El nombre de Dios es verdaderamente misterioso

10 Sep 2020

Por Jack, Canadá

Dios Todopoderoso dice: “En cada era, Dios hace nueva obra y se le llama por un nuevo nombre; ¿cómo podría hacer Él la misma obra en diferentes eras? ¿Cómo podría aferrarse a lo antiguo? El nombre de Jesús se adoptó para la obra de redención, entonces ¿se le seguiría llamando por el mismo nombre cuando vuelva en los últimos días? ¿Seguiría haciendo Él la obra de redención? ¿Por qué son Jehová y Jesús uno, pero se les llama por nombres diferentes en eras diferentes? ¿Acaso no es porque las eras de Su obra son distintas? ¿Podría un solo nombre representar a Dios en Su totalidad? Siendo esto así, se debe llamar a Dios por un nombre diferente en una era diferente y Él debe usar el nombre para cambiar la era y representarla. Porque ningún nombre puede representar totalmente a Dios mismo y cada nombre sólo puede representar el aspecto temporal del carácter de Dios en una era dada; todo lo que necesita hacer es representar Su obra. Por tanto, Dios puede escoger cualquier nombre que encaje con Su carácter para representar a toda la era(La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. La visión de la obra de Dios (3)). Las palabras de Dios nos muestran que cada nombre que Él adopta en una era tiene significado. Cada nombre representa una era, una etapa de la obra. Los nombres de Dios cambian según lo requiera Su obra, pero, sin importar cómo puedan cambiar Sus nombres, Su carácter y Su esencia son inmutables. Dios siempre es Dios. Solía apegarme a la Biblia literalmente. Estaba atascado en mis nociones y pensaba que el nombre del Señor Jesús nunca podía cambiar. Después, vi una película, aprendí los misterios de los nombres de Dios y abandoné mis nociones para seguir los pasos del Cordero.

Nací en una familia cristiana, y desde me pequeño me enseñaron que el Señor Jesús era el Dios verdadero, Él era nuestro Salvador, y yo solo podría entrar en el reino celestial si oraba en Su nombre. Cuando crecí, estudié en el seminario, y nuestro pastor a menudo nos decía: “Jesucristo es nuestro Salvador. Su nombre nunca cambiará. Es porque la Biblia dice: ‘Jesucristo es el mismo ayer y hoy y por los siglos’ (Hebreos 13:8). Debemos sostener el nombre del Señor Jesús en todo momento y, sin duda, seremos arrebatados cuando Él venga”. Estas palabras solidificaron aún más mi fe en el Señor, y me entregué con entusiasmo para que, cuando el Señor viniera, yo fuera llevado al reino.

Empecé a pastorear creyentes locales tras graduarme del seminario en abril de 2015. Pero la asistencia a los servicios era patéticamente baja, y el encargado de la iglesia veía que las ofrendas disminuían y ni siquiera cubrían los gastos, por lo que empezó a otorgar préstamos a los creyentes. Cuando no podían pagar con intereses, el funcionario financiero peleaba con ellos, y entonces, ellos de verdad no querían asistir a los servicios.

En un esfuerzo por revitalizar la iglesia, empecé a difundir el evangelio a la gente local. Visitaba a los creyentes en sus casas y organizaba reuniones para ellos. También ayunaba y oraba dos o tres veces por semana, le pedía al Señor que me guiara para avanzar en mi obra. Pero, sin importar cuánto me esforzara, la asistencia a la iglesia seguía siendo baja. Al ver la iglesia en un estado tan desolado, mi corazón se sentía débil, y mi fe disminuía más y más. Entonces, redoblé mis esfuerzos en oración, lectura de las Escrituras y ayuno. Además, descargué y vi algunas películas religiosas, pero aún no sentía la obra del Espíritu Santo. Aún me sentía espiritualmente vacío y en la oscuridad. En mi dolor, oré al Señor “¡Oh, Señor! La Biblia dice que, si pedimos en Tu nombre, Tú nos lo concederás. La iglesia está cada vez más desolada. He orado en Tu nombre, entonces, ¿por qué no puedo sentir Tu presencia? Señor, ¿dónde estás?”. Por suerte, Dios oyó mi oración.

