le quedó otro remedio que ser tomado cautivo en el acto, rendirse y sucumbir a la sumisión en su presencia. Hace mucho, cuando el corazón y el alma del hombre estaban todavía en ciernes, el rey de los demonios plantó en ellos la semilla del tumor del ateísmo, le enseñó falacias tales como “estudia ciencia y tecnología, realiza las Cuatro Modernizaciones y no hay Dios en el mundo”. Y no solo eso, sino que grita en toda ocasión: “Construyamos una hermosa patria apoyándonos en nuestro laborioso esfuerzo”; pidiendo a todas las personas que estuvieran preparadas desde la infancia para servir a su país con lealtad. El hombre fue llevado ante su presencia inconscientemente, donde, sin dudarlo, se atribuyó todo el mérito a sí mismo (es decir, el mérito que le pertenece a Dios por sostener a toda la humanidad en Sus manos). Nunca tuvo ningún sentido de vergüenza. Además, capturó descaradamente al pueblo de Dios y lo arrastró de vuelta a su casa, donde saltó como un ratón sobre la mesa, e hizo que el hombre lo adorara como a Dios. ¡Qué malhechor! Grita cosas desconcertantes y escandalosas como: “No hay Dios en el mundo. El viento surge de transformaciones según las leyes naturales; la lluvia se crea cuando el vapor de agua, al encontrarse con temperaturas bajas, se condensa en gotas que caen sobre la tierra; un terremoto es el temblor de la superficie de la tierra por los cambios geológicos; la sequía se debe a la sequedad del aire causada por la interrupción nucleónica en la superficie del sol. Son fenómenos naturales. ¿Dónde hay un acto de Dios en todo esto?”. Hay incluso aquellos que gritan declaraciones como las siguientes, declaraciones a las que no se les debería dar voz: “El hombre evolucionó de los simios en la antigüedad, y el mundo hoy viene de una sucesión de sociedades primitivas de hace un eón. El que un país prospere o decaiga está completamente en manos de su pueblo”. En el fondo, hace que el hombre lo cuelgue en la pared o lo ponga en la mesa para rendirle homenaje y hacerle ofrendas. Al tiempo en que grita: “No hay Dios”, se considera a sí mismo como Dios, y empuja a Dios fuera de los límites de la tierra con suma severidad mientras se pone en lugar de Dios y actúa como rey de los demonios. ¡No tiene ningún sentido! Hace que uno lo odie hasta la médula. Parece que Dios sea su enemigo acérrimo, y que los dos no puedan coexistir. Conspira para ahuyentar a Dios, mientras que se pasea a sus anchas, fuera del alcance de la ley.[14] ¡Vaya un rey de los demonios! ¿Cómo puede tolerarse su existencia? No descansará hasta que haya hecho arruinado la obra de Dios, y la haya dejado hecha trizas[15], como si quisiera oponerse a Dios hasta las últimas consecuencias, hasta que uno o el otro perezca, oponiéndose a Dios deliberadamente y acercándose cada vez más. Hace tiempo que su odioso rostro ha sido desenmascarado completamente, ahora está magullado y golpeado[16] y en una situación deplorable, pero todavía no cede en su odio a Dios, como si solo al devorarlo de un bocado, pudiera aplacar el aborrecimiento acumulado en su corazón. ¿Cómo podemos tolerarlo a este enemigo de Dios? Solo su erradicación y completa exterminación llevará a cabo el deseo de nuestra vida. ¿Cómo puede permitírsele que siga corriendo desenfrenadamente? Ha corrompido al hombre hasta tal punto que este no conoce al sol-cielo, y se ha vuelto apagado y obtuso y sin sentimientos. El hombre ha perdido la razón humana normal. ¿Por qué no ofrecer todo nuestro ser para destruirlo y quemarlo, para eliminar todas las preocupaciones futuras y permitir que la obra de Dios alcance con mayor prontitud un esplendor sin precedentes? Esta banda de sinvergüenzas ha venido al mundo de los hombres y lo ha dejado patas arriba. Han llevado a todos los seres humanos al borde de un precipicio, y han planeado en secreto empujarlos para que caigan, se hagan pedazos y puedan devorar sus cadáveres. Esperan en vano interrumpir el plan de Dios, y competir con Él apostándolo todo a una sola carta.[17] ¡Esto no es en modo alguno fácil! La cruz ha sido preparada, después de todo, para el rey de los demonios que es culpable del más odioso de los crímenes. Dios no pertenece a la cruz. Él ya se la ha dejado al diablo. Hace mucho que Dios emergió victorioso, y ya no siente tristeza por los pecados de la humanidad, sino que traerá salvación a toda ella.

