El alimento y la bebida diarios que Dios prepara para la humanidad

28 Jul 2018

Acabamos de hablar de una parte del entorno general; específicamente, de las condiciones necesarias para la supervivencia humana que Dios preparó cuando creó el mundo. Hablamos de cinco cosas, cinco elementos del entorno. Nuestro siguiente tema está íntimamente relacionado con la vida física de cada ser humano, y es más pertinente para esa vida y un mayor cumplimiento de las condiciones requeridas en comparación con las otras cinco. Se trata de la comida que ingieren las personas. Dios creó al hombre y lo colocó en un entorno de vida adecuado; después, el hombre necesitó comida y agua. El hombre tenía esta necesidad, así que Dios hizo los preparativos correspondientes para él. Por tanto, cada paso de la obra de Dios y cada cosa que Él hace no son palabras vacías que se dicen, sino acciones reales y prácticas que se llevan a cabo. ¿Acaso no es la comida algo indispensable en la vida diaria de las personas? ¿Es la comida más importante que el aire? Son igualmente importantes. Ambas cosas son condiciones y sustancias necesarias para la supervivencia de la humanidad y para salvaguardar la continuidad de la vida humana. ¿Qué es más importante: el aire o el agua? ¿La temperatura o la comida? Todos ellos son igualmente importantes. Las personas no pueden elegir entre ellos, porque no les puede faltar ninguno. Esto es un asunto real y práctico; no son cosas que elijas. Tú no lo sabes, pero Dios, sí. Cuando ves la comida, piensas: “¡No puedo estar sin comida!”. Pero justo después de que fuiste creado, ¿sabías que necesitabas comida? No lo sabías, pero Dios sí lo sabía. Fue hasta que tuviste hambre y viste que había frutas en los árboles y granos en la tierra para que comieras que te diste cuenta de que necesitabas comida. Fue hasta que tuviste sed y viste un manantial, hasta que bebiste agua, que te diste cuenta de que la necesitabas. Dios preparó el agua para el hombre con anticipación. En cuanto a la comida, no importa si comes tres veces al día, o dos o, incluso, más, en pocas palabras, es indispensable para los humanos en su vida diaria. Es una de las cosas necesarias para mantener la supervivencia normal y continua del cuerpo humano. Así pues, ¿de dónde procede la mayor parte de la comida? Primero, viene de la tierra. Dios preparó la tierra por anticipado para la humanidad, y es apropiada para la supervivencia de muchos tipos de plantas, no solo para los árboles o la hierba. Dios preparó para la humanidad las semillas de toda clase de cereales y las de diversos alimentos, y le dio suelo y tierra apropiados para sembrar y, con estas cosas, la humanidad obtiene comida. ¿Cuáles son los diversos tipos de alimentos? Probablemente ya lo sabéis. Primero, existen diversos tipos de granos. ¿Cuáles son? El trigo, el mijo cola de zorro, el mijo glutinoso, el mijo común, y otros tipos de granos descascarillados. También hay todo tipo de cereales, con distintas variedades de norte a sur: cebada, trigo, avena, alforfón, etcétera. Existen diferentes especies adecuadas para cultivo en distintas regiones. También hay diversos tipos de arroz. El sur tiene sus propias variedades de arroz, más largas y adecuadas para las personas del sur, porque el clima es más cálido ahí, lo cual quiere decir que las personas de la región tienen para comer variedades como el arroz índica, que no es demasiado pegajoso. Su arroz no puede ser demasiado pegajoso o, de lo contrario, perderían el apetito y no podrían digerirlo. Las personas del norte comen un arroz más pegajoso, pues el norte siempre es frío, así que las personas de esos lugares tienen que comer cosas más adherentes. Después, existen también muchas variedades de frijoles, que crecen sobre la tierra, y hortalizas de raíz, que crecen debajo de la tierra, como las papas, las batatas, el taro y muchos otros. Las papas crecen en el norte, donde son de muy buena calidad. Cuando las personas no tienen granos para comer, las papas, como comida básica, puede permitirles mantener tres comidas al día. Las papas también pueden utilizarse como reserva alimentaria. La calidad de las batatas no es tan buenas como la de las papas, pero aun así pueden utilizarse como alimento básico para completar tres comidas diarias. Cuando es difícil conseguir cereales, las personas pueden mantener a raya el hambre con las batatas. El taro, que suelen comer a menudo en el sur, puede usarse de la misma forma, y también puede servir como alimento básico. Estos son los muchos y diversos cultivos, que son partes necesarias de la comida y la bebida diarias de las personas. La gente usa diversos granos para hacer fideos, panecillos al vapor, arroz y fideos de arroz. Dios