Veo que la Iglesia de Dios Todopoderoso no hace más que difundir el evangelio y dar testimonio de la obra de Dios de los últimos días y pide a la gente que sea honesta y vaya por el buen camino de la vida humana. Pero el PCCh divulga información que dice que la iglesia tiene el objetivo último de derrocar al gobierno del PCCh mediante la predicación del evangelio. ¿Cómo puedo saber si las palabras del PCCh son verdaderas o falsas?

2 Mar 2021

Las palabras relevantes de Dios:

Dios no participa en las políticas del hombre, pero controla el destino de un país o nación. Él controla este mundo y todo el universo. El destino del hombre y el plan de Dios están íntimamente relacionados, y ningún hombre, país o nación está exento de la soberanía de Dios. Si el hombre desea conocer su destino, debe venir ante Dios. Él hará que los que le siguen y adoran prosperen y traerá decadencia y extinción sobre los que se le resisten y lo rechazan.

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Apéndice II: Dios preside el destino de toda la humanidad

¿Cuál es el propósito de propagar el evangelio? Como se ha dicho continuamente desde que comenzó esta etapa de la obra, Dios ha venido esta vez a realizar Su obra para inaugurar y dar paso a una nueva era, y para poner fin a la anterior; un hecho que ahora puede observarse en los que estamos aquí y que ya se ha cumplido. Es decir, Dios está llevando a cabo una nueva obra, y los aquí presentes ya lo han aceptado y ya han salido de la Era de la Ley y de la Era de la Gracia, ya no leen la Biblia, ya no viven bajo la cruz, ya no claman el nombre del Señor Jesús, el Salvador, sino que al mismo tiempo oran al nombre presente de Dios y aceptan las palabras que Dios expresa ahora y las toman como los principios de supervivencia, los métodos y los objetivos de la vida humana. En este sentido, ¿las personas que están aquí no han entrado ya en una nueva era? ¿En qué era vive, entonces, la mayoría de las personas que no han aceptado este evangelio y estas palabras? Todavía viven en la Era de la Gracia. Es ahora vuestra vocación sacar a esa gente de la Era de la Gracia para traerla a esta nueva era. ¿Puedes cumplir con esta comisión simplemente orando y clamando el nombre de Dios? ¿Es suficiente con predicar unas pocas palabras de Dios? Desde luego que no; esto requiere que todos asumáis la responsabilidad del deber de difundir el evangelio, de propagar las palabras de Dios, de divulgarlas y extender su alcance. ¿Qué significa “extender su alcance”? Significa difundir el evangelio de Dios más allá de los que estamos aquí; significa hacer que más personas conozcan la nueva obra de Dios y, luego, predicarles la palabra de Dios. Significa que uséis vuestra propia experiencia para dar testimonio de la obra de Dios y para traer a esa gente a la nueva era. Así, ellos serán iguales que vosotros. La intención de Dios está bastante clara: Él no permitiría que solo vosotros, los que ya habéis oído y aceptado Sus palabras y habéis comenzado a seguirlo, entréis en la nueva era; Él quiere guiar a toda la raza humana a la nueva era. Esta es la intención de Dios y es una verdad que todos aquellos que siguen a Dios actualmente deberían entender. Dios no está guiando solo a un pequeño grupo de personas a la nueva era, sino a toda la humanidad. Para conseguir este objetivo, es necesario difundir el evangelio y utilizar para ello diversos métodos y canales.

La Palabra, Vol. IV. Desenmascarar a los anticristos. Punto 1: Tratan de ganarse a la gente

