Después de que el arcángel traicionó a Dios y tentó a los antepasados de la humanidad a pecar, la cual se ha vuelto cada vez más malvada y corrupta, y el mundo también más y más oscuro. Pero hay una cosa que no entiendo, ya que Dios es todopoderoso y omnisciente, sabía que el arcángel lo traicionaría, ¿por qué lo creó y permitió corromper a la gente en la tierra?

8 May 2021

Las palabras relevantes de Dios:

Primero, Dios creó a Adán y Eva, y Él también creó una serpiente. De todas las cosas, esta serpiente era la más venenosa; su cuerpo contenía veneno, que Satanás utilizó para aprovecharse de ella. Fue la serpiente la que tentó a Eva a pecar. Adán pecó después de que lo hiciera Eva, y luego los dos fueron capaces de distinguir entre el bien y el mal. Si Jehová hubiese sabido que la serpiente tentaría a Eva y que Eva tentaría a Adán, entonces, ¿por qué los puso a todos juntos en un jardín? Si Él hubiera sido capaz de predecir estas cosas, entonces ¿por qué creó una serpiente y la colocó en el interior del jardín del Edén? ¿Por qué el jardín del Edén contenía el fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal? ¿Acaso Él tenía la intención de que ellos comieran este fruto? Cuando Jehová vino, ni Adán ni Eva se atrevieron a mirarlo de frente, y fue solo entonces cuando Jehová supo que habían comido el fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal y que habían sido presa de los engaños de la serpiente. Al final, maldijo a la serpiente, y maldijo a Adán y a Eva también. Cuando los dos comieron del fruto del árbol, Jehová no tenía conocimiento de que lo estaban haciendo. La humanidad se corrompió hasta el punto de volverse malvada y sexualmente promiscua, incluso llegó al punto de que todo lo que albergaban en sus corazones era malévolo e injusto; todo era inmundicia. Por tanto, Jehová se arrepintió de haber creado a la humanidad. Después de eso, Él llevó a cabo Su obra de destruir el mundo con un diluvio, al cual Noé y sus hijos sobrevivieron. Algunas cosas no son en verdad tan avanzadas y sobrenaturales como la gente se imagina. Algunos preguntan: “Puesto que Dios sabía que el arcángel lo traicionaría, ¿por qué lo creó?”. Estos son los hechos: antes de que existiera la tierra, el arcángel era el más grande de los ángeles del cielo. Tenía jurisdicción sobre todos los ángeles en el cielo; esta era la autoridad que Dios le concedió. A excepción de Dios, él era el más grande de los ángeles del cielo. Luego, después de que Dios creara a la humanidad, en la tierra, el arcángel llevó a cabo una mayor traición contra Dios. Digo que traicionó a Dios porque quiso gobernar sobre la humanidad y sobrepasar la autoridad de Dios. Fue el arcángel el que tentó a Eva a pecar, y lo hizo porque deseaba establecer su reino en la tierra y hacer que la humanidad le diera la espalda a Dios y que obedeciera al arcángel en su lugar. El arcángel vio que muchas cosas le podían obedecer; le obedecían los ángeles, al igual que las personas sobre la tierra. Los pájaros y animales, los árboles, bosques, montañas, ríos y todas las cosas sobre la tierra estaban bajo el cuidado de los seres humanos, es decir, de Adán y Eva, mientras que Adán y Eva obedecían al arcángel. Por tanto, el arcángel deseaba superar la autoridad de Dios y traicionarlo. Posteriormente, llevó a muchos ángeles a rebelarse contra Dios, y estos luego se convirtieron en varias clases de espíritus impuros. ¿Acaso el desarrollo de la humanidad hasta el día de hoy no ha sido causado por la corrupción del arcángel? Los seres humanos son como son hoy en día debido a que el arcángel traicionó a Dios y corrompió a la humanidad. Esta obra paso a paso no está ni siquiera cerca de ser tan abstracta y simple como la gente podría imaginar. Satanás llevó a cabo su traición por una razón, pero la gente es incapaz de comprender un hecho tan simple. ¿Por qué Dios, que creo los cielos, la tierra y todas las cosas, también creó a Satanás? Puesto que Dios desprecia tanto a Satanás, y Satanás es Su enemigo, ¿por qué creó a Satanás? Al crear a Satanás, ¿no estaba Él creando un enemigo? Dios en realidad no creó un enemigo; más bien, Él creó un ángel, y más tarde, ese ángel lo traicionó. Su estatus se había vuelto tan alto que deseó traicionar a Dios. Se podría decir que esta fue una coincidencia, pero también fue inevitable. Es similar al hecho de que una persona va a morir inevitablemente tras madurar hasta una cierta edad; las cosas ya se han desarrollado hasta esa etapa. Algunos insensatos absurdos dicen: “Puesto que Satanás es Tu enemigo, ¿por qué lo has creado? ¿Acaso no sabías que el arcángel te traicionaría? ¿Acaso no puedes mirar de eternidad a eternidad? ¿Acaso no conocías la naturaleza del arcángel? Ya que sabías claramente que este te traicionaría, ¿por