ha otorgado estos diversos tipos de grano a la humanidad en abundancia. Que haya tantas variedades se debe a la voluntad de Dios: son apropiados para crecer en los diferentes suelos y climas del norte, el sur, el este y el oeste, aunque sus diversos componentes y contenido corresponden a los diversos componentes y contenido del cuerpo humano. Solo comiendo estos granos las personas pueden mantener los diversos nutrientes y componentes que su cuerpo requiere. La comida norteña y la sureña son distintas, pero tienen muchas más similitudes que diferencias. Ambas pueden satisfacer las necesidades regulares del cuerpo humano y apoyar su supervivencia normal. Así pues, hay abundancia de especies producidas en cada región porque el cuerpo humano necesita lo que estos distintos alimentos proveen: necesitan que se les proporcionen estos distintos alimentos provenientes de la tierra para mantener la existencia normal del cuerpo humano con el fin de llevar una vida humana normal. En resumen, Dios ha sido muy considerado con la humanidad. Los diversos alimentos concedidos a las personas no carecen de variedad; por el contrario, son bastante eclécticos. Si las personas quieren comer cereales, pueden hacerlo. Algunas personas prefieren el arroz al trigo y, si no les gusta el trigo, pueden comer arroz. Hay todo tipo de arroz —largo, corto— y cada uno puede satisfacer el apetito de las personas. Por tanto, si las personas consumen estos granos —siempre que no sean demasiado quisquillosas con su comida— no carecerán de nutrientes y tendrán garantizada vivir saludablemente hasta su muerte. Esa fue la idea que Dios tuvo en mente cuando otorgó la comida a la humanidad. El cuerpo humano no puede existir sin estas cosas; ¿no es esto la realidad? Estos son problemas prácticos que el hombre no podría resolver por sí mismo, pero Dios estaba preparado para ellos: pensó en ellos por anticipado e hizo preparativos para la humanidad.

hay varios tipos de legumbre, maíz, cacahuete, frijol verde, judías, soja y tal

Pero eso no es lo único que Dios le dio a la humanidad: ¡también le dio las verduras! En el caso del arroz, si es lo único que comes, podrías no obtener los suficientes nutrientes. Por otra parte, si fríes unas cuantas verduras o preparas una ensalada para acompañar la comida, entonces las vitaminas de las verduras y sus distintos oligoelementos y otros nutrientes podrán suplir las necesidades del cuerpo humano de forma natural. Y las personas también pueden comer un poco de fruta entre comidas, ¿no es así? Algunas veces las personas necesitan más fluidos u otros nutrientes o diferentes sabores, y las verduras y las frutas están ahí para satisfacer esas necesidades. Como el norte, el sur, el este y el oeste tienen diferentes suelos y climas, producen diferentes variedades de frutas y verduras. Como el clima es demasiado cálido en el sur, la mayoría de las frutas y verduras de la región son frescas, y, una vez que se comen, pueden equilibrar el frío y el calor en el cuerpo humano. En contraste, hay menos variedades de frutas y verduras en el norte, pero siguen siendo suficientes para el disfrute de los habitantes del lugar. Sin embargo, debido a los avances en la sociedad en años recientes y al llamado progreso social, así como a las mejoras en el transporte y las comunicaciones que conectan el norte, el sur, el este y el oeste, los habitantes del norte también pueden comer algunas frutas y verduras del sur, o algunos productos regionales del sur, y pueden hacerlo en las cuatro estaciones del año. Aunque esto puede satisfacer sus apetitos y deseos materiales, su cuerpo está involuntariamente sujeto a diferentes niveles de daño. Esto se debe a que, entre los alimentos que Dios preparó para la humanidad, hay alimentos, frutas y verduras pensados para las personas en el sur, así como alimentos, frutas y verduras pensados para los habitantes del norte. Es decir, si naciste en el sur, comer cosas del sur es apropiado para ti. Dios preparó específicamente estos alimentos, frutas y verduras, porque el sur tiene un clima particular. El norte cuenta con alimentos que son necesarios para el cuerpo de las personas del norte. Sin embargo, como las personas tienen glotonería, sin saberlo, se han dejado arrastrar por la marea de nuevas tendencias sociales, e inconscientemente violan estas leyes. Aunque las personas sienten que su vida es mejor que en el pasado, este tipo de progreso social produce un daño insidioso al cuerpo de cada vez más personas. Esto no es lo que Dios quiere ver y tampoco es lo que Él pretendía cuando proporcionó a la humanidad esos alimentos, frutas y verduras. La humanidad misma ha provocado la situación actual al violar las leyes de Dios.

