Satanás es un ángel caído que no pudo crear el cielo, la tierra y todas las cosas ni desbancar la autoridad de Dios

30 May 2018

Las palabras relevantes de Dios:

Antes de que existiera la tierra, el arcángel era el más grande de los ángeles del cielo. Tenía jurisdicción sobre todos los ángeles en el cielo; esta era la autoridad que Dios le concedió. A excepción de Dios, él era el más grande de los ángeles del cielo. Luego, después de que Dios creara a la humanidad, en la tierra, el arcángel llevó a cabo una mayor traición contra Dios. Digo que traicionó a Dios porque quiso gobernar sobre la humanidad y sobrepasar la autoridad de Dios. Fue el arcángel el que tentó a Eva a pecar, y lo hizo porque deseaba establecer su reino en la tierra y hacer que la humanidad le diera la espalda a Dios y que obedeciera al arcángel en su lugar. El arcángel vio que muchas cosas le podían obedecer; le obedecían los ángeles, al igual que las personas sobre la tierra. Los pájaros y animales, los árboles, bosques, montañas, ríos y todas las cosas sobre la tierra estaban bajo el cuidado de los seres humanos, es decir, de Adán y Eva, mientras que Adán y Eva obedecían al arcángel. Por tanto, el arcángel deseaba superar la autoridad de Dios y traicionarlo. Posteriormente, llevó a muchos ángeles a rebelarse contra Dios, y estos luego se convirtieron en varias clases de espíritus impuros. ¿Acaso el desarrollo de la humanidad hasta el día de hoy no ha sido causado por la corrupción del arcángel? Los seres humanos son como son hoy en día debido a que el arcángel traicionó a Dios y corrompió a la humanidad. Esta obra paso a paso no está ni siquiera cerca de ser tan abstracta y simple como la gente podría imaginar. Satanás llevó a cabo su traición por una razón, pero la gente es incapaz de comprender un hecho tan simple. ¿Por qué Dios, que creo los cielos, la tierra y todas las cosas, también creó a Satanás? Puesto que Dios desprecia tanto a Satanás, y Satanás es Su enemigo, ¿por qué creó a Satanás? Al crear a Satanás, ¿no estaba Él creando un enemigo? Dios en realidad no creó un enemigo; más bien, Él creó un ángel, y más tarde, ese ángel lo traicionó. Su estatus se había vuelto tan alto que deseó traicionar a Dios. Se podría decir que esta fue una coincidencia, pero también fue inevitable. Es similar al hecho de que una persona va a morir inevitablemente tras madurar hasta una cierta edad; las cosas ya se han desarrollado hasta esa etapa.

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Deberías saber cómo la humanidad completa se ha desarrollado hasta el día de hoy