Un día, en febrero de 2016, encontré una película en YouTube llamada Revelar el misterio de la Biblia. Explicaba el misterio detrás de la Biblia muy claramente. Verla me dio una nueva comprensión de la Biblia, y mi corazón brilló de verdad. Pero lo que me preguntaba era de dónde habían venido esas palabras. ¡No estaban en la Biblia! Después, descargué el video y lo vi varias veces más, y cuanto más lo veía, más me gustaba. La enseñanza estaba de acuerdo con la Biblia por completo. Descubrí que había sido creado por el Relámpago Oriental, por lo que seguí buscando películas del Relámpago Oriental y encontré una película llamada ¡¿Ha cambiado el nombre de Dios?! El título me atrajo en verdad, por lo que la descargué y la miré en ese momento. En la mitad, decía que cuando Dios venga en los últimos días, no se llamará Jesús, sino que tendrá un nuevo nombre. Esto me sorprendió. Pensé: “¡No puede ser cierto! La Biblia dice claramente: ‘Jesucristo es el mismo ayer y hoy y por los siglos’ (Hebreos 13:8). ¿Cómo podía cambiar el nombre de Dios? Durante los últimos dos milenios, todo creyente ha orado y obrado en el nombre del Señor Jesús. Eso nunca ha cambiado. ¿Cómo podía decir el Relámpago Oriental que el nombre de Dios había cambiado?”.

Luego, oí esta enseñanza de la hermana Yang en la película: “La Biblia dice: ‘Jesucristo es el mismo ayer y hoy y por los siglos’. Esto se refiere al hecho de que el carácter y la esencia de Dios son eternos e inmutables. No quiere decir que Su nombre no cambie”. También leyó un pasaje de las palabras de Dios Todopoderoso. Dios Todopoderoso dice: “Están aquellos que dicen que Dios es inmutable. Eso es correcto, pero se refiere a la inmutabilidad del carácter y la esencia de Dios. Los cambios en Su nombre y obra no demuestran que Su esencia se haya alterado; en otras palabras, Dios siempre será Dios, y esto nunca cambiará. Si dices que la obra de Dios siempre permanece igual, ¿sería entonces capaz de terminar Su plan de gestión de seis mil años? Sólo sabes que Dios es eternamente inmutable, ¿pero sabes que Él es siempre nuevo y nunca viejo? Si la obra de Dios nunca cambió, ¿podría haber traído a la humanidad hasta hoy? Si Dios es inmutable, ¿por qué ha hecho ya la obra de dos eras? […] Por tanto, las palabras ‘Dios es siempre nuevo y nunca viejo’ hacen referencia a Su obra, y las palabras ‘Dios es inmutable’ tienen relación con lo que Dios inherentemente tiene y es. En cualquier caso, no puedes hacer depender la obra de seis mil años en un punto, o representarla con simples palabras muertas. Tal es la estupidez del hombre. Dios no es tan simple como el hombre imagina, y Su obra no puede detenerse en una era. Jehová, por ejemplo, no puede representar siempre el nombre de Dios; Él también puede hacer Su obra bajo el nombre de Jesús. Esto es una señal de que la obra de Dios siempre progresa hacia adelante(La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. La visión de la obra de Dios (3)). La hermana Yang dijo: “Aunque Dios ha llevado a cabo distintas obras y adoptado distintos nombres en las diferentes eras de Su proceso de salvación de la humanidad, Su esencia jamás puede cambiar. Dios siempre será Dios, por lo cual, se llame Jehová o Jesús, Su esencia nunca cambia. Es siempre el mismo Dios el que obra. No obstante, en aquel tiempo, los judíos fariseos no sabían que el nombre de Dios cambia al pasar de una era a otra de Su obra. Creían que solo Jehová podía ser Su Dios y Salvador, pues a través de los tiempos habían sostenido que solamente Jehová era Dios y que no había otro Salvador sino Jehová. En consecuencia, cuando Dios realizó Su obra de redención en el nombre de Jesús, lo condenaron y se opusieron a Él con furia. Al final lo crucificaron, cometiendo así un crimen atroz, y padecieron el castigo de Dios”. “Nadie puede entender la sabiduría de Dios y nadie puede delimitar a Dios. En los últimos días, si negamos la esencia de Dios y que esta es la obra de un único Dios porque ha cambiado de obra y de nombre, ¡eso sería una demostración de temeridad e ignorancia! Los nombres que Dios ha adoptado en cada era tienen gran trascendencia y todos ellos contienen la grandiosa salvación de la humanidad”.