Además de eso, el regalo que Dios otorgó a la humanidad es verdaderamente rico y abundante, y cada lugar tiene sus propios productos locales. Por ejemplo, algunos lugares son ricos en dátiles rojos (conocidos habitualmente como azufaifas), mientras otros lo son en nueces y otros más son ricos en cacahuetes o diversos frutos secos. Todas estas cosas materiales proporcionan los nutrientes que el cuerpo humano necesita, pero Dios provee a la humanidad cosas en la cantidad correcta en el momento correcto, de acuerdo a la estación y la época del año. La humanidad codicia el disfrute físico y es glotona, lo cual facilita violar y dañar las leyes naturales del crecimiento humano que Él estableció cuando creó a la humanidad. Tomemos como ejemplo las cerezas, que maduran alrededor de junio. En circunstancias normales, en agosto ya no hay cerezas. Solo pueden mantenerse frescas por dos meses, pero, utilizando métodos científicos, las personas ahora pueden ampliar ese periodo a 12 meses, incluso hasta la siguiente temporada de cereza. Eso significa que hay cerezas todo el año. ¿Es normal este fenómeno? (No). ¿Cuándo es, pues, la mejor temporada para comer cerezas? El período que va de junio a agosto. Más allá de este límite, por muy frescas que las conserves, no saben igual ni proporcionan lo que el cuerpo humano necesita. Una vez que su fecha de caducidad ha pasado, no importa qué productos químicos utilices, no podrás infundirlos con todo lo que contienen cuando se cultivan de manera natural. Además, el daño que producen los productos químicos a los seres humanos es algo que nadie puede resolver o cambiar, sin importar qué intenten. Entonces, ¿qué aporta a las personas la actual economía de mercado? La vida de las personas parece mejor, el transporte entre regiones se ha vuelto sumamente conveniente y las personas pueden comer todo tipo de fruta en cualquiera de las cuatro estaciones. Las personas del norte pueden comer bananas con regularidad, al igual que cualquier manjar regional, fruta o cualquier alimento del sur. Pero esta no es la vida que Dios quiere darle a la humanidad. Esta clase de economía de mercado puede traer algunos beneficios a la vida de las personas, pero también puede traerle perjuicios. Debido a la abundancia que hay en el mercado, muchas personas comen sin pensar en lo que se están llevando a la boca. Esta conducta viola las leyes de la naturaleza y es perjudicial para su salud. Así pues, la economía de mercado no puede traer verdadera felicidad a las personas. Vedlo por vosotros mismos. ¿No se venden uvas en el mercado a lo largo de las cuatro estaciones del año? De hecho, las uvas solo se mantienen frescas durante un periodo muy corto después de ser recolectadas. Si las guardas hasta junio del siguiente año, ¿se les puede seguir llamando uvas? ¿O sería “basura” un mejor nombre para ellas? No solo carecen de la esencia de las uvas frescas, sino que tienen más productos químicos en ellas. Después de un año, ya no están frescas, y los nutrientes que tenían han desaparecido. Cuando las personas comen uvas, tienen este sentimiento: “¡Qué buena suerte tenemos! ¿Habríamos podido comer uvas en esta estación hace 30 años? Aun si hubiéramos querido, ¡no habríamos podido! ¡La vida es muy buena ahora!”. ¿Es esto realmente felicidad? Si estás interesado, puedes estudiar las uvas conservadas con productos químicos y ver simplemente de qué están hechas y si esas sustancias pueden aportar algún beneficio a los humanos. En la Era de la Ley, cuando los israelitas habían abandonado Egipto y se desplazaban, Dios les dio codornices y maná. Pero ¿permitió Dios que preservaran estos alimentos? Algunos de ellos eran cortos de miras y, temerosos de que no hubiera más al día siguiente, guardaron un poco para más tarde. ¿Qué ocurrió entonces? Al día siguiente se habían podrido. Dios no te permite apartar algo, pues Él ha tomado medidas que garantizan que no pasarás hambre. Pero la humanidad no tiene esa confianza ni tiene verdadera fe en Dios. Siempre quiere tener margen de maniobra y nunca es capaz de ver todo el cuidado y la reflexión que hay detrás de los preparativos de Dios para la humanidad. No puede sentirlo, así que no puede poner plenamente su fe en Dios y siempre piensa: “¡No se puede confiar en las acciones de Dios! ¡Quién sabe si Dios nos dará lo que necesitamos o cuándo nos lo dará! Si estoy hambriento y Dios no provee, ¿acaso no moriré de hambre? ¿No estaré desnutrido?”. ¡Mira qué endeble es la confianza del hombre!

