Durante mucho tiempo hemos escuchado que la Iglesia de Dios Todopoderoso ya ha dado testimonio del regreso del Señor Jesús. ¡Y Él es Dios Todopoderoso! Él expresa verdades y lleva a cabo Su obra del juicio de los últimos días, pero la mayoría de las personas de los círculos religiosos creen que el Señor regresará descendiendo con las nubes. Esto se debe a que el Señor Jesús dijo claramente: “Entonces aparecerá en el cielo la señal del Hijo del Hombre; y entonces todas las tribus de la tierra harán duelo, y verán al Hijo del Hombre que viene sobre las nubes del cielo con poder y gran gloria(Mateo 24:30). El libro del Apocalipsis también profetizó: “He aquí, viene con las nubes y todo ojo le verá, aun los que le traspasaron; y todas las tribus de la tierra harán lamentación por Él(Apocalipsis 1:7). También mantengo la creencia de que el Señor regresará descendiendo con las nubes para llevarnos directamente al reino de los cielos. Nos negamos a aceptar al Señor Jesús que no desciende con las nubes. Decís que el regreso del Señor es volver a la carne y descender en secreto. Pero nadie sabe nada acerca de esto. Sin embargo, ¡es irrefutable que el Señor descenderá públicamente con las nubes! Es por eso que estamos esperando a que el Señor descienda con las nubes y aparezca en público para llevarnos directamente al reino de los cielos. ¿Lo hemos entendido correctamente?

15 Ene 2018

Respuesta: En cuanto a esperar a que el Señor descienda con las nubes, ¡no debemos depender de las ideas e imaginaciones del hombre! Los fariseos cometieron un grave error cuando esperaban la llegada del Mesías. Precisamente usaron las ideas e imaginaciones del hombre para medir al Señor Jesús, que ya había llegado. Y al final, lo clavaron en la cruz. ¿No es esto cierto? ¿Esperar la llegada del Señor es tan simple como pensamos? Si el Señor regresa y obra entre la humanidad tal y como hizo el Señor Jesús en la carne, y no lo reconocemos, ¿lo juzgaríamos y condenaríamos tal y como hicieron los fariseos y lo crucificaríamos de nuevo? ¿Es esto posible? El Señor Jesús profetizó que volvería y que pronunciaría muchas palabras al respecto, pero sólo os aferráis a la profecía de que el Señor descenderá con las nubes y no buscáis e investigáis otras profecías más importantes dichas por el Señor. ¡Esto facilita seguir el camino erróneo y ser abandonado por el Señor! De hecho, en la Biblia no sólo hay la profecía del “descenso con las nubes”. También hay muchas profecías como la que afirma que el Señor vendrá como un ladrón y descenderá en secreto. Por ejemplo, Apocalipsis 16:15, “He aquí, vengo como ladrón”. Mateo 25:6: “Pero a medianoche se oyó un clamor: ‘¡Aquí está el novio! Salid a recibirlo’”. Y Apocalipsis 3:20: “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo”. Todas estas profecías se refieren a Dios hecho carne como el Hijo del Hombre y descendiendo en secreto. “Como un ladrón” significa que viene en silencio, en secreto. Las personas no sabrán que Él es Dios, aunque lo vean o lo escuchen, así como sucedió antes, cuando el Señor Jesús apareció y llevó a cabo Su obra. Visto desde fuera, el Señor Jesús era sólo un Hijo de Hombre común y nadie sabía que era Dios, motivo por el cual el Señor Jesús usó la frase “como un ladrón” como analogía de la aparición y obra del Hijo del Hombre. ¡Esto tiene mucho sentido! Aquellos que no aman la verdad, no importa cuánto hable u obre Dios encarnado, o cuántas verdades exprese, ellos no lo aceptan. En vez de eso, tratan a Dios hecho carne como a una persona normal y lo condenan y abandonan. Por ello, el Señor Jesús profetizó que cuando Él regrese: “Porque como el relámpago al fulgurar resplandece desde un extremo del cielo hasta el otro extremo del cielo, así será el Hijo del Hombre en su día. Pero primero es necesario que Él padezca mucho y sea rechazado por esta generación(Lucas 17:24-25). Basado en la profecía del Señor, Su regreso deberá ser “la llegada del Hijo del Hombre”. “Hijo del Hombre” se refiere a Dios hecho carne, no al cuerpo espiritual del Señor Jesús resucitado, descendiendo con las nubes para aparecer abiertamente ante todos. ¿Por qué es así? Pensemos en ello. Si el cuerpo espiritual del Señor Jesús resucitado descendiese públicamente con las nubes, sería increíblemente poderoso y conmocionaría al mundo. Todos se postrarían ante Él y nadie osaría oponérsele. En ese caso, ¿el Señor Jesús retornado padecería mucho sufrimiento y sería rechazado por esta generación? ¡Definitivamente no! Por eso el Señor Jesús profetizó que Su vuelta sería “la llegada del Hijo del Hombre” y “como un ladrón”. De hecho, se refiere a Dios encarnado como el Hijo del Hombre que llega en secreto.