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. La obra y la entrada (7)

¿Realmente odiáis al gran dragón rojo? ¿Verdaderamente, sinceramente, lo odiáis? ¿Por qué os he preguntado eso tantas veces? ¿Por qué sigo haciéndoos esta pregunta una y otra vez? ¿Qué imagen hay en vuestro corazón del gran dragón rojo? ¿Realmente la habéis quitado? ¿Verdaderamente no lo consideráis vuestro padre? Todas las personas deberían percibir Mi intención en Mis preguntas. No es para provocar la ira de las personas ni para incitar la rebeldía entre los hombres ni para que el hombre pueda encontrar su propio camino de salida, sino para permitirles a todas las personas liberarse de la esclavitud del gran dragón rojo. Pero nadie debe estar ansioso. Mis palabras lograrán todo; ningún hombre puede participar y ninguno puede realizar la obra que Yo llevaré a cabo. Limpiaré el aire de todas las tierras y erradicaré de la tierra todo rastro de los demonios. Ya he comenzado y daré el primer paso de Mi obra de castigo en la morada del gran dragón rojo. Así, se puede ver que Mi castigo le ha sobrevenido a todo el universo, y que el gran dragón rojo y toda clase de espíritus inmundos no tendrán poder para escapar de Mi castigo, porque Yo observo todas las tierras. Cuando Mi obra en la tierra finalice —es decir, cuando la era del juicio llegue a su fin— castigaré formalmente al gran dragón rojo. Mi pueblo verá, sin duda, Mi justo castigo hacia el gran dragón rojo; verterá, sin duda, alabanzas por causa de Mi justicia y para siempre exaltará sin duda Mi santo nombre por causa de Mi justicia. De ahí que llevaréis a cabo formalmente vuestro deber y formalmente me alabaréis por todas las tierras, ¡por los siglos de los siglos!

Cuando la era del juicio llegue a su cúspide, no me apresuraré a concluir Mi obra, sino que integraré en ella la evidencia de la era del castigo y permitiré que todo Mi pueblo vea esta evidencia; esto dará mayor fruto. Esta evidencia es el medio por el cual castigo al gran dragón rojo y haré que Mi pueblo lo vea con sus propios ojos para que conozca más de Mi carácter. El momento en el que Mi pueblo me gozará será cuando el gran dragón rojo sea castigado. Hacer que el pueblo del gran dragón rojo se levante y se rebele contra él es Mi plan y este es el método por el cual perfecciono a Mi pueblo y es una gran oportunidad para que todo Mi pueblo crezca en la vida.

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Las palabras de Dios al universo entero, Capítulo 28

Dios pretende usar una parte de la obra de los espíritus malignos para perfeccionar a una parte de la humanidad, permitiendo que estas personas puedan distinguir plenamente las iniquidades de los demonios de modo que toda la humanidad pueda conocer verdaderamente a sus “antepasados”. Solo de esta manera pueden liberarse por completo los seres humanos, no solo abandonando a las futuras generaciones de los demonios, sino, incluso, a los ancestros de estos. Este es el verdadero propósito de Dios al derrotar por completo al gran dragón rojo de modo que toda la humanidad conozca la verdadera forma del gran dragón rojo, para que se arranque por completo la máscara y vea su verdadera forma. Esto es lo que Dios quiere lograr, es la meta final de toda la obra que Él ha llevado a cabo en la tierra y es lo que Él aspira a lograr en toda la humanidad. A esto se le llama movilizar todas las cosas para que sirvan el propósito de Dios.