Los cereales, frutas, verduras y todo tipo de frutos secos, todos ellos son alimentos vegetarianos. Aunque lo sean, contienen suficientes nutrientes para satisfacer las necesidades del cuerpo humano. Sin embargo, Dios no dijo: “Solo le daré estos alimentos a la humanidad. ¡Que coman solo estas cosas!”. Dios no se detuvo ahí, sino que continuó y preparó para la humanidad muchos más alimentos que son todavía más ricos. ¿Cuáles son? Son los diversos tipos de carne y pescado que la mayoría de vosotros podéis ver y comer. Él preparó muchos, muchos tipos de carne y pescado. Los peces viven en el agua, y la carne del pescado de agua es diferente en esencia a la de los animales que habitan en la tierra y puede proporcionarle distintos nutrientes al hombre. El pescado también tiene propiedades que pueden regular el frío y el calor en el cuerpo humano, lo cual es de gran beneficio para el hombre. Sin embargo, la comida deliciosa no debe comerse en exceso. Como ya he dicho: Dios proporciona a la humanidad la cantidad correcta en el momento correcto, de forma que las personas puedan disfrutar apropiadamente lo que Él les otorga de una forma normal y según la estación y el tiempo. Ahora bien, ¿qué tipo de alimentos se incluyen en la categoría de aves de corral? Pollo, codorniz, paloma, etc. Muchas personas también comen pato y ganso. Aunque Dios ha provisto todos estos tipos de carne, Él le hizo ciertas exigencias a Su pueblo escogido y le impuso ciertas restricciones en la dieta durante la Era de la Ley. Actualmente, estos límites se basan en el gusto individual y en la interpretación personal. Estos diversos tipos de carne proporcionan diferentes nutrientes al cuerpo humano, reponen proteínas y hierro, enriquecen la sangre, fortalecen músculos y huesos y desarrollan la fuerza corporal. Independientemente de cómo las cocinen y se las coman las personas, estas carnes pueden ayudar a las personas a mejorar el sabor de su comida y reforzar su apetito, al tiempo que satisfacen su estómago. Lo más importante es que estos alimentos pueden suplir las necesidades nutricionales diarias del cuerpo humano. Esto fue lo que Dios tomó en consideración cuando preparó el alimento para la humanidad. Hay verduras, hay carne; ¿no es esto abundancia? Sin embargo, las personas deberían entender cuál fue la intención de Dios cuando preparó todos los alimentos para la humanidad. ¿Lo hizo para que la humanidad se atiborrara de estos alimentos? ¿Qué ocurre cuando el hombre queda atrapado en su intento por satisfacer estos deseos materiales? ¿No se nutre en exceso? ¿Acaso la nutrición excesiva no afecta al cuerpo humano en muchas formas? (Sí). Esta es la razón por la que Dios distribuye la cantidad correcta en el momento correcto y permite que las personas disfruten de distintos alimentos de acuerdo con diferentes períodos y estaciones. Por ejemplo, después de un verano muy cálido, las personas acumulan mucho calor en su cuerpo, así como sequedad patógena y humedad. Cuando llega el otoño, muchos tipos de frutas maduran, y cuando las personas comen estas frutas, la humedad de su cuerpo es expulsada. Para ese momento, el ganado y las ovejas también se han fortalecido, así que ese es el momento en el que las personas deben comer más carne para nutrirse. Al comer diversos tipos de carne, el cuerpo de las personas