En este punto de la película, me di cuenta de que el nombre de Dios puede cambiar y que: La Biblia dice: “Jesucristo es el mismo ayer y hoy y por los siglos”. en la Biblia se refiere a que la esencia y el carácter de Dios son inmutables, pero no significa que el nombre de Dios y Su obra nunca cambiarán, El nombre de Dios cambia según lo requiera Su obra. Había estado entendiendo las cosas por el sentido literal de la Biblia, pensaba que el nombre de Dios nunca cambiaría… ¡Vi que eso era solo mi imaginación! Los fariseos insistían en que Jehová era su Dios y que el nombre Jehová nunca cambiaría. Por eso creían que cualquiera que no se llamara Mesías no era Dios cuando el Señor Jesús vino a obrar. También resistieron deliberadamente y condenaron al Señor Jesús, y, al final, perdieron Su salvación. Me di cuenta de que debía dejar de lado mis propias opiniones y prestar mucha atención a la enseñanza de la película para no oponerme al Señor igual que los fariseos debido a mis propias fantasías.

Entonces, la protagonista presentó otra pregunta: “Entonces, ¿qué significa Su nombre en cada era?”. Pensé: “Es una gran pregunta, yo tampoco lo sé. Solo enseñaron que cada nuevo nombre de Dios en cada era tiene un significado y que todo es la salvación de la humanidad, entonces, ¿cuál es el significado de los nombres de Dios?”. Una de las evangelistas, la hermana Feng, leyó algunas palabras de Dios. “‘Jehová’ es el nombre que adopté durante Mi obra en Israel y significa el Dios de los israelitas (el pueblo escogido de Dios) que puede tener compasión del hombre, maldecirlo y guiar su vida; el Dios que posee gran poder y está lleno de sabiduría. ‘Jesús’ es Emanuel, que significa la ofrenda por el pecado que está llena de amor, de compasión y que redime al hombre. Él hizo la obra de la Era de la Gracia y la representa, y solo puede representar una parte de la obra del plan de gestión. […] El nombre de Jesús llegó a existir para permitir que las personas de la Era de la Gracia nacieran de nuevo y fueran salvadas, y es un nombre particular para la redención de toda la humanidad. Así, el nombre de Jesús representa la obra de la redención y denota la Era de la Gracia. El nombre de Jehová es un nombre particular para el pueblo de Israel que vivía bajo la ley. En cada era y etapa de la obra, Mi nombre no carece de fundamento, sino que tiene un sentido representativo: cada nombre representa una era. ‘Jehová’ representa la Era de la Ley y es el título honorífico para el Dios adorado por el pueblo de Israel. ‘Jesús’ representa la Era de la Gracia y es el nombre del Dios de todos aquellos que fueron redimidos durante la Era de la Gracia. Si el hombre sigue anhelando la llegada de Jesús el Salvador durante los últimos días, y sigue esperando que llegue con la imagen con la que apareció en Judea, entonces todo el plan de gestión de seis mil años se habría detenido en la Era de la Redención y no podría haber progresado más. Además, los últimos días nunca llegarían y la era nunca acabaría. Esto se debe a que Jesús el Salvador es solo para la redención y salvación de la humanidad. Yo adopté el nombre de Jesús solo por el bien de todos los pecadores en la Era de la Gracia, pero no es el nombre por el cual llevaré a su fin a toda la humanidad(La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. El Salvador ya ha regresado sobre una “nube blanca”).