qué lo hiciste arcángel? No solo te traicionó, además se llevó a muchos otros ángeles consigo y descendió al mundo de los mortales para corromper a la humanidad; incluso a día de hoy, todavía no has podido completar Tu plan de gestión de seis mil años”. ¿Son correctas esas palabras? Si piensas de esta manera, ¿no estás creando más problemas de los necesarios? Hay otros que dicen: “Si Satanás no hubiese corrompido a la humanidad hasta el presente, Dios no habría traído a la humanidad una salvación como esta. Entonces, la sabiduría y omnipotencia de Dios habrían sido invisibles; ¿dónde se habría revelado Su sabiduría? Por tanto, Dios creó una raza humana para Satanás; para que después pudiera revelar Su omnipotencia, de no ser así, ¿cómo descubriría el hombre la sabiduría de Dios? Si el hombre no se resistía a Dios ni se rebelaba contra Él, sería innecesario que Sus actos se revelaran. Si toda la creación lo adorara y se sometiera a Él, entonces Dios no tendría ninguna obra que hacer”. Esto está aún más lejos de la realidad, porque no hay nada sucio acerca de Dios, por eso Él no puede crear algo sucio. Él revela ahora Sus actos solo con el fin de derrotar a Su enemigo, para salvar a los seres humanos que Él creó, y para derrotar a los demonios y a Satanás, que odian, traicionan y se resisten a Dios, que estaban bajo Su dominio y le pertenecían a Él desde el principio. Dios quiere derrotar a estos demonios y, al hacerlo, revelar Su omnipotencia a todas las cosas. La humanidad y todo en la tierra están ahora bajo el campo de acción de Satanás y yacen bajo el campo de acción de los malvados. Dios quiere revelar Sus actos a todas las cosas para que la gente lo conozca, y con ello vencer a Satanás y derrotar ampliamente a Sus enemigos. La totalidad de esta obra se logra por medio de la revelación de Sus actos. Toda Su creación está bajo el campo de acción de Satanás, por lo que Dios desea revelar Su omnipotencia a ellos, y así derrotar a Satanás. Si no existiera Satanás, Él no necesitaría revelar Sus acciones. Si no fuera por el acoso de Satanás, Dios habría creado a la humanidad para dejarla vivir en el jardín del Edén. ¿Por qué Dios nunca reveló todas Sus acciones a los ángeles o al arcángel antes de la traición de Satanás? Si, en el principio, todos los ángeles y el arcángel hubiesen conocido a Dios y se hubieran sometido a Él, entonces, Dios no habría llevado a cabo esos actos de obra sin sentido. Debido a la existencia de Satanás y los demonios, los seres humanos también se han resistido a Dios y están llenos hasta los topes de un carácter rebelde. Por tanto, Dios quiere revelar Sus actos. Debido a que Él desea hacer la guerra con Satanás, Él tiene que usar Su propia autoridad y todos Sus actos para derrotarlo; de esta manera, la obra de salvación que Él desempeña entre la humanidad permitirá que la gente vea Su sabiduría y omnipotencia. La obra que Dios está haciendo en la actualidad es significativa y de ninguna manera se asemeja a lo que algunas personas se refieren cuando dicen: “¿Acaso la obra que Tú haces no es contradictoria? ¿No es esta sucesión de obras un mero ejercicio para que te crees problemas? Tú creaste a Satanás y luego le permitiste que te traicionara y se resistiera a Ti. Tú creaste a los seres humanos, y luego se los entregaste a Satanás al permitir que Adán y Eva fueran tentados. Puesto que has hecho todas estas cosas a propósito, ¿por qué detestas todavía a la humanidad? ¿Por qué odias a Satanás? ¿No son acaso todas estas cosas producidas por Ti mismo? ¿Qué hay que odiar?”. Bastante gente absurda dice tales cosas. Desean amar a Dios, pero en el fondo se quejan de Dios. ¡Qué contradicción! No comprendes la verdad, tienes demasiados pensamientos sobrenaturales, e incluso aseveras que Dios cometió un error. ¡Qué absurdo eres! Tú eres quien juega con la verdad; ¡no es que Dios haya cometido un error! Algunas personas incluso se quejan una y otra vez: “Fuiste Tú quien creó a Satanás, y fuiste Tú quien arrojó a Satanás al mundo entre los humanos y se los entregaste. Una vez, los seres humanos poseyeron un carácter satánico; no los perdonaste, al contrario, los odiaste en gran medida. Al principio, Tú los amabas mucho, pero ahora los detestas. Eres Tú quien ha detestado a la humanidad, aunque también eres el que la ha amado. ¿Qué está pasando aquí exactamente? ¿No es esto una contradicción?”. Independientemente de cómo lo veáis vosotros, esto fue lo que ocurrió en el cielo; de esta manera, el arcángel traicionó a Dios, y la humanidad se corrompió; y así es como los seres humanos han continuado hasta hoy. Lo digáis como lo digáis, esta es toda la historia. Sin embargo, debéis comprender que el propósito completo tras la obra que está haciendo hoy es salvaros y derrotar a Satanás.

