La protagonista cumple con el deber editorial en la iglesia. Piensa que tiene una aptitud normal y que no tiene la realidad-verdad, por lo que sigue filosofías satánicas como que “la palabra es plata y el silencio es oro” y “quien mucho habla mucho yerra”, a menudo guarda silencio y nunca toma la iniciativa de decir lo que piensa en los debates por miedo a que sus puntos de vista sean incorrectos o superficiales y la miren con desprecio. Por medio de la introspección con un corazón de búsqueda y la lectura de las palabras de Dios, se da cuenta de que el miedo a quedar mal es el principal motivo por el que decide no compartir sus opiniones y hablar con honestidad y que ama su imagen y su reputación mucho más que la verdad, lo que constituye el carácter astuto y malvado de Satanás. Esta constatación le hace sentir un gran pesar. ¿Cómo practica la verdad y logra arrepentirse y transformarse? ¿Qué aprende de esta experiencia? Te invitamos a mirar este vídeo.