Después, la hermana Feng enseñó: “En la Era de la Ley, se llamaba Jehová y ese nombre representaba lo que Él le expresó a la humanidad en aquella era: un carácter de majestad, ira, maldición y misericordia. Entonces, Dios comenzó la obra de la Era de la Ley con el nombre de Jehová. Dictó Su ley y Sus mandamientos y oficialmente condujo a la humanidad hacia la vida en la tierra. Exigió a la gente que respetara la ley a rajatabla y que aprendiera a adorarlo y honrarlo a Él en Su grandeza. Quienes defendían la ley recibían bendiciones y gracia. Quienes vulneraban la ley morían lapidados o consumidos por el fuego del cielo”. “Por eso los israelitas que vivían bajo la ley la defendían a rajatabla y defendían el santo nombre de Jehová. Vivieron varios miles de años bajo el nombre de Jehová hasta que concluyó la Era de la Ley. Al final de la Era de la Ley, como la humanidad era cada vez más corrupta y pecadora, no había modo de que la gente siguiera defendiendo la ley. Todo el mundo se enfrentaba constantemente al peligro de ser castigado por vulnerar la ley, razón por la cual Dios llevó a cabo Su obra de redención con el nombre de Jesús. Inició la Era de la Gracia y puso fin a la Era de la Ley. En la Era de la Gracia, Jesús expresó Su carácter de amor y misericordia. Asimismo, le otorgó al hombre Su generosa gracia y acabó crucificado por todos los hombres, lo que nos redimió de Satanás. A partir de entonces comenzamos a orar en el nombre de Jesús, a venerar Su santo nombre y a disfrutar de Su perdón, así como de Su generosa gracia. Con las dos etapas de Su obra que Dios ya ha concluido, vemos que el nombre que adopta en cada era tiene su propio significado concreto. Cada nombre representa la obra de Dios en esa era y el carácter que expresa en la misma. En la Era de la Gracia, cuando vino el Señor, si no lo hubieran llamado Jesús sino Jehová, la obra de Dios se habría detenido en la Era de la Ley y la humanidad corrupta jamás habría podido recibir la redención de Dios. Al final, el hombre habría sido condenado y castigado por vulnerar la ley”. “Cuando Dios viniera en los últimos días, si seguían llamándolo Jesús, la humanidad corrupta únicamente habría podido recibir la redención de sus pecados, pero no se habría podido purificar ni salvar para entrar en el reino de Dios. Esto se debe a que por creer en el Señor Jesús se nos perdonan los pecados, pero nuestra naturaleza, que es pecaminosa, continúa existiendo. Todavía pecamos a menudo, así que Dios no nos ha conquistado plenamente”. “Por tanto, a fin de salvar completamente a la humanidad del pecado, Dios ya está llevando a cabo otra etapa de Su obra de plena purificación y salvación de la humanidad sobre la base de la obra del Señor Jesús. Ha comenzado la Era del Reino y ha finalizado la Era de la Gracia. La obra de Dios ha avanzado, y la era ha cambiado. Su obra es diferente. El nombre de Dios debe cambiar en consonancia…”.

En este momento, pensé: “Entonces, cuando Dios adopta un nuevo nombre en cada era, esto tiene un significado. Cada nombre representa una era. Jehová, el nombre que Dios adoptó en la Era de la Ley, representaba el carácter de majestad, ira, maldición y misericordia. Jesús, el nombre que adoptó en la Era de la Gracia, representaba Su carácter de amor y misericordia. En los últimos días, Dios viene a realizar la obra de purificación y salvación total de la humanidad. Cuando la obra de Dios cambia, también cambia Su nombre. Nunca imaginé que había tantos misterios en los nombres de Dios”. Mi interés crecía, por eso seguí viendo el video.

Después, la hermana Feng enseñó que el nombre de Dios en los últimos días es Dios Todopoderoso y citó Apocalipsis 1:8: “Yo soy el Alfa y la Omega —dice el Señor Dios— el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso”. Además, Apocalipsis 11:16-17 dice: “Y los veinticuatro ancianos que estaban sentados delante de Dios en sus tronos, se postraron sobre sus rostros y adoraron a Dios, diciendo: Te damos gracias, oh Señor Dios Todopoderoso, el que eres y el que eras, porque has tomado tu gran poder y has comenzado a reinar”. Hay muchas otras profecías en Apocalipsis, como 4:8, 16:7 y 19:6, que dicen que el nuevo nombre de Dios en los últimos días será “el Todopoderoso”, que también es Dios Todopoderoso.

Mientras escuchaba, busqué en la confirmación en la Biblia, y resultó que el nombre “el Todopoderoso” aparece en todos los pasajes. Sorprendido, pensé: “Entonces, el nombre de Dios en los últimos días fue mencionado claramente en la Biblia hace mucho, y, en Apocalipsis, cuatro criaturas vivientes alababan a Dios día y noche diciendo: ‘Santo, Santo, Santo, es el Señor Dios, el Todopoderoso, el que era, el que es y el que ha de venir(Apocalipsis 4:8).” “¡Alababan el nombre de Dios Todopoderoso!”. “El nombre 'el Todopoderoso' aparece en muchos otros lugares. El nombre 'Dios Todopoderoso' en los últimos días está completamente de acuerdo con las profecías en Apocalipsis!”. “Todos estos años, he creído en el Señor y he leído mucho de las Escrituras, ¿cómo pude ignorar estos misterios?”.