Debido a que los ángeles eran particularmente frágiles y no poseían habilidades dignas de mención, se volvieron arrogantes en cuanto se les dio autoridad. Esto fue particularmente cierto en el caso del arcángel, cuyo estatus era superior al de cualquier otro ángel. Un rey entre los ángeles, guiaba a millones de ellos, y, bajo Jehová, su autoridad superaba a la de cualquier otro ángel. El arcángel quería hacer esto y aquello, y quería bajar a los ángeles entre los seres humanos para controlar el mundo. Dios dijo que Él es el Único que está a cargo del universo; pero el arcángel aseguró que era él quien estaba al cargo. A partir de ese momento, el arcángel traicionó a Dios. Dios había creado otro mundo en el cielo, y el arcángel deseaba controlar este mundo y también deseaba descender al reino mortal. ¿Podría Dios permitirle hacerlo? Por tanto, abatió al arcángel y lo lanzó por los aires. Desde que el arcángel corrompió a la humanidad, Dios ha estado en guerra con el arcángel para salvarla; Él ha utilizado estos seis milenios para derrotarlo. Vuestra noción de un Dios todopoderoso es incompatible con la obra que Dios está llevando a cabo en la actualidad; ¡es absolutamente impráctica y una gran falacia! En realidad, fue solo después de que el arcángel traicionara a Dios que este lo declaró Su enemigo. Fue solo debido a su traición que el arcángel pisoteó a la humanidad después de llegar al reino mortal, y es por esta razón que la humanidad se desarrolló hasta este punto. Después de que eso sucediera, Dios le juró a Satanás: “Te voy a derrotar y traeré la salvación a todos los seres humanos que he creado”. Al principio, Satanás no estaba convencido y le dijo: “Francamente, ¿qué me puedes hacer? ¿Puedes en verdad golpearme en el aire? ¿Puedes en verdad derrotarme?”. Después de lanzarlo al aire, Dios no le prestó más atención al arcángel y, más adelante, comenzó a salvar a la humanidad y a llevar a cabo Su propia obra, a pesar de las continuas interrupciones de Satanás. Satanás pudo hacer esto y lo otro, pero todo fue gracias al poder que Dios le había otorgado anteriormente; se llevó estas cosas con él al aire y las ha conservado hasta el día de hoy. Cuando lanzó al arcángel al aire, Dios no le quitó su autoridad, y Satanás continuó corrompiendo a la humanidad. Dios, por el contrario, comenzó a salvar a la humanidad que Satanás había corrompido poco después de que esta hubiera sido creada. Dios no reveló Sus actos mientras estaba en los cielos; sin embargo, antes de la creación de la tierra, permitió que la gente del mundo que había creado en el cielo viera Sus actos, y así guio a esa gente sobre el cielo. Él les dio sabiduría e inteligencia, y condujo a esa gente a vivir en ese mundo. Naturalmente, ninguno de vosotros habéis oído hablar de esto antes. Más tarde, después de que Dios crease a los seres humanos, el arcángel comenzó a corromperlos; en la tierra, toda la humanidad cayó en el caos. Solo entonces Dios comenzó Su guerra contra Satanás, y solo en este momento los humanos empezaron a ver Sus acciones. Al principio, tales actos habían sido ocultados de la humanidad. Después de que Satanás fuese lanzado al aire, hizo sus propias cosas, y Dios continuó haciendo Su propia obra, librando una guerra continua contra Satanás, hasta los últimos días. Ahora ha llegado el momento en el que Satanás debería ser destruido. En el principio, Dios le dio autoridad, y después lo lanzó al aire, sin embargo, Satanás se mantuvo desafiante. Después de eso, corrompió a la humanidad en la tierra, pero Dios estaba allí para gestionarla. Dios usa Su gestión de los seres humanos para derrotar a Satanás. Al corromper a la gente, Satanás lleva el destino de esta a su final e interrumpe la obra de Dios. Por otro lado, la obra de Dios es la salvación de la humanidad. ¿Qué paso de la obra que hace Dios no está destinado a salvar a la humanidad? ¿Qué paso no está destinado a purificar a la gente, hacerles actuar con rectitud y vivir la imagen de quienes pueden ser amados? Satanás, sin embargo, no hace esto. Este corrompe a la humanidad; continuamente hace su trabajo de corromper a la humanidad por todo el universo. Por supuesto, Dios también hace Su propia obra sin prestar atención a Satanás. No importa cuánta autoridad Satanás posea, esa autoridad le fue dada por Dios; Dios simplemente no le dio toda Su autoridad, de manera que no importa lo que Satanás haga, no puede superar a Dios y siempre estará al alcance de la mano de Dios. Dios no reveló ninguno de Sus actos mientras estuvo en el cielo. Él meramente dio a Satanás una pequeña porción de autoridad y le permitió ejercer control sobre otros ángeles. Por tanto, no importa lo que haga Satanás, no puede superar la autoridad de Dios, porque la autoridad que Dios le otorgó originalmente es limitada. Mientras Dios obra, Satanás interrumpe. En los últimos días, su interrupción terminará; de igual manera, la obra de Dios también terminará, y el tipo de ser humano que Dios desea completar se completará. Dios dirige a la gente de manera positiva; Su vida es agua viva, inconmensurable e ilimitada. Satanás ha corrompido al hombre hasta cierto grado; al final, el agua viva de la vida completará al hombre, y será imposible para Satanás interferir y llevar a cabo su obra. Por tanto, Dios será capaz de ganar por completo a esta gente.

