El entorno básico para la vida que Dios crea para la humanidad: La luz

28 Jul 2018

La cuarta cosa tiene relación con los ojos de las personas: la luz. Esto también es muy importante. Cuando ves una luz brillante y su brillantez alcanza cierta intensidad, puede cegar los ojos humanos. Después de todo, los ojos humanos son de carne. No soportan la irritación. ¿Se atreve alguien a mirar directamente al sol? Algunas personas lo han intentado, y si llevan gafas de sol no hay problema, pero eso requiere la ayuda de una herramienta. Sin herramientas, los ojos del hombre no tienen la capacidad para mirar directamente al sol. Sin embargo, Dios creó el sol para traer luz a la humanidad y también se ocupó de esta luz. No es que Dios simplemente terminó de crear el sol, lo puso en algún lugar y luego lo ignoró. No es así cómo Dios hace las cosas. Es muy cuidadoso en Sus acciones y las piensa con mucha meticulosidad. Él dio a la humanidad ojos para poder ver, pero también preparó el grado de luminosidad dentro del cual puede hacerlo. No sería bueno si la luz fuera demasiado tenue. Cuando está tan oscuro que las personas no pueden ver sus dedos delante de ellas, sus ojos han perdido su función y no sirven. Pero la luz demasiado brillante deja a los ojos humanos igualmente incapaces de ver las cosas, porque la brillantez resulta intolerable. Por tanto, Dios ha suministrado al entorno de existencia de la humanidad una cantidad de luz apropiada para los ojos humanos, una cantidad que no los lastimará ni dañará y, mucho menos, hará que pierdan su función. Esta es la razón por la cual Dios agregó capas de nubes alrededor del sol y de la tierra, y por la que la densidad del aire puede filtrar apropiadamente los tipos de luz que pueden dañar los ojos o la piel de las personas: estos son proporcionales. Adicionalmente, los colores de la tierra que Dios creó reflejan la luz del sol y los demás tipos de luz, y pueden eliminar las clases de luz que son demasiado brillantes como para que los ojos humanos se adapten a ellas. De esa forma, las personas pueden caminar al aire libre y seguir adelante con sus vidas, sin necesidades de estar utilizando constantemente gafas de sol muy oscuras. En circunstancias normales, los ojos humanos pueden ver cosas dentro de su campo de visión sin que la luz les moleste. Es decir, no sería bueno que la luz fuera demasiado penetrante ni demasiado tenue. Si fuera demasiado tenue, los ojos de las personas sufrirán daños y tras un breve uso, quedarían arruinados. Si fuera demasiado brillante, los ojos de las personas serían incapaces de soportarlo. Esta luz que las personas tienen debe ser apropiada para que los ojos humanos puedan ver, y, a través de diversos métodos, Dios ha minimizado el daño producido por la luz a los ojos humanos, y aunque esta luz pueda beneficiar o perjudicar a los ojos humanos, es suficiente para permitir que las personas lleguen al final de su vida pudiendo utilizar sus ojos. ¿No fue Dios muy meticuloso al considerar esto? Sin embargo, el diablo, Satanás, actúa sin que tales consideraciones pasen por su mente. Con Satanás, la luz siempre es demasiado brillante o demasiado tenue. Así es como Satanás actúa.

Dios hizo estas cosas a todos los aspectos del cuerpo humano —a su vista, su sentido del oído, su sentido del gusto, su respiración, sus sentimientos, etcétera— para maximizar la adaptabilidad de la humanidad a la supervivencia, de forma que pueda vivir normalmente y continuar haciéndolo. En otras palabras, el actual entorno de vida, creado por Dios, es el más adecuado y beneficioso para la supervivencia de la humanidad. Algunas personas pueden pensar que esto no es gran cosa, que todo es algo muy ordinario. El sonido, la luz y el aire son cosas que las personas consideran como derechos de nacimiento, que han disfrutado desde que nacieron. Pero detrás de esto que puedes disfrutar, Dios ha estado trabajando; es algo que los humanos necesitan entender, algo que necesitan saber. No importa si sientes que no hay necesidad de entender o conocer estas cosas; en resumen, cuando Dios las creó, reflexionó mucho sobre ellas; tenía un plan, tenía ciertas ideas. Él no puso a la humanidad de un modo simple o frívolo en un entorno para la vida así sin antes pensarlo detenidamente. Podéis pensar que he hablado de manera grandilocuente sobre cada una de estas pequeñas cosas, pero en Mi opinión, cada cosa con la que Dios proveyó la humanidad es necesaria para su supervivencia. La acción de Dios está presente en ello.

La Palabra, Vol. II. Sobre conocer a Dios. Dios mismo, el único VIII

El fin de todas las cosas se está acercando, ¿quieres saber cómo el Señor recompensará el bien, castigará el mal y determinará el fin de cada uno? Bienvenido a contactarnos para descubrir la respuesta.

Contenido relacionado

Conéctate con nosotros en Messenger