Debido a que los ángeles eran particularmente frágiles y no poseían habilidades dignas de mención, se volvieron arrogantes en cuanto se les dio autoridad. Esto fue particularmente cierto en el caso del arcángel, cuyo estatus era superior al de cualquier otro ángel. Un rey entre los ángeles, guiaba a millones de ellos, y, bajo Jehová, su autoridad superaba a la de cualquier otro ángel. El arcángel quería hacer esto y aquello, y quería bajar a los ángeles entre los seres humanos para controlar el mundo. Dios dijo que Él es el Único que está a cargo del universo; pero el arcángel aseguró que era él quien estaba al cargo. A partir de ese momento, el arcángel traicionó a Dios. Dios había creado otro mundo en el cielo, y el arcángel deseaba controlar este mundo y también deseaba descender al reino mortal. ¿Podría Dios permitirle hacerlo? Por tanto, abatió al arcángel y lo lanzó por los aires. Desde que el arcángel corrompió a la humanidad, Dios ha estado en guerra con el arcángel para salvarla; Él ha utilizado estos seis milenios para derrotarlo. Vuestra noción de un Dios todopoderoso es incompatible con la obra que Dios está llevando a cabo en la actualidad; ¡es absolutamente impráctica y una gran falacia! En realidad, fue solo después de que el arcángel traicionara a Dios que este lo declaró Su enemigo. Fue solo debido a su traición que el arcángel pisoteó a la humanidad después de llegar al reino mortal, y es por esta razón que la humanidad se desarrolló hasta este punto. Después de que eso sucediera, Dios le juró a Satanás: “Te voy a derrotar y traeré la salvación a todos los seres humanos que he creado”. Al principio, Satanás no estaba convencido y le dijo: “Francamente, ¿qué me puedes hacer? ¿Puedes en verdad golpearme en el aire? ¿Puedes en verdad derrotarme?”. Después de lanzarlo al aire, Dios no le prestó más atención al arcángel y, más adelante, comenzó a salvar a la humanidad y a llevar a cabo Su propia obra, a pesar de las continuas interrupciones de Satanás. Satanás pudo hacer esto y lo otro, pero todo fue gracias al poder que Dios le había otorgado anteriormente; se llevó estas cosas con él al aire y las ha conservado hasta el día de hoy. Cuando lanzó al arcángel al aire, Dios no le quitó su autoridad, y Satanás continuó corrompiendo a la humanidad. Dios, por el contrario, comenzó a salvar a la humanidad que Satanás había corrompido poco después de que esta hubiera sido creada. Dios no reveló Sus actos mientras estaba en los cielos; sin embargo, antes de la creación de la tierra, permitió que la gente del mundo que había creado en el cielo viera Sus actos, y así guio a esa gente sobre el cielo. Él les dio sabiduría e inteligencia, y condujo a esa gente a vivir en ese mundo. Naturalmente, ninguno de vosotros habéis oído hablar de esto antes. Más tarde, después de que Dios crease a los seres humanos, el arcángel comenzó a corromperlos; en la tierra, toda la humanidad cayó en el caos. Solo entonces Dios comenzó Su guerra contra Satanás, y solo en este momento los humanos empezaron a ver Sus acciones. Al principio, tales actos habían sido ocultados de la humanidad. Después de que Satanás fuese lanzado al aire, hizo sus propias cosas, y Dios continuó haciendo Su propia obra, librando una guerra continua contra Satanás, hasta los últimos días. Ahora ha llegado el momento en el que Satanás debería ser destruido. En el principio, Dios le dio autoridad, y después lo lanzó al aire, sin embargo, Satanás se mantuvo desafiante. Después de eso, corrompió a la humanidad en la tierra, pero Dios estaba allí para gestionarla. Dios usa Su gestión de los seres humanos para derrotar a Satanás. Al corromper a la gente, Satanás lleva el destino de esta a su final e interrumpe la obra de Dios. Por otro lado, la obra de Dios es la salvación de la humanidad. ¿Qué paso de la obra que hace Dios no está destinado a salvar a la humanidad? ¿Qué paso no está destinado a purificar a la gente, hacerles actuar con rectitud y vivir la imagen de quienes pueden ser amados? Satanás, sin embargo, no hace esto. Este corrompe a la humanidad; continuamente hace su trabajo de corromper a la humanidad por todo el universo. Por supuesto, Dios también hace Su propia obra sin prestar atención a Satanás. No importa cuánta autoridad Satanás posea, esa autoridad le fue dada por Dios; Dios simplemente no le dio toda Su autoridad, de manera que no importa lo que Satanás haga, no puede superar a Dios y siempre estará al alcance de la mano de Dios. Dios no reveló ninguno de Sus actos mientras estuvo en el cielo. Él meramente dio a Satanás una pequeña porción de autoridad y le permitió ejercer control sobre otros ángeles. Por tanto, no importa lo que haga Satanás, no puede superar la autoridad de Dios, porque la autoridad que Dios le otorgó originalmente es limitada. Mientras Dios obra, Satanás interrumpe. En los últimos días, su interrupción terminará; de igual manera, la obra de Dios también terminará, y el tipo de ser humano que Dios desea completar se completará. Dios dirige a la gente de manera positiva; Su vida es agua viva, inconmensurable e ilimitada. Satanás ha corrompido al hombre hasta cierto grado; al final, el agua viva de la vida completará al hombre, y será imposible para Satanás interferir y llevar a cabo su obra. Por tanto, Dios será capaz de ganar por completo a esta gente. Incluso ahora, Satanás todavía se niega a aceptar esto; se enfrenta continuamente a Dios, pero Él no le presta ninguna atención. Dios ha dicho: “Yo saldré victorioso sobre la totalidad de las fuerzas oscuras de Satanás y sobre todas las influencias oscuras”. Esta es la obra que ahora se debe hacer en la carne, y es también lo que hace significativo hacerse carne: esto es, completar la etapa de la obra de derrotar a Satanás en los últimos días, y eliminar todas las cosas que pertenecen a Satanás. ¡La victoria de Dios sobre Satanás es inevitable! En realidad, Satanás ya fracasó hace mucho tiempo. Cuando el evangelio comenzó a extenderse por toda la tierra del gran dragón rojo, es decir, cuando Dios encarnado comenzó Su obra y esta obra se puso en marcha, Satanás fue derrotado por completo, porque el propósito mismo de la encarnación era derrotar a Satanás. En cuanto Satanás vio que Dios una vez más se había hecho carne y había comenzado a llevar a cabo Su obra, que ninguna fuerza podría detener, este se quedó estupefacto al ver esta obra y no se atrevió a seguir haciendo más trastadas. Al principio, Satanás pensó que también poseía mucha sabiduría, e interrumpió y acosó la obra de Dios; sin embargo, no esperaba que Dios se hiciera carne una vez más, o que, en Su obra, Dios utilizara la rebelión de Satanás para servirle como revelación y juicio para la humanidad, para conquistar así a la humanidad y derrotar a Satanás. Dios es más sabio que Satanás, y Su obra lo supera con creces. Por tanto, como anteriormente he dicho: “la obra que Yo hago se lleva a cabo en respuesta a las artimañas de Satanás. Al final, Yo voy a revelar Mi omnipotencia y la impotencia de Satanás”. Dios realizará Su obra en primera línea, mientras Satanás seguirá su estela hasta que, al final, este sea finalmente destruido, ¡ni siquiera va a saber qué lo golpeó! Solo se dará cuenta de la verdad una vez que haya sido aplastado y hecho añicos; y para entonces ya habrá sido incinerado en el lago de fuego. ¿Acaso no se convencerá completamente para entonces? ¡Pues Satanás no tendrá entonces más tretas que usar!