obtiene energía y calor para ayudarlos a soportar el frío del invierno y, como resultado, pueden pasar el invierno de manera segura y saludable. Con el mayor cuidado y precisión, Dios controla y coordina lo que provee a la humanidad y cuándo lo hace, y cuándo hace que las distintas cosas crezcan, den fruto y maduren. Esto se relaciona con “Cómo prepara Dios los alimentos que el hombre necesita en su vida diaria”. Además de los muchos tipos de alimentos, Dios también provee a la humanidad con fuentes de agua. Las personas tienen que beber algo de agua después de comer. ¿Es suficiente con que coman frutas? Las personas no podrían vivir solo comiendo frutas y, además, no hay fruta en algunas estaciones. Así pues ¿cómo puede resolverse el problema del agua que tiene la humanidad? Dios lo ha resuelto al preparar muchas fuentes de agua sobre la tierra y debajo de ella, incluyendo lagos, ríos y manantiales. Estas fuentes de agua son potables siempre que no haya contaminación y siempre que las personas no las hayan manipulado o dañado. En otras palabras, en términos de fuentes de alimentos que sostienen la vida del cuerpo físico de la humanidad, Dios ha hecho preparativos muy precisos, exactos y adecuados, de forma que la vida de las personas sea rica y abundante y no carezca de nada. Esto es algo que las personas pueden sentir y ver.

Además, entre todas las cosas, Dios creó algunas plantas, animales y varias hierbas que están específicamente destinados a curar heridas o tratar enfermedades en el cuerpo humano. ¿Qué debería hacer alguien, por ejemplo, si se quema o se escalda por accidente con agua caliente? ¿Puedes simplemente enjuagar la quemadura con agua? ¿Puedes simplemente envolverla con cualquier trozo de tela? Si lo haces, la herida podría llenarse de pus o infectarse. Por ejemplo, si una persona tiene fiebre o se resfría, o sufre una lesión mientras trabaja, o tiene dolor estomacal por haber comido algo indebido o desarrolla ciertas enfermedades provocadas por factores relacionados con el estilo de vida o problemas emocionales, incluyendo enfermedades vasculares, problemas psicológicos o enfermedades de los órganos internos, existen plantas correspondientes que curan dichas condiciones. Hay plantas que mejoran la circulación de la sangre y eliminan el estancamiento, plantas que alivian el dolor, que contienen el sangrado, que anestesian, que ayudan a sanar la piel y a que esta regrese a una condición de normalidad y que dispersan la sangre estancada y eliminan las toxinas del cuerpo. En resumen, estas plantas tienen usos en la vida cotidiana. Las personas pueden utilizarlas y Dios las preparó para el cuerpo humano en caso de que las necesitara. Dios permitió que el hombre descubriera algunas de ellas por casualidad, mientras que otras las descubrieron personas a las que Dios eligió para que lo hicieran o fueron resultado de fenómenos especiales que Él orquestó. Tras su descubrimiento, el hombre las transmitiría y muchas personas llegarían a conocerlas. Así pues, que Dios creara estas plantas tiene valor y sentido. En resumen, todas estas cosas provienen de Dios y Él las preparó y las plantó cuando creó el entorno de vida para la humanidad. Son esenciales. ¿Acaso los procesos de pensamiento de Dios son más rigurosos que los de la humanidad? Cuando ves todo lo que Dios ha hecho, ¿puedes percibir el lado práctico de Dios? Dios obra en secreto. Dios creó todo esto cuando el hombre aún no había llegado a este mundo, cuando Él no había tenido contacto con la humanidad. Todo se hizo teniendo en mente a la humanidad, por el bien de la existencia del hombre y pensando en su supervivencia, de modo que la humanidad pudiera vivir felizmente en este mundo material rico y abundante que Dios preparó para ella, sin tener que preocuparse por la comida o la ropa, y sin que le faltara de nada. En ese entorno, la humanidad puede seguir reproduciéndose y sobreviviendo.