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Interpretaciones de los misterios de las palabras de Dios al universo entero, Capítulo 41

Para dar testimonio de Dios y avergonzar al gran dragón rojo, se debe tener un principio y una condición: se debe amar a Dios de corazón y entrar en Sus palabras. Si no entras en las palabras de Dios, entonces no tendrás forma de avergonzar a Satanás. A través de tu crecimiento en la vida, renuncias al gran dragón rojo y traes humillación sobre él, solo esto es para avergonzar verdaderamente al gran dragón rojo. Cuanto más estés dispuesto a poner las palabras de Dios en práctica, mayor será la prueba de tu amor hacia Dios y tu aborrecimiento hacia el gran dragón rojo; cuanto más obedezcas las palabras de Dios, mayor será la prueba de que anhelas la verdad. Las personas que no anhelan las palabras de Dios son personas que no tienen vida. Tales personas son las que están fuera de las palabras de Dios, que pertenecen a la religión. Las personas que realmente creen en Dios tienen un conocimiento más profundo de las palabras de Dios gracias a que comen y beben de Sus palabras. Si no anhelas las palabras de Dios, entonces no puedes en verdad comer y beber de las palabras de Dios, y si no tienes conocimiento de Sus palabras, entonces no tienes forma de dar testimonio de Dios, ni de satisfacer a Dios.

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Solo pueden servir a Dios los que conocen Su obra de hoy

Hoy puedes buscar ser perfeccionado o buscar cambios en tu humanidad externa y mejoras en tu calibre; pero es de principal importancia que puedas entender que todo lo que Dios hace hoy tiene significado y es beneficioso: te permite a ti, que naciste en una tierra de inmundicia, escapar de ella y sacudírtela, te permite superar la influencia de Satanás y dejar atrás su oscura influencia. Centrándote en estas cosas estás protegido en esta tierra de inmundicia. En última instancia, ¿qué testimonio se te pedirá que des? Naciste en una tierra de inmundicia, pero eres capaz de volverte santo, para no volver a ser manchado por la inmundicia, para vivir bajo el campo de acción de Satanás, pero despojarte de su influencia; para que Satanás no te posea ni te hostigue y para que vivas en las manos del Todopoderoso. Este es el testimonio y la prueba de la victoria en la batalla con Satanás. Eres capaz de abandonar a Satanás: ya no revelas caracteres satánicos en lo que manifiestas; por el contrario, vives lo que Dios exigió que el hombre lograra cuando lo creó: humanidad normal, razón normal, entendimiento normal, determinación normal de amar a Dios y lealtad a Él. Tal es el testimonio dado por una criatura de Dios. Dices: “Nacimos en una tierra de inmundicia, pero gracias a la protección de Dios, a Su liderazgo, a que nos ha conquistado, nos hemos librado de la influencia de Satanás. Que podamos obedecer hoy es también el efecto de ser conquistados por Dios, y no porque seamos buenos o porque lo amamos de forma natural. Porque Él nos escogió y nos predestinó, hemos sido conquistados hoy, somos capaces de dar testimonio de Él y podemos servirle; así también, gracias a que Él nos escogió y nos protegió, hemos sido salvados y librados del campo de acción de Satanás y podemos dejar atrás la inmundicia y ser purificados en la nación del gran dragón rojo”. Además, lo que manifiestas externamente mostrará que posees una humanidad normal, que hay razón en lo que dices y que vives la semejanza de una persona normal. Cuando otros os vean, no deberíais provocar que digan: “¿No es esta la imagen del gran dragón rojo?”. La conducta de las hermanas es impropia de una hermana, la conducta de los hermanos es impropia de un hermano, y no tienes nada del decoro de los santos. Entonces las personas dirían: “No es de extrañar que Dios dijera que son los descendientes de Moab, ¡Dios estaba totalmente en lo cierto!”. Si las personas os miran y dicen: “Aunque Dios dijo que sois los descendientes de Moab, lo que estáis manifestando ha probado que habéis dejado atrás la influencia de Satanás; aunque esas cosas siguen estando dentro de vosotros, sois capaces de traicionarlas, eso demuestra que habéis sido completamente conquistados”, vosotros que habéis sido conquistados y salvados diréis: “Es cierto que somos los descendientes de Moab, pero Dios nos ha salvado y, aunque en el pasado los descendientes de Moab fueron abandonados y maldecidos y exiliados entre los gentiles por el pueblo de Israel, hoy Dios nos ha salvado. Es cierto que somos el más corrupto de todos los pueblos —Dios decretó esto—, es una realidad, innegable para todos. Pero hoy hemos escapado de esa influencia. Detestamos a nuestro antepasado, estamos dispuestos a darle la espalda, a abandonarlo totalmente y obedecer todas las disposiciones de Dios, actuando según Su voluntad y logrando Sus exigencias a nosotros, alcanzando la satisfacción de la voluntad de Dios. Moab traicionó a Dios, no actuó según Su voluntad y fue aborrecido por Dios. Pero deberíamos preocuparnos por el corazón de Dios y, hoy, como entendemos Su voluntad, no podemos traicionarlo, ¡y debemos renunciar a nuestro antiguo antepasado!”. Anteriormente hablé de renunciar al gran dragón rojo, y, hoy, hablo principalmente de renunciar al antiguo ancestro de las personas. Este es un testimonio de la conquista de las personas, e independientemente de cómo entres hoy, tu testimonio en esta área no debe ser deficiente.