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Deberías saber cómo la humanidad completa se ha desarrollado hasta el día de hoy

La identidad especial de Satanás ha causado que muchas personas demuestren un gran interés en sus manifestaciones de diversos aspectos. Existen incluso muchas personas insensatas que creen que, como Dios, Satanás también posee autoridad, porque puede mostrar milagros y es capaz de hacer cosas imposibles para la humanidad. Y así, además de adorar a Dios, la humanidad también reserva un lugar para Satanás en su corazón, e incluso lo adora como a Dios. Estas personas son patéticas y detestables. Son patéticas por su ignorancia, y detestables por su herejía y su sustancia inherentemente malvada. En este punto, siento que es necesario informaros de lo que es, lo que simboliza y lo que representa la autoridad. En general, Dios mismo es autoridad, Su autoridad simboliza Su supremacía y Su esencia, y la autoridad de Dios mismo representa Su estatus y Su identidad. En este caso, ¿se atreve Satanás a decir que él mismo es Dios? ¿Osa afirmar que él creó todas las cosas, y que tiene la soberanía sobre ellas? ¡Por supuesto que no lo hace! Porque es incapaz de crear todas las cosas; hasta la fecha, nunca ha hecho nada creado por Dios ni nada que tenga vida. Debido a que no tiene la autoridad de Dios, nunca podría poseer en absoluto Su estatus ni Su identidad, y esto viene determinado por su esencia. ¿Tiene el mismo poder que Dios? ¡Por supuesto que no! ¿Cómo se denominan los actos de Satanás, y los milagros que exhibe? ¿Es poder? ¿Podría llamarse autoridad? ¡Por supuesto que no! Satanás dirige la marea del mal, altera, perjudica e interrumpe cada aspecto de la obra de Dios. Durante los últimos millares de años, aparte de corromper a la humanidad y maltratarla, atraer y engañar al hombre hasta la depravación y el rechazar a Dios, de forma que el hombre camina hacia el valle de la sombra de muerte, ¿ha hecho Satanás algo que merezca la más mínima conmemoración, elogio, o aprecio del hombre? Si Satanás poseyese autoridad y poder, ¿habría corrompido a la humanidad? ¿Si Satanás poseyera autoridad y poder, habría sido dañada la humanidad por él? Si Satanás poseyera poder y autoridad, ¿habría abandonado la humanidad a Dios y habría recurrido a la muerte? Como Satanás no tiene autoridad ni poder, ¿qué deberíamos concluir acerca de la esencia de todo lo que hace? Hay quienes definen todo lo que Satanás hace como simple engaño, pero creo que esta definición no es tan adecuada. ¿Son los hechos malvados de su corrupción de la humanidad un mero engaño? La fuerza malvada con la que Satanás maltrató a Job, y su intenso deseo de maltratarlo y devorarlo, no podrían conseguirse en absoluto mediante un simple engaño. Mirando en retrospectiva, en un instante, los rebaños y el ganado de Job, dispersos a lo largo y ancho sobre colinas y montañas, desaparecieron, la gran fortuna de Job se desvaneció. ¿Pudo haberse conseguido esto por medio de un simple engaño? La naturaleza de todo lo que Satanás hace se corresponde y encaja con términos negativos como perjudicar, interrumpir, destruir, hacer daño, el mal, la malicia y las tinieblas; así, la aparición de todo lo que es impío y malo está inextricablemente vinculado a sus actos y es inseparable de su malvada esencia, independientemente de lo “poderoso”, lo audaz y ambicioso que sea, de lo grande que sea su capacidad de infligir daño, del amplio espectro de las técnicas con las que corrompe y atrae al hombre, lo ingeniosos que sean los trucos y las artimañas con las que intimida al hombre y de lo cambiante que sea la forma en la que existe, nunca ha sido capaz de crear una simple cosa viva ni de establecer leyes o normas para la existencia de todas las cosas, ni de gobernar y controlar ningún objeto, animado o inanimado. En el cosmos y el firmamento no existe una sola persona u objeto que hayan nacido de él, o que existan por él; no hay una sola persona u objeto gobernados o controlados por él. Por el contrario, no sólo tiene que vivir bajo el dominio de Dios, sino que, además, debe obedecer todas Sus órdenes y Sus mandatos. Sin el permiso divino, le resulta difícil incluso tocar una gota de agua o un grano de arena sobre la tierra; ni siquiera es libre para mover a las hormigas sobre la tierra, y mucho menos a la humanidad creada por Dios. A los ojos de Dios, Satanás es inferior a los lirios del campo, a las aves que vuelan en el aire, a los peces del mar y a los gusanos de la tierra. Su papel, entre todas las cosas, es servirlas, trabajar para la humanidad, y servir a la obra de Dios y Su plan de gestión. Independientemente de lo maligna que es su naturaleza y lo malvado de su esencia, lo único que puede hacer es respetar sumisamente su función: estar al servicio de Dios, y proveer un contraste para Él. Tales son la sustancia y la posición de Satanás. Su esencia está desconectada de la vida, del poder, de la autoridad; ¡es un simple juguete en las manos de Dios, tan sólo una máquina a Su servicio!