Seguí mirando y vi que un personaje que difundía el evangelio decía esto: “Dios es un Dios sabio y cada cosa que hace tiene enorme significado. El nombre de Dios Todopoderoso representa por completo Su obra y el carácter que Él expresa en los últimos días. Si Dios no nos desvelara personalmente estos misterios, no sabríamos estas cosas por más años que pasáramos leyendo la Biblia”. Después, leyó un pasaje de las palabras de Dios Todopoderoso. “Una vez se me conoció como Jehová. También se me llamó el Mesías, y las personas me llamaron una vez Jesús el Salvador con amor y aprecio. Hoy, sin embargo, ya no soy el Jehová o el Jesús que las personas conocieron en tiempos pasados; Yo soy el Dios que ha regresado en los últimos días, el que pondrá fin a la era. Soy el Dios mismo que surge del extremo de la tierra, repleto de todo Mi carácter y lleno de autoridad, honor y gloria. Las personas nunca se han relacionado conmigo, nunca me han conocido y siempre han sido ignorantes de Mi carácter. Desde la creación del mundo hasta hoy, ni una sola persona me ha visto. Este es el Dios que se le aparece al hombre en los últimos días, pero que está oculto entre los hombres. Él mora entre los hombres, verdadero y real, como el sol ardiente y la llama abrasadora, lleno de poder y rebosante de autoridad. No hay una sola persona o cosa que no será juzgada por Mis palabras y ni una sola persona o cosa que no será purificada por el fuego ardiente. Finalmente, todas las naciones serán bendecidas debido a Mis palabras y también serán hechas pedazos debido a ellas. De esta forma, todas las personas durante los últimos días verán que Yo soy el Salvador que ha regresado, y que Yo soy el Dios Todopoderoso que conquista a toda la humanidad. Y todos verán que una vez fui la ofrenda por el pecado para el hombre, pero que en los últimos días también me convierto en las llamas del sol que incineran todas las cosas, así como el Sol de la justicia que revela todas las cosas. Esta es Mi obra en los últimos días. Tomé este nombre y soy poseedor de este carácter para que todas las personas puedan ver que Yo soy un Dios justo, el sol ardiente, la llama abrasadora, y que todos puedan adorarme, al único Dios verdadero, y para que puedan ver Mi verdadero rostro: no soy solo el Dios de los israelitas ni soy solo el Redentor, soy el Dios de todas las criaturas en todos los cielos, la tierra y los mares(La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. El Salvador ya ha regresado sobre una “nube blanca”).

Después, enseñó: “En los últimos días, y bajo el nombre de Dios Todopoderoso, Dios realiza Su obra del juicio de la Era del Reino. Expresa la verdad para exponer la naturaleza satánica del hombre de pecar y resistir a Dios, y para juzgar nuestra desobediencia e injusticia para que, leyéndolas, podamos conocer nuestra naturaleza y esencia, veamos de verdad hasta qué punto nos ha corrompido Satanás, comprendamos la raíz de nuestra corrupción y conozcamos la justicia de Dios, el carácter inofendible. Él, además, nos señala un camino para que transformemos nuestro carácter, de modo que abandonemos el mal, busquemos la verdad, logremos transformar nuestro carácter y alcancemos Su salvación”. “Dios ha venido a realizar la obra de juzgar y purificar a la humanidad, dividiéndonos por tipos, premiando el bien y castigando el mal, para salvar completamente a la humanidad corrupta del pecado y poner fin a Su plan de gestión de seis mil años. En los últimos días, Dios ha aparecido ante la humanidad con Su carácter de justicia, majestad e ira, que no tolera ofensa. Ha desplegado a la vista de todos Su carácter inherente y lo que Él tiene y es. Ha venido a juzgar y castigar toda la corrupción y la injusticia de la humanidad para salvarnos por completo del pecado y restablecer la santidad original del hombre”. “Quiere que todos vean que no solo creó todas las cosas, sino que también las gobierna. No solamente fue capaz de sacrificarse en expiación de la humanidad, sino que también puede perfeccionarnos, transformarnos y purificarnos. Él es el Primero y el Último. Nadie puede entender Sus maravillas ni Sus actos, por eso, el nombre Dios Todopoderoso es más adecuando en los últimos días”. “Quienes oren en este nombre y lean Sus palabras pueden recibir la guía y obra del Espíritu Santo y disfrutar del alimento de vida y del riego que abundantemente les otorga Dios”. “Hoy en día, el mundo religioso hoy enfrenta la desolación. Los creyentes se están volviendo indiferentes en su fe, son débiles y ansían cosas seculares, los predicadores no tienen nada que predicar y la gente no se emociona cuando ora a Dios. Por otro lado, cada vez más personas sucumben a las tentaciones del mundo. No han seguido al Cordero y no pueden ganar el alimento de las aguas vivas. Caen en la oscuridad y pierden su camino”.

