Dios crea, gobierna y dirige todo exclusivamente para la supervivencia de la humanidad

22 Dic 2020

Con las dos historias que acabo de contar, aunque sean un poco inusuales por su contenido y forma de expresión, y relatadas de un modo algo especial, tuve la intención de usar un lenguaje directo y un método simple para ayudaros a alcanzar y aceptar algo más profundo. Este fue Mi único objetivo. Con estas breves historias y con lo que relatan quería que vierais y creyerais que Dios es soberano sobre toda la creación. El objetivo de contar estas historias es permitiros ver y conocer los hechos infinitos de Dios dentro de los confines finitos de una historia. En cuanto a cuándo lograréis y alcanzaréis este resultado en vosotros, eso depende de vuestras experiencias y vuestra búsqueda individual. Si eres una persona que persigue la verdad y busca conocer a Dios, estas cosas te servirán como recordatorio aun más firme; te permitirán tener una conciencia más profunda y una claridad en tu entendimiento que te acercarán gradualmente a los hechos reales de Dios, con una cercanía que no tendrá distancia ni error. Sin embargo, si no eres alguien que busca conocer a Dios, esas historias tampoco pueden hacerte ningún daño. Simplemente consideradlas como historias verdaderas.

¿Habéis logrado algún entendimiento a partir de estas dos historias? En primer lugar, ¿se apartan estas dos historias de nuestra exposición anterior sobre la preocupación de Dios por la humanidad? ¿Hay una conexión inherente? ¿Es verdad que en estas dos historias vemos los hechos de Dios y la profunda consideración que Él tiene por todo lo que planea para la humanidad? ¿Es verdad que todo lo que Dios hace y todo lo que piensa es para el bien de la existencia de la humanidad? (Sí). ¿No son muy evidentes los pensamientos cuidadosos de Dios y Su consideración para con la humanidad? La humanidad no tiene que hacer nada. Dios ha preparado el aire para las personas; solo tienen que respirarlo. Los vegetales y las frutas que comen están fácilmente disponibles. De norte a sur, de este a oeste, cada región tiene sus propios recursos naturales. Los diferentes cultivos y frutas y vegetales regionales han sido preparados por Dios. En el entorno más grande, Dios hizo que todas las cosas se fortalezcan mutuamente, sean interdependientes, se refuercen entre sí, interactúen y coexistan. Este es Su método y Su regla para mantener la supervivencia y la existencia de todas las cosas; de esta forma, la humanidad ha podido vivir segura y tranquila dentro de este entorno, multiplicarse de generación en generación, incluso hasta el día de hoy. Esto quiere decir que Dios trae equilibrio al entorno natural. Si Dios no fuera soberano y estuviera en control, el entorno, aunque hubiera sido creado por Dios, no podría ser mantenido ni equilibrado por nadie. En algunos lugares no hay aire y la humanidad no puede sobrevivir allí. Dios no te permitirá que vayas allí. Entonces, no te salgas de los límites que corresponden. Esto es para la protección de la humanidad; existen misterios en ello. Cada aspecto del entorno, la longitud y la anchura de la tierra, cada criatura sobre ella —tanto viva como muerta— Dios la concibió y la preparó con anticipación. ¿Por qué se necesita esta cosa? ¿Por qué aquella es innecesaria? ¿Cuál es el propósito de tener esta cosa aquí y por qué debería ir aquello allí? Dios ya ha pensado todas estas cuestiones y no hay necesidad de que las personas lo hagan. Hay algunas personas insensatas que siempre piensan en mover montañas, pero en lugar de hacer eso, ¿por qué no mudarse a las llanuras? Si no te gustan las montañas, ¿por qué vives cerca de ellas? ¿No es esto insensato? ¿Qué ocurriría si movieras esa montaña? Vendrían huracanes y olas inmensas y destruirían los hogares de las personas. ¿No sería una locura? Las personas solo son capaces de destruir. Ni siquiera pueden mantener el único lugar que tienen para vivir, y aun así quieren proveer para todas las cosas. Eso es imposible.