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Deberías saber cómo la humanidad completa se ha desarrollado hasta el día de hoy

No importa cuán corrupta se vuelva la humanidad o cómo la tiente la serpiente, Jehová todavía tiene Su sabiduría; así, Él se ha involucrado en una nueva obra desde que Él creó el mundo, y ninguno de los pasos de esta obra se ha repetido jamás. Satanás continuamente ha puesto tramas en movimiento; la humanidad ha sido corrompida constantemente por Satanás, y Jehová Dios también ha llevado a cabo de manera incesante Su obra sabia. Nunca ha fallado ni ha parado de obrar desde que se creó el mundo. Después de que los seres humanos fuesen corrompidos por Satanás, Él ha continuado obrando entre ellos para derrotar a Satanás, el enemigo que fue el origen de su corrupción. Esta batalla se ha librado desde el principio y continuará hasta que el mundo llegue a su fin. Al hacer toda esta obra, Jehová Dios no solo ha permitido a los seres humanos, que han sido corrompidos por Satanás, recibir Su gran salvación, sino que también les ha permitido ver Su sabiduría, omnipotencia y autoridad. Además, al final, Él les permitirá ver Su carácter justo al castigar a los malvados y recompensar a los buenos. Él ha luchado contra Satanás hasta el día de hoy y nunca ha sido derrotado. Esto se debe a que Él es un Dios sabio, y ejerce Su sabiduría sobre la base de las tramas de Satanás. Por tanto, Dios no solo hace que todo en el cielo se someta a Su autoridad; sino que también hace que todo sobre la tierra se ubique bajo el estrado de Sus pies, y, no menos importante, Él hace que los malvados que invaden y acosan a la humanidad caigan dentro de Su castigo. Los resultados de toda esta obra son producidos por Su sabiduría. Nunca había puesto de manifiesto Su sabiduría antes de la existencia de la humanidad, porque Él no tenía enemigos en el cielo, sobre la tierra, o en cualquier lugar del universo entero, y no había fuerzas oscuras que invadieran nada en la naturaleza. Después de que el arcángel lo traicionase, Él creó a la humanidad sobre la tierra, y fue a causa de la humanidad que Él inició formalmente Su milenaria guerra con Satanás, el arcángel, una guerra que se intensifica cada vez más con cada etapa sucesiva. Su omnipotencia y sabiduría están presentes en cada una de estas etapas. Solo entonces todo en el cielo y en la tierra ha sido testigo de la sabiduría de Dios, Su omnipotencia, y, en particular, la realidad de Dios. Aún sigue llevando a cabo Su obra de esta misma manera realista en el presente; además, a medida que Él desempeña Su obra, revela también Su sabiduría y omnipotencia. Dios os permite ver la verdad en el interior de cada etapa de Su obra, ver cómo explicar exactamente Su omnipotencia y, además, ver una explicación definitiva de la realidad de Dios.