Todas las personas necesitan entender el propósito de Mi obra en la tierra; es decir, lo que al final deseo obtener y el nivel que debo alcanzar en esta obra antes de que pueda completarse. Si después de caminar conmigo hasta hoy, las personas no entienden de qué se trata Mi obra, entonces ¿acaso no han caminado conmigo en vano? Si las personas me siguen deben conocer Mi voluntad. He estado obrando en la tierra durante miles de años y, hasta la fecha, sigo realizando Mi obra de este modo. Aunque Mi obra contiene muchos proyectos, su propósito permanece inmutable; aunque Yo esté lleno de juicio y castigo hacia el hombre, lo que hago sigue siendo en aras de salvarlo, de difundir mejor Mi evangelio y de expandir más Mi obra entre todas las naciones gentiles, una vez que el hombre se haya completado. Así pues, hoy, en una época en la que muchas personas desde hace mucho tiempo han caído en una consternación profunda, Yo sigo adelante con Mi obra; sigo adelante con la obra que debo llevar a cabo para juzgar y castigar al hombre. A pesar de que el hombre está harto de lo que digo y de que no tenga deseos de preocuparse por Mi obra, Yo sigo llevando a cabo Mi deber, pues el propósito de Mi obra sigue inmutable y Mi plan original no será quebrantado. La función de Mi juicio consiste en permitirle al hombre obedecerme mejor, y la función de Mi castigo es permitirle al hombre ser transformado de forma más eficaz. Aunque lo que hago es en aras de Mi gestión, jamás he hecho nada que no haya sido beneficioso para el hombre, pues quiero lograr que todas las naciones más allá de Israel sean obedientes como los israelitas y quiero convertirlos en verdaderos seres humanos para así poder establecerme en las tierras fuera de Israel. Esta es Mi gestión; es la obra que estoy realizando entre las naciones gentiles. Aun ahora, muchos siguen sin entender Mi gestión porque estas cosas no les interesan y solo se preocupan por su propio futuro y destino. Sin importar lo que Yo diga, siguen siendo indiferentes a la obra que realizo, en lugar de enfocarse exclusivamente en el destino del mañana. Si las cosas siguen así, ¿cómo puede expandirse Mi obra? ¿Cómo puede difundirse Mi evangelio por todo el mundo? Sabed que, cuando Mi obra se difunda, Yo os dispersaré y os castigaré, tal como Jehová castigó a cada una de las tribus de Israel. Todo esto se hará para que Mi evangelio pueda difundirse por toda la tierra, para que pueda llegar a las naciones gentiles, para que Mi nombre pueda ser engrandecido por adultos y niños por igual y para que Mi santo nombre sea exaltado en boca de las personas de todas las tribus y naciones. Esto es así para que, en esta era final, Mi nombre pueda ser exaltado entre las naciones gentiles, para que Mis acciones sean vistas por los gentiles y para que me llamen el Todopoderoso en virtud de Mis acciones, y para que Mis palabras se cumplan pronto. Haré que todas las personas sepan que no solo soy el Dios de los israelitas, sino que también soy el Dios de todas las naciones de los gentiles, incluso de aquellas a las que he maldecido. Permitiré que todos vean que Yo soy el Dios de toda la creación. Esta es Mi mayor obra, el propósito del plan de Mi obra para los últimos días y la única obra que se ha de llevar a cabo en los últimos días.

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. La obra de difundir el evangelio es también la obra de salvar al hombre

Fragmentos de sermones y comunicaciones para referencia:

Dentro de nuestra fe en Dios actuamos de acuerdo con las palabras de Dios, la verdad y las exigencias de Dios. No nos metemos en política ni participamos en actividades políticas. Lo mínimo que Dios pide a los que creemos en Él es, en primer lugar, que busquemos y practiquemos la verdad y que no sigamos las tendencias inicuas del mundo exterior ni cometamos la maldad que comete la humanidad corrupta; nuestros actos han de beneficiar al prójimo, debemos ser la luz y la sal. Además, como seres creados debemos obedecer la voluntad de Dios, esforzarnos por Él y cumplir con el deber. Puesto que Dios nos ha agraciado con la salvación, tenemos la responsabilidad y la obligación de difundir el evangelio y dar testimonio de Dios para que todos aquellos que no creen en Dios, aún no lo conocen y todavía viven bajo el campo de acción de Satanás puedan presentarse ante Dios para estudiar el camino verdadero, aceptar la verdad, recibirla, despojarse de su corrupción y ser salvados por Dios. Esta es la comisión de Dios y la auténtica relevancia de la labor de difusión del evangelio que llevamos a cabo. Nuestra difusión del evangelio y nuestro testimonio de Dios no guardan relación alguna con la política; no tienen intencionalidades ni motivaciones políticas ni los llevamos a cabo con el fin de derrocar a determinado gobierno o partido político. Los realizamos con el único fin de llevar a la humanidad corrupta ante Dios para que la gente pueda aceptar Su obra de los últimos días, purificarse y salvarse, de manera que al final pueda escapar de las influencias oscuras y malvadas y vivir en la luz con el cuidado, la protección y la bendición de Dios. Cuando llevamos a la gente ante Dios para que acepte Su obra y salvación no hacemos peticiones políticas; las palabras de Dios no piden a Su pueblo escogido que se levante para derrocar al PCCh. Lo único que expresa Dios es la verdad, todas son palabras que exponen la esencia corrupta de la humanidad, palabras que salvan a la gente, la transforman, la perfeccionan y le permiten conocer y obedecer a Dios. Todo cuanto hacemos se fundamenta en las palabras y exigencias de Dios. Nuestra iglesia jamás ha participado en actividades políticas ni tiene consignas políticas. Vivir la vida de iglesia no implica más que hablar de la verdad y conocerse a uno mismo en aras de recibir la verdad, obedecer a Dios, vivir a semejanza de un auténtico ser humano y recibir la salvación de Dios. Tampoco tenemos el más mínimo interés por la política. La política no es una cosa positiva, y ni mucho menos la verdad. La política no puede otorgar al pueblo la verdad ni las bendiciones de Dios, y menos aún la salvación; es evidente para todos que la burocracia solo hace al pueblo más malvado y más corrupto. Por ello, dentro de nuestra fe en Dios nunca nos hemos metido en política, pues tenemos claro que únicamente la fe en Dios puede hacer que el pueblo se transforme para mejor y darle más humanidad, conciencia y sentido. Si el pueblo cree realmente en Dios y busca la verdad, no hay duda de que podrá despojarse de su corrupción y vivir a semejanza de un auténtico ser humano, lo cual es precisamente la norma para alcanzar la salvación en la fe en Dios.