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. La verdadera historia de la obra de conquista (2)

Notas al pie:

1. “Tragarlo” se refiere a la violenta conducta del rey de los demonios, que saquea al pueblo en su totalidad.

2. Los “cómplices criminales” son del mismo tipo que “una banda de rufianes”.

3. “Incitar todo tipo de problemas” se refiere a cómo las personas demoniacas se desmandan, obstruyen la obra de Dios y se oponen a ella.

4. “Las ballenas dentadas” se usa en tono burlón. Es una metáfora de cómo las moscas son tan pequeñas que los cerdos y los perros les parecen grandes como ballenas.

5. “Cabecilla de todo mal” se refiere al viejo diablo. Esta frase expresa una extremada aversión.

6. “Hacen acusaciones sin razón” alude a los métodos por los cuales el diablo daña a las personas.

7. “Fuertemente custodiada” indica que los métodos por los cuales el diablo aflige a las personas son especialmente crueles, y las controla tanto que no tienen espacio para moverse.

8. “Distante” se usa en tono de burla.

9. “Dirección ordenada y benévola” se utiliza en tono burlón.

10. “Favorecidas” se usa para burlarse de las personas que parecen acartonadas y no tienen conciencia de sí mismas.

11. “Contratiempo tras contratiempo” indica que las personas nacieron en la tierra del gran dragón rojo y que son incapaces de mantener la cabeza en alto.

12. “A dar toda tu vida” se utiliza en un sentido despectivo.

13. “No biodegradable” tiene la intención de fungir como una sátira aquí, y significa que las personas son rígidas en su conocimiento, cultura y perspectiva espiritual.

14. “Pasea a sus anchas, fuera del alcance de la ley” indica que el diablo se desquicia y está fuera de control.

15. “Hacer trizas” se refiere a lo insoportable de ver que es la violenta conducta del diablo para las personas.

16. “Magullado y golpeado” alude al horrible rostro del rey de los demonios.

17. “Apostándolo todo a una sola carta” significa poner todo el dinero en una sola apuesta con la esperanza de ganar al final. Es una metáfora de la argucias perversas y siniestras del diablo. La expresión se utiliza en tono de burla.

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