Entre todo lo que Dios hace, grande o pequeño, ¿hay algo que no tenga valor o sentido? Todo lo que Él hace tiene valor y sentido. Comencemos nuestra discusión con un tema común. Las personas preguntan a menudo: ¿Qué vino primero, el huevo o la gallina? (La gallina). La gallina vino primero, ¡no hay duda! ¿Por qué vino primero la gallina? ¿Por qué no pudo haber venido primero el huevo? ¿No sale la gallina del huevo? Después de 21 días, el polluelo rompe el cascarón, y luego ese polluelo, convertido en gallina, pone más huevos, y más gallinas salen de esos huevos. Entonces, ¿qué vino primero, el huevo o la gallina? Respondéis que la “gallina”, con total seguridad. ¿Por qué es esta vuestra respuesta? (La Biblia dice que Dios creó las aves y las bestias). Así pues, vuestra respuesta se basa en la Biblia. Pero yo quiero que habléis sobre vuestro propio entendimiento, para poder ver si tenéis algún conocimiento práctico de las acciones de Dios. Ahora bien, ¿estáis seguros de vuestra respuesta o no? (Dios creó a la gallina, y después le dio la capacidad de reproducirse; es decir, la capacidad de empollar huevos). Esta interpretación es más o menos correcta. La gallina vino primero, y después el huevo. Esto es seguro. No es un misterio particularmente profundo; no obstante, las personas del mundo lo ven como tal y tratan de resolverlo con teorías filosóficas, sin llegar nunca a una conclusión. Esto es igual a cuando las personas no saben que las creó Dios. No conocen este principio fundamental y tampoco tienen una idea clara de si el huevo o la gallina deben haber venido primero. No saben cuál de los dos debió venir primero, así que nunca pueden encontrar la respuesta. Es muy natural que la gallina viniera primero. Si hubiera un huevo antes de la gallina, ¡eso sería anormal! Es algo muy sencillo: definitivamente, la gallina vino primero. No es una pregunta que requiera conocimiento avanzado. Dios creó todo con la intención de que el hombre lo disfrutara; una vez que existe la gallina, el huevo viene después de manera natural. ¿Acaso no es una solución sencilla? Si el huevo hubiera sido creado primero, ¿no seguiría necesitando a la gallina para empollarlo? Crear a la gallina directamente es una solución mucho más sencilla. De esta forma, la gallina pondría huevos e incubaría a los polluelos que están dentro y las personas podrían tener pollo para comer. ¡Qué conveniente! La forma en la que Dios hace las cosas es ordenada y limpia, en absoluto complicada. ¿De dónde viene el huevo? Viene de la gallina. No hay huevo sin la gallina. ¡Lo que Dios creó era un ser vivo! La humanidad es absurda y ridícula, y siempre se enreda en cosas así de sencillas y termina con un montón de falacias absurdas. ¡Qué infantil es el hombre! La relación entre el huevo y la gallina es clara: la gallina vino primero. Esa es la explicación más precisa, la manera más precisa de entenderlo y la respuesta más precisa. Esto es lo correcto.

La Palabra, Vol. II. Sobre conocer a Dios. Dios mismo, el único VIII

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