Ver esto me entusiasmó mucho… Las palabras de Dios Todopoderoso tienen mucha autoridad, sobre todo: “No hay una sola persona o cosa que no será juzgada por Mis palabras y ni una sola persona o cosa que no será purificada por el fuego ardiente. Finalmente, todas las naciones serán bendecidas debido a Mis palabras y también serán hechas pedazos debido a ellas”. Estas palabras están llenas de la majestad y justicia de Dios. Nadie más que Dios podía decir algo tan lleno de autoridad y majestad. ¡Sabía que esta es la voz de Dios, que el Señor Jesús ha retornado de verdad! Había dado mucho en mi servicio y en las visitas a domicilio para que los creyentes escucharan al Señor y asistieran a los servicios. Incluso ayuné y oré dos o tres veces por semana, pero la iglesia no revivía para nada. Hasta mi propia fe se desvanecía, y yo no sentía al Señor a mi lado. Ahora sé que Dios realiza una nueva era de obra para juzgar y purificar a la humanidad bajo el nombre de Dios Todopoderoso. Nosotros, los creyentes, no estábamos al día con la nueva obra de Dios. No obtuvimos el alimento de las palabras de Dios actuales ni la guía del Espíritu. Caímos en la oscuridad. Solo al aceptar la salvación de los últimos días de Dios Todopoderoso y al orar en Su nombre y leer Sus palabras podemos ganar la guía y obra del Espíritu Santo.

Al final de la película, leyeron otro pasaje de las palabras de Dios Todopoderoso. “Desde la obra de Jehová a la de Jesús, y desde la de Jesús a la de la etapa actual, las tres etapas cubren la totalidad de la amplitud de la gestión de Dios, y todas ellas son la obra de un mismo Espíritu. Desde que creó el mundo, Dios siempre ha estado obrando para gestionar a la humanidad. Él es el principio y el fin, el primero y el último, y Aquel que inicia una era y quien lleva la era a su fin. Las tres etapas de la obra, en diferentes eras y distintos lugares, han sido llevadas a cabo con seguridad por un solo Espíritu. Todos los que separan estas tres fases se oponen a Dios. Ahora, debes entender que toda la obra desde la primera etapa hasta hoy es la obra de un Dios, un Espíritu, y de esto no cabe la menor duda(La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. La visión de la obra de Dios (3)). Entonces, entendí aún más que Jehová, Jesús y Dios Todopoderoso son un único Dios. Dios tiene un nombre diferente y realiza una obra diferente en cada era, pero siempre obra según las necesidades de la gente. Solo Dios es capaz de abrir estos misterios, y supe en mi corazón que Dios Todopoderoso es el Señor Jesús retornado. Aceptar el nombre de Dios Todopoderoso no es traicionar al Señor Jesús, sino seguir las huellas del Cordero. Como dice en Apocalipsis: “Estos son los que siguen al Cordero adondequiera que va(Apocalipsis 14:4).

Me puse en contacto con los hermanos y hermanas de la Iglesia de Dios Todopoderoso. A través de las reuniones y las enseñanzas con ellos, comprendí algunas verdades, y muchas dudas que tenía en mi fe han sido resueltas. He recibido mucho alimento espiritual. De verdad siento que he sido llevado ante el trono y he asistido al banquete del Cordero. De verdad agradezco a Dios Todopoderoso.

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