Dios permite a la humanidad gestionar todas las cosas y tener señorío sobre ellas, pero ¿hace el hombre un buen trabajo? El hombre destruye todo lo que puede. No solo es incapaz de preservar todo lo que hizo Dios en su estado original: ha hecho lo contrario y ha destruido la creación de Dios. La humanidad ha movido las montañas, ganado terreno al mar y convertido las llanuras en desiertos donde nadie puede vivir. No obstante, allí en el desierto es donde el hombre ha creado industrias y construido bases nucleares, y ha sembrado destrucción por todas partes. Los ríos ya no son ríos, el mar ya no es el mar… Una vez que la humanidad ha roto el equilibrio del entorno natural y sus reglas, el día del desastre y la muerte no está lejos; es inevitable. Cuando llegue el desastre, la humanidad sabrá cuánto valor tiene todo lo que Dios creó para ella y cuán importante es para la humanidad. Para el hombre, vivir en un entorno en el que los vientos y las lluvias lleguen cuando corresponde es como vivir en el paraíso. Las personas no son conscientes de que esto es una bendición, pero en el momento en que lo pierdan todo verán cuán raro y valioso es todo ello. Y una vez perdido, ¿cómo podría uno recuperarlo? ¿Qué podrían hacer las personas si Dios no estuviera dispuesto a crearlo de nuevo? ¿Hay algo que vosotros podríais hacer? (No, no hay nada). Realmente, hay algo que podéis hacer. Es muy simple; cuando os diga lo que es sabréis inmediatamente que es factible. ¿Cómo es que ha llegado el hombre al estado actual de su existencia? ¿Se debe a su codicia y destrucción? Si el hombre cesa con esta destrucción, ¿no se corregirá gradualmente su entorno vital? Si Dios no hace nada, si no desea hacer más nada por la humanidad, es decir, si no interviene en este asunto, la mejor solución de la humanidad sería detener toda esta destrucción y permitir que su entorno vital vuelva a su estado natural. Poner fin a toda esta destrucción significa detener el saqueo y la devastación de las cosas que Dios ha creado. Esto permitiría que el entorno en el que vive el hombre se recupere gradualmente, mientras que, de no hacerlo, ello resultaría en un entorno aun más hostil para la vida cuya destrucción se aceleraría con el tiempo. ¿Es simple Mi solución? Es simple y factible, ¿no es así? Realmente simple, y factible para algunas personas. Pero ¿lo es para la inmensa mayoría de las personas sobre la tierra? (No lo es). Para vosotros, por lo menos, ¿es factible? (Sí). ¿Qué es lo que os hace responder que “sí”? ¿Podría decirse que proviene de la base de entender los hechos de Dios? ¿Podría decirse que su condición es la obediencia de la soberanía y el plan de Dios? (Sí). Hay una forma de cambiar las cosas, pero ese no es el tema que estamos exponiendo ahora. Dios es responsable de cada vida humana y lo es hasta el mismo final. Él provee para ti e incluso si en este entorno, destruido por Satanás, te has enfermado y la contaminación te ha afectado o has recibido otro perjuicio, eso no importa; Dios proveerá para ti y te dejará seguir viviendo. ¿Tienes fe en eso? (Sí). Dios no permite fácilmente que un ser humano muera.

¿Ahora, habéis llegado a sentir algo de la importancia de reconocer a Dios como la fuente de vida para todas las cosas? (Sí, lo hemos hecho). ¿Qué sentimientos tenéis? Contadme. (En el pasado, nunca habíamos pensado en relacionar las montañas, los mares y los lagos con las acciones de Dios. Recién hoy, por medio de la comunión de Dios, hemos entendido que estas cosas contienen los hechos y la sabiduría de Dios; vemos que, incluso cuando Dios comenzó a crear todas las cosas, ya había infundido en cada una un destino y Su buena voluntad. Todas las cosas se fortalecen mutuamente y son interdependientes, y la humanidad es la beneficiaria final. Lo que oímos hoy se siente muy fresco y nuevo; hemos sentido cuán reales son las acciones de Dios. En el mundo real, en nuestras vidas diarias y en nuestros encuentros con todas las cosas, vemos que esto es así). Lo ves realmente, ¿verdad? Dios no provee para la humanidad sin un fundamento sólido; Su provisión no consiste solo en unas pocas palabras. Dios ha hecho mucho, e incluso las cosas que no ves son para tu beneficio. El hombre vive en este entorno, con todas las cosas que Dios creó para él, donde las personas y todas las cosas son interdependientes. Por ejemplo, las plantas exhalan gases que purifican el aire, y las personas respiran el aire puro y se benefician. Sin embargo, algunas plantas son venenosas para las personas, pero hay otras que revierten el efecto de las primeras. ¡Esta es una maravilla de la creación de Dios! Pero dejemos este tema aquí por ahora. Hoy nuestra charla se centró principalmente en la coexistencia entre el hombre y el resto de la creación, sin la cual el hombre no puede vivir. ¿Cuál es la importancia de la creación de todas las cosas por parte de Dios? El hombre no puede vivir sin otras cosas, del mismo modo que necesita el aire para vivir: si te pusieran en un vacío, morirías pronto. Este es un principio muy simple que demuestra que el hombre no puede vivir en forma independiente del resto de la creación. Por tanto, ¿qué actitud debería tener el hombre hacia todas las cosas? Debería atesorarlas, protegerlas, hacer uso de ellas eficazmente, no destruirlas, no malgastarlas y no cambiarlas por capricho, porque todas las cosas vienen de Dios, son Su provisión para la humanidad y esta debe tratarlas con cuidado.

La Palabra, Vol. II. Sobre conocer a Dios. Dios mismo, el único VII

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