Dios es el Creador y solo Dios puede salvar a la humanidad corrupta. Nosotros difundimos el evangelio y damos testimonio de Dios para que toda la humanidad conozca al Creador, se presente ante Él y adore al único Dios verdadero; esta es la senda de bendición del hombre y, además, la senda de su salvación. El mundo actual es cada vez más oscuro y malvado y la humanidad cada vez más corrupta. El mundo está en declive y la moral es decadente. Si la humanidad ha de abordar estas cuestiones, la gente debe creer en Dios, aceptar Sus palabras, Su obra, juicio y castigo y recibir la verdad de Sus palabras. Solo así se resolverán los problemas de la oscuridad y maldad del mundo y la corrupción de la humanidad en su origen. Por tanto, la difusión del evangelio es esencial para la estabilidad de la sociedad y la felicidad de la humanidad. No hay más que un camino para que la humanidad alcance la verdadera felicidad y la sociedad una paz duradera: aceptar la obra y la salvación de Dios. No hay otra senda. No debes esperar que ningún país o partido político salve a la humanidad, y mucho menos depositar tus esperanzas en un político, escritor o pensador; esto supera las capacidades de la humanidad corrupta. Solo el Creador, el único Dios verdadero, es plenamente capaz de salvar a la humanidad. Por eso nuestra difusión del evangelio y nuestro testimonio de Dios son lo más beneficioso para la humanidad, lo que necesitan esta y la sociedad, y absolutamente justos. Nada tiene mayor relevancia. Confiamos en que todos aquellos con conciencia, razón y sentido de la justicia apoyen nuestra difusión del evangelio y estén de acuerdo con nuestro punto de vista.

Dado que aceptamos las palabras de Dios Todopoderoso, comprendemos la voluntad de Dios de salvar a la humanidad y estamos seguros de que Cristo es la verdad, el camino y la vida, comenzamos a difundir el evangelio y a dar testimonio de la obra de Dios de los últimos días. Al difundir el evangelio compartimos con la gente la auténtica senda a la salvación para que acepte el camino verdadero y Dios la salve en los últimos días. Es nuestro deber como creyentes en Dios y nuestro amor más sincero. El evangelio del reino de los últimos días que predicamos es lo más beneficioso para el hombre. Como partido gobernante, entretanto, el PCCh no solo no sabe hacer nada de auténtico valor ni resolver los problemas reales del pueblo y traerle paz y felicidad, sino que, además, descuida sus obligaciones mientras nos persigue, detiene y maltrata sin la menor conciencia. ¿Esta no es una abominación perversa contra el cielo? ¿Por qué, en vez de obedecer la voluntad del cielo y el corazón del pueblo, el PCCh venera el mal y se opone a la justicia? Con ello, ¿no está desprovisto de humanidad? Mientras difunden el evangelio y cumplen con el deber, muchos elegidos de Dios son capaces de dejar de lado las comodidades y los placeres de la carne. Bajo un viento cortante y una lluvia torrencial, con heladas y un calor abrasador, continúan difundiendo el evangelio del reino de Dios; a pesar de los insultos hirientes, aunque la gente los rechace, golpee y maldiga, y aunque el PCCh los detenga y persiga, persisten en difundir el evangelio y cumplir con el deber. Hacen todo lo que se les puede pedir que hagan, y tanto si la gente lo acepta como si no, la tratan con responsabilidad y compasión. Nuestra conciencia no podría descansar si conociéramos el camino verdadero y no lo predicáramos ni diéramos testimonio de él; tampoco sería justo para la gente. Por ello, lo único que hacemos es difundir el evangelio y dar testimonio de Dios para que la gente conozca el camino verdadero y la senda de salvación de los últimos días. En modo alguno es nuestra difusión del evangelio una forma de participación política, y ni mucho menos una alteración del orden público; supone, por el contrario, la comisión de buenas acciones exclusivamente para que la humanidad pueda presentarse ante Dios y aceptar Su purificación y salvación, sobrevivir a los grandes desastres y entrar en el hermoso destino que Dios le ha preparado al hombre; esto es un hecho.

La comunicación desde lo Alto

El fin de todas las cosas se está acercando, ¿quieres saber cómo el Señor recompensará el bien, castigará el mal y determinará el fin de cada uno? Bienvenido a contactarnos para descubrir la respuesta.

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