La Palabra, Vol. II. Sobre conocer a Dios. Dios mismo, el único I

Satanás nunca se ha atrevido a transgredir la autoridad de Dios y, además, siempre ha escuchado con cuidado y obedecido Sus órdenes y Sus mandatos específicos sin osar nunca desafiarlos ni alterar libremente cualquiera de ellos. Estos son los límites que Dios ha establecido para Satanás, y por ello este no se ha atrevido a cruzarlos. ¿No es este el poder de la autoridad de Dios? ¿No es este el testimonio de Su autoridad? Satanás tiene una comprensión mucho más clara que la humanidad de cómo comportarse delante de Dios, y de cómo considerar a Dios, y, así, en el mundo espiritual, Satanás ve muy claramente Su estatus y Su autoridad, y tiene una profunda apreciación del poder de esta y de los principios subyacentes al ejercicio de la misma. No se atreve en absoluto a pasarlos por alto ni a violarlos de ninguna manera, o hacer algo que transgreda la autoridad de Dios; tampoco osa desafiar la ira de Dios. Aunque es malo y arrogante en su naturaleza, Satanás nunca se ha atrevido a cruzar las fronteras y los límites que Dios estableció para él. Durante millones de años ha respetado estrictamente estos límites, cada mandato y orden que Dios le ha dado, sin atreverse jamás a sobrepasar la marca. Aunque es malicioso, Satanás es mucho más sabio que la humanidad corrupta; conoce la identidad del Creador y sus propias fronteras. A partir de las acciones “sumisas” de Satanás se puede ver que la autoridad y el poder de Dios son edictos celestiales que él no puede transgredir, y que es precisamente por la unicidad y la autoridad de Dios que todas las cosas cambian y se propagan de una forma ordenada, que la humanidad puede vivir y multiplicarse dentro del curso establecido por Él, sin que nadie ni nada sean capaces de alterar este orden o cambiar esta ley, porque todos vienen de las manos del Creador, de Su orden y de Su autoridad.