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Deberías saber cómo la humanidad completa se ha desarrollado hasta el día de hoy

Todo Mi plan de gestión, el plan de gestión de seis mil años, consta de tres etapas o tres eras: la Era de la Ley del principio, la Era de la Gracia (que también es la Era de la Redención) y la Era del Reino de los últimos días. Mi obra en estas tres eras difiere en contenido según la naturaleza de cada era, pero en cada etapa se ajusta a las necesidades del hombre o, para ser más preciso, se hace de acuerdo con los engaños que Satanás emplea en la guerra que libro contra él. El propósito de Mi obra consiste en derrotar a Satanás, hacer manifiesta Mi sabiduría y omnipotencia, exponer todos los engaños de Satanás y así salvar a toda la raza humana, que vive bajo su campo de acción. Consiste en mostrar Mi sabiduría y omnipotencia y dejar al descubierto la insoportable monstruosidad de Satanás. Incluso más que eso, consiste en permitir que los seres creados disciernan entre el bien y el mal, que sepan que Yo soy el Soberano de todas las cosas, que vean claramente que Satanás es el enemigo de la humanidad, un degenerado, el malvado, y que distingan, con absoluta certeza, la diferencia entre el bien y el mal, entre la verdad y la falsedad, entre la santidad y la inmundicia, y entre lo magnánimo y lo innoble. Así, la humanidad ignorante podrá dar testimonio de Mí de que no soy Yo quien corrompe a los humanos y de que sólo Yo, el Creador, puedo salvar a la humanidad, puedo conceder al hombre cosas para su disfrute. Llegará a saber que Yo soy el Soberano de todas las cosas y que Satanás es simplemente uno de los seres que creé y que después se volvió en Mi contra. Mi plan de gestión de seis mil años se divide en tres etapas, y obro así con la intención de lograr el efecto de permitir que los seres creados sean Mi testimonio, que comprendan Mi voluntad y sepan que Yo soy la verdad.

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. La verdadera historia de la obra de la Era de la Redención

Esa es la gestión de Dios: entregar a la humanidad a Satanás —una humanidad que no sabe qué es Dios, qué es el Creador, cómo adorar a Dios o por qué es necesario someterse a Él— y permitir que Satanás lo corrompa. Entonces, paso a paso, Dios recupera al hombre de las manos de Satanás, hasta que el hombre adora plenamente a Dios y rechaza a Satanás. Esta es la gestión de Dios. Puede sonar a cuento mítico y parecer desconcertante. Las personas sienten que esto es un cuento mítico porque no tienen ni idea de cuánto le ha ocurrido al hombre a lo largo de los últimos milenios y, mucho menos, cuántas historias han ocurrido en el cosmos y en el firmamento. Además, se debe a que no pueden apreciar el mundo más asombroso y atemorizante que existe más allá del mundo material, pero que sus ojos mortales les impiden ver. Esto le parece incomprensible al hombre porque no entiende la importancia de la salvación de la humanidad por parte de Dios o la importancia de Su obra de gestión, ni tampoco cómo Dios desea que sea la humanidad en última instancia. ¿Desea que la humanidad no sea corrompida en absoluto por Satanás? ¡No! El propósito de la gestión de Dios es ganar a un grupo de personas que adoren a Dios y se sometan a Él. Aunque estas personas han sido corrompidas por Satanás, ya no lo ven como su padre; reconocen el repugnante rostro de Satanás y lo rechazan, y vienen delante de Dios para aceptar Su juicio y Su castigo. Llegan a saber lo que es feo y cómo contrasta con aquello que es santo, y reconocen la grandeza de Dios y la maldad de Satanás. Una humanidad como esta no trabajará más para Satanás ni lo adorará ni lo consagrará. Es porque se trata de un grupo de personas que han sido ganadas por Dios de verdad. Esta es la importancia de la obra de Dios de gestionar a la humanidad.

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Apéndice III: El hombre sólo puede salvarse en medio de la gestión de Dios

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