¿Así que cuál es la relación entre el Hijo del Hombre que desciende en secreto y lleva a cabo Su obra y Dios que aparece abiertamente al descender con las nubes? ¿Qué supone este proceso? Vamos a comunicarnos de forma simple acerca de esto. En los últimos días, Dios se encarna y desciende en secreto entre los hombres para expresar las palabras, llevando a cabo la obra del juicio empezando por la casa de Dios, purificando y perfeccionando a todos los que escuchan Su voz y regresan ante Su trono y formando un grupo de vencedores. Entonces Dios envía el gran desastre refinando y castigando a los que no aceptan el juicio de Dios de los últimos días. Después, Dios descenderá con las nubes para aparecer públicamente ante todos los hombres. Entonces, se cumplirá del todo la profecía de Apocalipsis 1:7: “He aquí, viene con las nubes y todo ojo le verá, aun los que le traspasaron; y todas las tribus de la tierra harán lamentación por Él”. ¿por qué, cuando el Señor descienda con las nubes, aún será visible para aquellos que lo laceraron? ¿Y quiénes son los que lo laceraron? Algunos dicen que son los que clavaron al Señor Jesús en la cruz. ¿Es realmente así? ¿Acaso los que crucificaron al Señor Jesús no fueron maldecidos y destruidos por Dios hace mucho tiempo? En realidad, aquellos que lo laceraron son quienes, durante el periodo en el que Dios encarnado ha descendido en secreto en los últimos días para obrar, no buscan Su voz, pero sí condenan y se oponen a Dios Todopoderoso. En ese momento, verán que el Dios Todopoderoso al que se han opuesto y que han condenado es precisamente el Salvador Jesús, al que han estado esperando con amargura durante todos estos años. Se golpearán el pecho, llorarán y rechinarán los dientes, pero su final sólo podrá ser el castigo. El libro del Apocalipsis no dice si, finalmente, estas personas viven o mueren, de ahí que sea imposible saberlo. Sólo Dios lo sabe. Sólo las vírgenes prudentes, que escuchan la voz de Dios, tienen la oportunidad de recibir el regreso del Señor, ser arrebatadas ante el trono de Dios para asistir al banquete nupcial del Cordero, y ser perfeccionadas por Dios para ser vencedoras. Esto cumple la profecía de Apocalipsis: “Estos son los que no se han contaminado con mujeres, pues son castos. Estos son los que siguen al Cordero adondequiera que va. Estos han sido rescatados de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero(Apocalipsis 14:4). En cuanto a aquellos que sólo se aferran a la noción de que el Señor descenderá con las nubes, pero no buscan ni investigan la obra de Dios en los últimos días, son considerados las vírgenes insensatas. Especialmente aquellos que se resisten con furia y condenan a Dios Todopoderoso; ellos son los fariseos y anticristos expuestos por la obra de Dios en los últimos días. Todos ellos son gente que ha vuelto a crucificar a Dios. Toda esta gente caerá en los grandes desastres y recibirá su castigo. Por eso, sólo qué error ha cometido la gente que sólo recibe al Señor que desciende con las nubes, qué clase de gente es, y cuál será su final, son cosas en que confío que todos tengan claro.

Extracto del guion de la película de “Rompe el hechizo”

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