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Aunque Satanás miró a Job con ojos codiciosos, sin el permiso de Dios no se atrevió a tocarle un solo pelo. Aun Satanás siendo inherentemente malvado y cruel, después de que Dios emitiese Su orden, no tuvo elección sino respetar Su mandato. Así, aunque Satanás estaba tan enloquecido como un lobo entre ovejas cuando cayó sobre Job, no se atrevió a olvidar los límites establecidos por Dios ni violar Sus órdenes. En todo lo que hizo, Satanás no osó desviarse de los principios y de los límites de las palabras de Dios. ¿No es esto una realidad? De esto se puede ver que Satanás no se atreve a contravenir ninguna de las palabras de Jehová Dios. Para él, cada palabra que sale de la boca de Dios es una orden, una ley celestial y una expresión de Su autoridad, porque detrás de cada palabra de Dios se insinúa Su castigo a aquellos que violan Sus órdenes, y a quienes desobedecen y se oponen a las leyes celestiales. Satanás sabe claramente que si viola las órdenes de Dios, debe aceptar las consecuencias de transgredir Su autoridad y de oponerse a las leyes celestiales. ¿Cuáles son estas consecuencias? No es necesario decir, que son el castigo de Dios. Las acciones de Satanás hacia Job fueron simplemente un microcosmos de su corrupción del hombre, y cuando las estaba llevando a cabo, los límites que Dios estableció y las órdenes que le dio a Satanás fueron simplemente un microcosmos de los principios subyacentes a todo lo que este hace. Además, su papel y su posición en este asunto eran simplemente un microcosmos de su papel y de su posición en la obra de la gestión de Dios; la obediencia total de Satanás a Dios en su tentación a Job no era más que un microcosmos de cómo Satanás no se atrevió a ejercer la más mínima oposición a Dios en Su obra de gestión. ¿Qué advertencia os hacen estos microcosmos? Entre todas las cosas, incluido Satanás, no existe persona o cosa que puedan transgredir ni que se atrevan a violar las leyes y los edictos celestiales establecidos por el Creador, porque no pueden alterar ni escapar al castigo que el Creador inflige sobre quienes le desobedecen. Sólo el Creador puede establecer leyes y edictos celestiales, sólo Él tiene el poder de hacerlos efectivos, y Su poder es el único que no puede ser transgredido por ninguna persona o cosa. Es Su autoridad única, una autoridad suprema entre todas las cosas y, por tanto, es imposible decir que “Dios es el más grande y Satanás es el segundo”. Fuera del Creador, que posee la autoridad única, ¡no hay otro Dios!

La Palabra, Vol. II. Sobre conocer a Dios. Dios mismo, el único I

Aunque las habilidades y capacidades de Satanás son mayores que las del hombre, aunque puede hacer cosas inalcanzables para este, independientemente de si envidias o aspiras a lo que él hace, de si lo aborreces o te repugna, si eres capaz de verlo y de cuánto pueda conseguir Satanás, de la cantidad de personas a las que pueda engañar para que lo adoren o consagren, o de cómo lo definas, no puedes decir en absoluto que tiene la autoridad y el poder de Dios. Deberías saber que Dios es Dios, que solo hay un Dios, y que solo Él tiene autoridad, que solo Dios tiene el poder para controlar y gobernar todas las cosas. Solo porque Satanás tenga la capacidad de engañar a las personas, y pueda suplantar a Dios, imitar Sus señales y milagros y haya hecho cosas parecidas a las de Dios, tú crees erróneamente que Dios no es único, que existen muchos dioses, que estos dioses diferentes tienen mayores o menores habilidades, y que existen diferencias en la amplitud del poder que ejercen. Clasificas su grandeza por orden de llegada y de acuerdo a su edad, y crees erróneamente que existen otras deidades aparte de Dios; crees que el poder y la autoridad de Dios no son únicos. Si tú tienes estas ideas, si no reconoces la unicidad de Dios, no crees que sólo Él es poseedor de autoridad, y sólo te sujetas al politeísmo, ¡te digo que tú eres la escoria de las criaturas, la verdadera personificación de Satanás y una persona absolutamente malvada! ¿Entendéis lo que estoy intentando enseñaros con estas palabras? No importa cuáles sean el tiempo, el lugar o tus antecedentes, no debes confundir a Dios con ninguna otra persona, cosa, u objeto. Independientemente de lo inescrutable y lo inaccesible que te parezcan la autoridad y la esencia de Dios mismo, de cuánto concuerden los hechos y las palabras de Satanás con tus noción y tu imaginación, de lo satisfactorias que sean para ti, no seas insensato, no confundas estos conceptos, no niegues la existencia de Dios ni Su identidad y Su estatus. No le empujes fuera de la puerta y traigas a Satanás para reemplazar al Dios dentro de tu corazón y que sea tu Dios. ¡No me cabe duda de que eres capaz de imaginar las consecuencias de hacerlo!

La Palabra, Vol. II. Sobre conocer a Dios. Dios mismo, el único I

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